CELESTE
Me encontraba caminando por el bosque viendo las bellas flores y los altos árboles que me rodeaban hasta que de pronto sentí como choque con algo o mejor dicho alguien.
-Hola –salude mientras veía hacia arriba.
-¿Qué haces por aquí sola? ¿No sabes que estamos en guerra? Un demonio podría venir y herirte –me dijo mientras estiraba la mano para ayudar a ponerme en pie.
-Yo…no lo creo –le dije mientras le sonreía y aceptaba su mano.
-Ven, te pondré a salvo –me dijo mientras me cargaba y empezaba a brincar de árbol en árbol.
Desde el día en que toque su mano por primea vez, sentí una descarga y sentí que mi corazón se unía al suyo pero no le di importancia y así paso el tiempo hasta que un día.
-Celeste –escuche como me susurraba al oído mi nombre mientras me rodeaba la cintura con sus brazos.
-¿Sí? –le respondí mientras me volteaba y lo abrazaba del cuello.
-Tengo algo que contarte –me dijo para luego ponerse rojo.
-¿Qué sucede?
-Es que desde hace tiempo que guardado un secreto y creo que es hora de que lo sepas.
-¿De qué se trata? –le pregunte soltándome de él.
-Pues creo que me enamore y no sé si soy correspondido –me dijo mientras desviaba la vista.
-¿Se lo has dicho? –le pregunte mientras desviaba la vista pues, sin quererlo, mis ojos se habían llenado de lágrimas y un intenso dolor se alojó en mi pecho.
- No creo que sea buena idea decirle
-Confía en ti, tal vez ella te quiera igual.
-Lo sé pero le tengo miedo a su rechazo
- Se ve que en verdad la quieres –le dije mientras me soltaba de su agarre.
-¿Qué sucede nena?
-Nada, ¿hablamos luego?
-Cele…
-Adiós Dem-kun –dije mientras salía corriendo.
-Cele, espera –me grito mientras corría tras mí.
-¿Qué sucede? –me pregunto cuando me dio alcance y me dio vuelta poniéndome entre un árbol y su cuerpo. – ¿Por qué saliste corriendo?
-No es nada, corre a decirle, yo tengo que volver a casa. –dije sin poder verlo a los ojos.
-Así que de eso se trata bueno pues –me dijo mientras me agarraba del mentón y me hacía verlo – ¿Quieres ser mi novia?
-Yo…yo…
-Tranquila, no pasa nada si no… -escuche decirle pero, no pude aguantar más y lo bese.
-Por supuesto que sí.
Ya había pasado un mes desde aquello, todo había sido tan bello pero, nada es para siempre y como era de esperarse mi destino evita mi felicidad.
-Oye… ¿puedo dormir hoy contigo?-le pregunte mientras le agarraba la mano para seguir caminando juntos.
- Pero ¿y tu familia? ¿No tienes que regresar?
- Tranquilo, ya mañana les explico
ROXANA
-¿Y por qué hizo eso?-le pregunte con mucho interés.
- Al día siguiente nos presentarían-me respondio.
-¿Por qué?-le pregunto.
- nos comprometieron desde que éramos pequeños-me dijo mientras desviaba la vista.
CELESTE
-Bien, tú duerme en la cama, yo dormiré en el suelo.
-Pero…yo quería dormirme contigo –le dije mientras veía sus hermosos ojos.
- Mmmmm. Está bien –me respondio mientras se acostaba junto a mí.
En ese momento empecé a darle pequeños besos mientras con mi mano le acariciaba el pecho.
- ¿Celeste? ¿Qué haces? –me pregunto mientras detenía mi mano.
- O vamos, ya sabes que hago –le dije mientras me soltaba de su agarre.
-Celeste detente –me dijo con voz firme
-¿Seguro? –le pregunte mientras me detenía a mirarlo y lo besaba.
ADOLFO
-Bien, ella es Celeste, nuestra hija –dijeron los señores frente a mí y mis padres.
-Un placer –dijo la que parecía ser Celeste con una reverencia y una hermosa sonrisa.
-Hola Celeste, él es Adolfo, nuestro hijo –dijeron mis padres a las personas de enfrente.
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Editado: 16.02.2019