Mi Vida (saga 1 Demonios)

Capítulo XVII: El Lemerie

 

Selene

 

- Dime tu nombre - parece preguntar después de que mi corazón ha nivelado su latido debido al pánico.

Un pánico que no cesará, pero al menos se controla.

- Estoy segura debes saberlo - le digo con reproche asobando mi hombro adolorido. 

- No pregunté tu nombre, dije, dime tu nombre. A los humanos les ayuda empezar su propia presentanción para generar confianza. 

- ¿Por qué confiaría en ti? - digo entre dientes. 

- ¿Te estoy pidiendo que lo hagas? no mocosa... de hecho podría darte un consejo. No te atrevas a sacarme de quisio, te lo advierto, tampoco te atrevas a confiar en mí. 

Lo miro sin salida.

¿A donde he tenido que caer?

¡Por favor que alguien me ayude!

- Dime lo que sabes.

- ¿S-saber... qué? - tartamudeo presa del miedo. 

Lo veo suspirar cansino, de inmediato se coloca de pies y antes de que pudiera dar un simple movimiento o un siguiente parpadeo, regresa con algunas cosas entre sus manos.... aquello se trata de mis maletas. 

- Dime lo que sabes - rebusca en mi mochila -. Documentación falsa ¿Quién la hizo?

Tira aquel pasaporte sobre la cama donde me encontraba. 

- Dinero - lo tira al suelo, junto a un mapa, a unos boletos y una guía del pueblo de Jackson Hole - todo eso ¿Quién te lo ha dado?

- No sé de que hablas - finjo demencia no tan finjida, después de todo yo tampoco sabía quién me había dado todo eso.  

- ¿Piensas que creere que eres una chica rebelde tratando de huir de sus padres estrictos? - incluso tira mi teléfono sobre mi regazo -. Ahora mocosa... vas a decirme lo que sabes. 

- ¿No se supone tienen habilidades? Deberias saberlo - intento atacarlo. Algo muy mal de mi parte. 

Lo siento sonreír con malicia, no dice nada, suelta mi mochila y como si se tratase de su naturalidad posa los brazos sobre el borde de la cama, inclinándose levemente. 

-¿Quieres hacerlo por las malas? - me mira directo a los ojos con amenza. Pero no es una amenaza común, es una amenaza que de inmediato me intimida, una mirada retadora que no ve más allá que solo sus propios anhelos, deseos y razones egoistas. Una mirada que me hace saber que ahora, específicamente con ese hombre no debo jugar. 

- Y-yo... yo... no... lo sé - susurro. 

Se aleja como si nada. 

- ¿Quieres que te hipnotice o me equivoco Selene Greco? - y con eso bastó para dejarme helada en mi sitio. 

Estaba segura que si una palabra es capaz de congelar a una persona... no querría saber lo que un acto suyo cometeria. 

- ¿C-cómo... sabes eso? - retrocedo un poco cautelosa. 

- Aparente no recuerdas lo que dije cuando despertaste... dudaba que Celeste tuviera una hermana gemela. 

Suspire derrotada. 

¿En qué me había metido? 

¿Qué había hecho o que tan mala suerte debía llevar para que esto ocurriera justo ahora?

No creía salvarme, al menos no tan fácil... solo rogaba una cosa, la más simple de todas. No sufrir, al menos no sufrir lo suficiente. 

- ¿Por qué debes ir a Jackson Hole? ¿Hay algo allí? - bajo la mirada -. De acuerdo, no tienes que darme un testamento, sé lo suficiente, al menos sabre que lo que me dirás es lo mismo que sé. Aunque hay algo que no me cuadra ¿Por qué un demonio debe mandarte al lugar donde reside mi clan? ¿Qué tenemos nosotros para ti?

Quisiera responderle, pero algo en mi interior tampoco me cuadra. Porque cuando busco decir lo que el demonio dijo, tampoco lo recuerdo, incluso lo que Jodiel y yo habíamos hablado desde mi encuentro con él. Sabía que solo debía investigar sobre mis vidas pasadas y que a según el espectro me había mandado a Rumania por una buena razón, también porque pasaría navidades con mi tía,p pero sentía que había algo más y no lo recordaba, estaba segura que Jodiel me había dicho algo sobre un hermano, pero no sabía qué... al menos es no me cuadradaba. 

Eso parece sorprenderme totalmente.

- Aparente tienes un aliado fuerte de tu parte... borró lo que creía correcto. Interesante - me mira de arriba hacía abajo con una sonrisa petulante - ¿Quién diría? Tu eres la criatura por la que muchos fueron castigados. 

Y pensar en castigo hace que mi mente y estómago se revuelvan. 

El vampiro chasquea la lengua varias veces.

- ¿Qué haré contingo niña?

- ¿Qué harás conmigo? - esta vez lo miro a los ojos.

- Nada de lo que tu caótica mente se imagina, al menos nada hasta descubrir que es eso tan importante que tienes en Rumania, quién borro tus recuerdos y porque de la nada tus importantes planes cambiaron drásticamente hacía un pueblo... pero lo más interesante es saber que tú, una persona que nadie conocía se ha aparecido por completo en una comunidad a donde tu mayor enemigo ha venido ¿Algo que aparente recuerdes de la nada?



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En el texto hay: asesinatos, vampiros, amor

Editado: 21.11.2022

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