Hace una semana no veía a Christian, y eso me alegraba.
Fui a la cocina a beber agua.
La serví en un vaso y comencé a tomarla.
Una notificación llego a mi teléfono.
Era un mensaje en Instagram de André Stuart, uno de los futbolistas populares.
Lo abrí.
¡Fiesta en mi casa este viernes!, comienza a las 7:00pm, no faltes.
Si, que lindo, yo paso.
Odio las fiestas, además de que mis padres nunca me dejaron ir a alguna.
Solté un suspiro.
Dudo de que André al menos sepa quién soy yo.
Negué saliendo de mis mensajes.
Fui a la sala y me senté en el sofá a revisar que nuevas publicaciones habían.
Varias fotos de Sofia, sobre todo eso, ella adora publicar todo lo que hace.
Una que otra de mis amigas.
Y una de Christian.
Estaba en la playa, junto a Taylor, Liam, y otro chico que no conozco, pero sé que lo vi en la manada.
Comencé a mirar los comentarios, algo que me resulto raro, las chicas comentaban cosas demasiado extrañas como;
Son tan bellos, desearía tenerlos a los cuatro.
Adoro a Christian, es tan guapo.
Oh por Dios, ¿Ya vieron a Christian?, miren esos abdominales.
Christian, ¿Cuándo vienes a mi casa?, a charlar…
Te necesito como no te imaginas Christian
Estos chicos son dioses griegos.
Qué lindo es Christian, me encanta.
Y otras cosas hormonales.
Tal vez si fuera antes ver todo eso me hubiera puesto celosa, pero esta vez, no me intereso mucho sinceramente.
Me fije y la mayoría de halagos iban dirigidos a el idiota de Christian.
Rodé los ojos con fastidio.
Si supieran como es realmente, lo odiaron tanto como yo o peor.
Sin darme cuenta presione 2 veces la pantalla.
¡Mierda, no!
Le di un corazón a la puta foto.
Joder universo.
Puse una mano en mi frente arrepentida.
Luego de 5 minutos arrepintiéndome nada paso.
Bueno, tal vez exagere un poco.
Mi celular comenzó a vibrar, era una llamada.
De Christian.
¡¿Enserio?!
Tire mi teléfono al suelo y sentí como mi cara ardió con vergüenza.
Dejo de timbrar y lo tome con calma.
Que dramática soy a veces.
Un mensaje llego.
Christian:
Tonta acosadora.
Abrí mi boca indignada.
-¡Yo no lo acoso!- Proteste a pesar de estar sola.
Yo:
Idiota, yo no te acoso, fue sin querer.
No quiero hablar con él, y menos con lo que intento hacer con la excusa de que “tenía que marcarme porque soy su Mate”
No sé realmente que quiere de mí, porque no lo entiendo, este chico me confunde mucho.
Llego otro mensaje, pero decidí no abrirlo.
Oh vamos, soy Alice Clarke, la curiosidad siempre me gana.
Christian:
Claro bonita, fingiré que te creo.
No me interesa.
Escuche que golpearon la puerta.
Por favor que no sea él.
Abrí lentamente y era Camila.
Se veía enojada, demasiado.
Ella se acercó a mí y me vio seria.
-¿Dejaste que te marcara?- Pregunto enojada.
-¿Q-Qué?, ¿De qué hablas?- Dije nerviosa.
-¡No te hagas Alice!, se todo lo que está pasando, ahora solo responde, te marco sí o no.
Trago grueso.
-N-No- Dije bajando la mirada.
Ella soltó un suspiro de alivio.
-¿A qué te refieres con que sabes todo lo que está pasando?- Le pregunte.
Se cruzó de brazos.
-Soy de otra manada, de hecho, la manada de ese imbécil y la mía se odian a muerte- Explico.
-¡¿Qué?!- Dije sorprendida- ¡¿También eres una mujer lobo?!
-Silencio- Dijo poniendo su mano en mi boca.
Ella cerró la puerta detrás de sí misma.
-Sí, si lo soy- Admitió.
Bueno, eso explica muchas cosas.
De nuevo tocaron.
Camila abrió de mala gana.
-¿Todo el tiempo la estas vigilando idiota?- Dijo Cam fastidiada.
Christian asintió con egocentrismo.
-Pues claro, ella es mía- Dijo sonriendo.
Raro de él.
-¡No soy tuya imbécil!, ¡Y nunca lo voy a ser!- Dije molesta.
-Ya lo veremos- Dijo guiñándome el ojo.
Rodé los ojos.
-Ya déjala y vete- Dijo Camila apretando los puños.
-¿Y qué vas a hacer si no me voy cachorrita?- Dijo él acercándose a mi amiga.
Que tenso.
Mejor no me meto.
Ella lo tomo del borde de la playera que llevaba puesta y lo acerco más a sí misma.
-Mira idiota no lo voy a repetir- Dijo soltando un gruñido de ¿lobo?- Vete.
Christian sonrió de manera desafiante.
-Mejor no comiences una pelea, sabes que mi manada es más fuerte- Dijo él orgulloso como siempre.
-No metas a nuestras manadas en esto, la pelea es entre nosotros- Dijo ella.
Los ojos de Camila se pusieron rojos brillantes, dos largos y delgados colmillos le aparecieron.
Christian de igual manera, sus ojos se pusieron ámbar brillantes y sus colmillos aparecieron.
-Eh, ya cálmense- Dije poniéndome en medio de los dos.
-Quítate Alice- Ordeno Christian.
Negué.
-Hazlo Ali- Dijo Cam.
¿Qué hago?
-Por favor no peleen- Pedí.
Christian me quito bruscamente del medio.
-Te dije que te alejes, lo que te digo lo haces, porque eres mía- Me dijo enojado.
Su respiración se veía agitada, igual la de mi amiga.
Esto parece problemas.
-No le hables así- Amenazo Camila- Ella no es tuya.