Habían demasiadas cosas en mi cabeza cuando comencé la secundaria.
Cuando era mas niña no se me hacia tan difícil adaptarme o relacionarme, así que creí que en secundaria seria igual, no voy a mentir tenia miedo, mucho miedo y estaba nerviosa.
Para ese entonces lo mas lejos que había ido yo sola, era a la casa de mi abuela, que quedaba a 30 minutos de mi casa, y ahí fue cuando lo descubrí, sí, mi maldito miedo a casi todo.
La primera vez que salí de mi casa, me dio no sé, como describirlo, miedo?, vergüenza? sinceramente no tengo idea, pero tenia miedo de verme ridícula alzando la mano para parar el bus, pasaron varios buses y cuando creía que estaba lista para levantar la mano, me entraba mucho pánico y me quedaba parada ahí, viendo los ojos del cobrador, rogándole en silencio que parara, rogando que viera mi miedo y se apiadara de mí, pero eso no sucedía. Creo que me veía demasiado patética.
A veces el mundo se apiadaba de mí y llegaba otra persona, rogaba dentro de mi, que ella tomara el mismo bus que yo, así ya no tendría que levantar mi mano.
Cuando lograba subir, comenzaba otra tortura, cuando el bus estaba lleno, me desagradaba el hecho de que tendría que estar tan cerca a personas extrañas, pero tenia que soportarlo...
Habían ocasiones en las cuales el bus estaba casi vació, me asustaba aun más, porque tendría que levantar la mirada para ver que asientos vacíos había, eso significaba que siempre me encontraba con la mirada de alguien y yo miraba hacia abajo rápidamente.
Si habían asientos adelante, era algo bueno, así no tendría que pasar al lado de todas esas personas, no tendría la sensación de que me están mirando. Tal vez estaba siendo paranoica, pero así lo sentía.