Mi Último Suspiro ✔

Capítulo 14

Este es el gran día, camino feliz hacia la estación.

Al llegar a la universalidad le cuento mi plan a Beca, ella se emociona al saber que seré la que lo invitará a una cita.

– ¡claro que participaré en esto! – salta de la alegría – ¡¿cuál será nuestra primer parada?! – se nota que esta más emocionada que yo, tiene la idea de que iremos como espías 
– la cafetería, esta tarde
– ¿ropa negra? – pregunta emocionada
– no, iremos como personas civilizadas, y hablaremos con él

...

Esta trajando, hasta el momento no hemos tenido oportunidad de hablar con él.

¿Qué le gustará a un chico?

Ahora que recuerdo, se la pasa escuchando siempre música.

Pero no se que clase de música sea.

¡Jolines!

Creo que me limitaré a hacer una carta en la que le pida otra cita...

Aunque ¿Y si espero un poco más?

¿Y si espero unos meses para estar lista?

¡¿QUÉ?!

Aun no estoy lista para hacer semejante locura.

Okay.

No es una locura, no hay nada de malo con que una chica dé el primer paso.

¡Pero no estoy lista!

¡¿De acuerdo?!

Esperare hasta que este mentalmente lista.

Por el momento no debo de preocuparme por ello, tenemos el resto de nuestras vidas para intentar algo ¿no?.

No es como que mañana o en unas semanas sea el fin del mundo.

Esperare hasta que este lista.

Beca regresa a su casa luego de no ver resultados y yo voy hacia la biblioteca, en busca de un buen libro.

¿A que iría a la biblioteca si no es por un libro?

Entro en silencio y camino por todos los pasillos.

¿Qué estaría bien leer?

Me encuentro con "Cartas Cruzadas".

Dios tengo que recordar que Patrick me dio este libro para pedirme una cita, me regalo dos libros.

¿Debo regalarle algo?

Pero realmente no se que le gusta a los chicos.

Decido rendirme en mi busqueda y regreso a casa.

– ¡oh! ¡Olivia has vuelto! – mi madre me saluda alegremente, era sábado, por lo que estaba de descanso
– hola – digo entrando a mi hogar 
– ¿por qué no veo libros en tus manos? – pregunta curiosa  – Eso es raro – asegura 
– estaba un poco distraída, no pude escoger uno – dije sinceramente
– oh ya veo – me observa atentamente por un momento – ¿pasa algo? 
– solo el asunto de los parciales – no quería hablarle de Patrick, sin embargo, ella debe saber algo de chicos ¿no es así? 
– ¿muy difícil? 
– algo

Mi madre se dirige hacia la cocina y yo la sigo en silencio formulando bien la pregunta que le haré.

– oye mamá – empiezo tratando de sonar casual, me siento en una de las sillas mientras ella prepara el almuerzo
– ¿sí? – corta una zanahoria con indiferencia
– ¿tu sabes... De casualidad, no se – me detengo, ¿debo preguntarle a ella? Carraspeo algo incómoda antes de continuar – que le gusta a un chico? – ella deja la zanahoria a un lado, su expresión es de sorpresa 
– ¿te gusta un chico? – levanta su vista y me observa con expresión divertida
– ¿Qué? ¡No! – dije rápidamente, pero mi voz más aguda de lo normal me delató – es solo que a la amiga de una amiga... – ¿qué rayos estoy diciendo? – ¡sí! A la amiga de una amiga, le gusta un chico, pero no sabe que regalarle... ¡Por su cumpleaños! – mi madre levanto una ceja, sabía que no creía ni una palabra de lo que le dije, sin embargo fingió que me creía
– pues no se que le gusta a los chicos en estos tiempos – dijo finalmente, solté un suspiro 
– ¿y que les gustaba en tu época? 
– veamos – se puso a pensar mientras seguía cocinando – la comida – dijo después de un tiempo – sí, sin duda con eso lo harás feliz – continuó
– ¡¿Enserio?! ¡Eso espero! – dije, pero luego caí en cuenta de lo que dije – digo, espero que eso ayude a la amiga de mi amiga
– ya, claro – dijo mi madre riendo – mi hija preguntandome como conquistar a un chico, creía que jamás tedriamos esta conversación 
– ¡es la tercera vez que te pregunto algo así! – le recuerdo
– ¡lo se! Pero ha pasado tiempo de eso – mi madre se ríe de mí – y aún recuerdo la vez que trajiste un ramo de rosas en tu niñez, me confesaste que aquel niñito te gustaba mucho, lamentablemente nos mudamos en aquella época – recuerdo eso perfectamente, aún guardo el joyero que venía con aquel ramo de rosas
– como sea – digo y salgo de la cocina

Comida

¿A quien no le gusta?

Tendríamos que ser locos para que no nos guste la comida.

¡Pizza!

Podría poner un mensaje dentro.

No.

Muy común.

Realmente no se que hacer.

Ya me decidí.

Esperare un par de meses para hacer esto.

 



#36117 en Novela romántica

En el texto hay: romance, tren, cruel destino

Editado: 27.09.2019

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