Al llegar a mi casa le indiqué a Blake dónde estaba mi habitación para que llevara a Theo, no creo que en este momento desee ver a mi familia y menos someterse a un montón de preguntas. Estaba por ir en busca de mi madre cuando el bolsillo de mi chaqueta comenzó a vibrar, no sé en qué momento puse el celular en silencio.
Lo tomé de inmediato y noté que era James… ¡Rayos! Olvidé por completo que nos juntaríamos para ver el tema de la boda, definitivamente me iba a odiar por dejarlo plantado.
_Lo siento. –Fue lo primero que dije sin dejar hablar a James- Lo olvidé por completo, te juro que no… -Me interrumpió-
_Lo olvidaste –Sí, mi querido novio estaba enojado. Lo entendía perfectamente, él tiene poco tiempo y hace todo lo posible para hacer un espacio y estar conmigo. ¿Qué hacía yo? Olvidar la cita y dejarlo plantado- Mira Julieta, si no te interesan los preparativos de la boda o poner una fecha podrías decírmelo y no perdería el tiempo esperando aquí como un idiota por una hora.
_ Lo sé y no pienses cosas que no son. Tuve un problema y por eso lo olvidé –Esta vez yo me estaba molestando- No puedo creer que pienses que no me interesa la boda… si no lo hiciera simplemente no hubiese dicho sí. Theo estaba mal y… -Me interrumpió nuevamente-
_ ¡Ese es el problema! –Levantó la voz sorprendiéndome, James se había enojado muchas veces pero nunca me había hablado de esta forma, si había algo que me encantaba de mi novio era la calma que mantenía siempre, sin embargo, se escuchaba descontrolado- Siempre es Theo o Sam o cualquier otro, siempre está alguien antes que yo y no lo niegues. Si no es tu familia, son tus amigos o el trabajo y estoy cansado.
_ ¡Vaya! Te lo tenía todo bien guardadito –Grité ya enojada- Para que lo sepas no eres el único en mi vida, no porque seas mi novio debes llevarte todo mi maldito tiempo. Mi familia y mis amigos son importantes igual que tú y deberías comprenderlo.
_Sé perfectamente que tu familia y tus amigos son importantes, lo que me molesta es que siempre esté último en esa lista. ¡Julieta! Llevo una hora esperando y no tuviste ni un poco de consideración para enviarme un mensaje, traje a una de las mejores planificadoras de bodas porque quiero darte lo mejor y tú no apareces. –Dijo ya más calmado-
_Lamento que tuvieras que esperar, lo olvidé y ya dije que lo sentía. Mi amigo me necesitaba. –Hablé un poco más calmada-
_Lo mejor será que hablemos mañana, cuando las cosas estén más frías… adiós. –Cortó sin ni siquiera decir te quiero como siempre lo hacía-
_ ¿Está todo bien? –Preguntó Blake, se encontraba recargado en una de las paredes del pasillo- Theo se quedó dormido.
_Todo está bien no te preocupes, vamos para comer algo… debes tener hambre.
_ ¿Segura que no quieres hablar?
_ Segura. –Solo necesitaba tiempo para pensar, nunca había peleado de esta forma con James y me sorprendió lo molesto que estaba. Pensé que entendía que Theo era parte importante de mi vida… al parecer no es así-
Mi madre nos sirvió la comida que había guardado, preguntó cómo estaba Theo pero dije que no era nada grave.
Luego de comer Blake se fue ya que era un poco tarde. Quedamos en hacer algo al día siguiente con Theo si es que este se sentía bien como para salir. Por suerte era sábado mañana así que podíamos hacer lo que Theo quisiera.
Al día siguiente me desperté, lo que yo consideraba, muy temprano. El reloj en mi mesita de noche marcaba las nueve de la mañana. Me removí un poco en la cama y sentí que el lado derecho, donde había dormido Theo, estaba vacío.
Me senté de inmediato, preocupada. Pasé las manos por mis ojos ya que me encontraba un poco desorientada, pero entonces lo vi sentado en el pequeño sillón junto a mi ventana y me relajé.
Me levanté y fui junto él, no quedaba espacio en el pequeño sillón así que me senté en el pequeño borde que quedaba en la ventana, donde muchas veces me quedaba leyendo hasta tarde.
_ ¿Tienes hambre? –La verdad es que moría por preguntar cómo se sentí, no obstante, por primera vez no sabía cómo tratar o que decirle a mi mejor amigo-
_ La verdad es que no. –Intentó sonreírme, pero su sonrisa no era sincera. Sus ojos estaban lejos de ser lo mismo de siempre y eso solo me causaba dolor-
_No quiero presionarte, por primera vez en mi vida pretendo dejar mi lado de chismosa a un lado, pero quiero que sepas que estoy aquí para ti, cuando quieras hablar ahí estaré. –Tomé su mano y le di un leve apretón-