Mi vida a tu lado

CAP 7 ( ANA PAULA)

Nos miramos fijamente, el desvía su mirada a mis labios, después se dedica a recorrer mi rostro, siento mi cara arden y rápidamente me enderezo, él se aclara la garganta y solo me da las gracias por el café, me voy a pasos rápidos a la puerta bajo la atenta mirada del señor Manson.

 

Llego a mi escritorio y tomo varias bocanadas de aire, me siento arder con solo estar cerca de él, primera vez que me sucede eso y no sé qué hacer, me debo recordar que soy su empleada y él es mi jefe.

 

Comienzo a recibir llamadas y agendando citas, quedo impactada con la cantidad de trabajo que tiene mi jefe, por alguna razón es una gran empresa.

 

Miro el reloj y me doy cuenta que ya es hora del almuerzo, me pongo de pie para ir a su oficina, dos toques y me permite la entrada.

     ° - Señor disculpe la molestia, pero ya es hora del almuerzo y vengo a preguntarle si no desea algo. -

 

    ° - Bueno señorita Rodríguez, quisiera que me ordenara mi almuerzo y que me lo traigan aquí a la oficina. -   con un asentamiento de cabeza me retiro y hago lo que me pidió

 

Voy camino a la cafetería que tiene la empresa y hago mi pedido, Allison me ve y me hace señas para que me siente a su lado, al menos no comeré sola el primer día de trabajo.

  ° - ¿Como te está yendo Ana paula?

 

  ° - Bien Allison, agarrando el ritmo de las cosas, no soy nueva haciendo este tipo de trabajo, pero si es la primera vez donde contesto muchas llamas llamadas, y eso que solo vamos a mitad de día. -

suspiro cansada y Allison me ve con una sonrisa.

  ° - Ya después le agarraras la onda a trabajar con él, aunque parezca un ogro, no lo es, bueno a veces si cuando las cosas no salen como quiere. - 

  ° - Espero hacer las cosas bien, a veces se me olvidan las cosas. -

Las dos reímos y nos pasamos el resto del almuerzo conversando cosas triviales.

 

Después de la comida, voy a terminar mi trabajo, camino directamente hacia su oficina. Toco la puerta y me permite pasar.

  ° - Ya volví señor, ¿necesita algo? -

 

  ° - Qué bueno señorita Rodríguez espero que haya disfrutado su comida, solo necesito una taza de café por favor. - 

 

  ° - Enseguida señor. -

 

Le llevo su café y no vuelve a llamarme. Pasan las horas y cuando me doy cuenta ya es hora de irme a mi casa, le aviso a mi jefe que ya me retiro y solo asiente con su cabeza. Después del incomodo momento que paso en la mañana no ha vuelto a mirarme, me siento mal por eso, pero estoy aquí para hacer mi trabajo.

 

Llego a mi casa agotada, necesito darme un baño y dormir, pero el sonido de mi estómago demandando comida me lo impide, voy directo a mi cocina y mientras pienso que hacer para cenar, me decido por pollo y puré de papa, me sirvo mi jugo y me pongo a cena.

 

Ahora si bañada, me meto en mi cama para dormir, pero otra vez su rostro aparece en mi mente, se me acérela el corazón, no sé cómo calmar esto que siento y me da miedo, tengo miedo de sufrir como sucedió en el pasado, desecho ese pensamiento y cierro los ojos, no sé en qué momento me dormí.

 




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