-Eres mi heroína -sentencia Lila.
Estábamos en mi habitación, acabo de contarles todo lo ocurrido con la familia Colloricchio inmediatamente después del famoso beso.
No quería entrar en Twitter. De lo único que hablaba la gente era de lo que había ocurrido en la rueda de prensa de Enzo y su "misteriosa novia". Tardarían apenas unas horas en saber quien era pero ya me daba igual.
En cuanto acabó la charla con el director me fui por la parte de atrás disimuladamente a mi casa. Las clases se habían cancelado ese día ya que todo el tumulto de los periodistas hacía imposible tener un día normal. Todos nos habíamos ido a casa y mis amigas directamente a interrogarme. Gracias a dios mis padres no salían de trabajar hasta por la tarde con lo cual tendría unas horas para pensar que decirle a mi madre, porque se iba a enterar en nada que su hija se había convertido en la novia del chico mas deseado.
Nada mas lejos de la realidad. No le había visto el pelo a Enzo desde su marcha del despacho y ahora encima, tenía que ir a buscarlo y convencerle de que aceptara, bajo las ordenes de su estúpido padre.
Si Enzo no colaboraba no había trato.
-¿Tu sabes la cara de Chiara? Es que tenía que haberle hecho una foto y convertirla en sticker -se ríe Lila.
-¿Pero tu vas a saber fingir tanto tiempo Kate? ¿De verdad te vale la pena? -me pregunta Marina con cierto tono de reproche.
El señor Colloricchio me había prohibido terminantemente contarle a alguien que eso era un paripé, pero no contaba con que mis amigas eran mucho mas que alguien para mi y no pensaba ocultarles eso. Lila estaba encantada, Marina no tanto y Sol entre medias.
-Marina es mi futuro y la posibilidad de entrar en una buena carrera.
-¿A quien le importa la carrera? ¡Tienes la posibilidad de tirartelo! -grita Lila.
-Lila no quiero nada con ese chico, es un idiota y un capullo ya os lo he dicho, será un auténtica tortura -me defiendo intentando parecer lo mas sincera posible.
Estaba claro que tener a ese chico cerca sería de todo menos una tortura.
-A mi me parece bien -sentencia Sol por fin -.Que le den por culo a todo, lo importante es que sigas con nosotras.
-Dos a uno ¡Genial! -grito feliz.
En tan solo un mes había pasado de estar con Kevin y tener toda la vida planeada a no tener ni idea que que iba a pasar. El destino se lo estaba pasando bomba conmigo.
-¿Te acompaño a hablar con él? Puede que yo lo convenza -insinúa Lila con ojitos de loba.
-Solo me faltaba que vinieran tú a soltar una de tus perlas-gruño.
La idea de ir acompañada me gustaba, no creía tener fuerzas suficientes para enfrentarme a ese chico pero las sacaría de donde fuera. Necesitaba esa plaza.
Seguimos despotricando de Chiara y su cara de idiota al ver mi beso con Enzo mientras miramos los comentarios de Twitter. Algunos eran llamándome de puta para arriba, otros diciendo que éramos la pareja perfecta y muchas mas teorizando de porque lo habíamos contado así. Yo me había cansado de ver a tanta gente decir tontearías sin conocerme y le pedí a las chicas que se fueran. Cuanto antes hablara con el antes aclararía todo.
Me cambio de ropa y decido ponerme unos vaqueros ajustados y un top rosa corto que me daba algo mas de madurez que la ropa del colegio. No tenía un cuerpo perfecto pero al menos esos pantalones marcaban mas mi cintura casi inexistente. Me suelto el pelo y me voy a la dirección que me había facilitado Drácula.
Delante de ese majestuoso edificio siento por primera vez que lo que estaba haciendo era un completo error. Una estupidez que solo podía salir mal.
Agarro con manos temblorosas las llaves que me había facilitado el director esa misma mañana.
El señor Colloricchio me había ordenado que entrara sin llamar ni avisar, puesto que en caso contrario Enzo no me abriría. No me gustaba la idea de entrar en una casa ajena sin pedir permiso y sin saber que me encontraría pero estaba dispuesta a hacer lo que fuera por convencer a ese chico.
Una parte de mi odiaba tener que hacerlo, era como si yo, una chica del montón, tuviera que ir detrás del grandioso Enzo como todas las demás para que me hiciera un poco de caso pero era la consecuencia de la estúpida decisión que había tomado.
Seguía sin ser capaz de entender que me había llevado a besarlo. Era como si hubiese dejado de ser yo y me hubiese convertido en alguien distinto. Yo era una chica tímida, con Kevin no fui capaz de darle un beso hasta tres meses después de empezar a salir.
Puede que toda la lista de putadas que me habían pasado en ese corto periodo de tiempo hubiesen sacado una Kate que no conocía. Y que solo hacía que meterme en líos.
Engullo mi orgullo y mi arrepentimiento y entro.
El guardia de seguridad me mira algo incrédulo cuando le intento explicar que tengo que visitar a un amigo. Yo desentonaba demasiado con todo ese ambiente. Solo me deja pasar cuando le enseño las llaves.
El edificio era precioso. Parecía un hotel y las paredes de cristal de la entrada le daban un aspecto muy futurista.
Entro al ascensor y selecciono el octavo piso. Demasiado alto para mi gusto pero supongo que no era de mi incumbencia.
Me sorprendió mucho saber que Enzo vivía solo. A nuestra edad eso era algo casi imposible, aunque siendo quien era eso sería lo normal.
Después de pasar dos veces por el mismo pasillo encuentro el piso numero 308. Respiro hondo y meto la llave en la cerradura.
Nada mas entrar lo que veo me encanta. La decoración del piso era muy vanguardista. Un especia de loft que daba directamente a un enorme salón, con un sofá rojo chillón precioso, una alfombra aun mas colorida y una enorme tele de plasma. En la pared había un cuadro de un tigre blanco que juraría tenía los mismos ojos que Enzo, grises como la ceniza. La cocina que empezaba con una barra era de un tamaño considerable para ser un loft. Tenia una isla con dos banquitos y todo chapado en mármol blanco y negro.
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Editado: 02.08.2024