Mi Voz O Tu Amor

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Los ojos del chico frente a mí se quedaron en blanco. El color de sus mejillas desapareció y su rostro se transformó en granito. Su respiración empezó a agitarse haciendo que su pecho bajara y subiera cada vez más rápido. Alejando la vergüenza que corría por todo mí ser tome su rostro y lo obligue a mirarme con esos ojos vacíos.

-¿Qué pasa? Su Jin háblame, me estas asustando- suplique mientras zarandeaba un poco su cabeza.

-voy a matarlo- siseo con ira – si algunas vez veo a ese mal nacido, te juro Lina que lo haré pagar por lo que te hizo- sus ojos ya no eran vacíos, ahora estaban llenos de ira, dolor, impotencia, rencor; los mismos sentimientos que yo albergue hace algún tiempo. Sin fuerzas y decidida a terminar con esto, me recosté nuevamente en la pared y como si estuviera rodando una cinta vieja en mi cabeza. Mi boca empezó a relatar todo lo que recordaba vívidamente de esa noche.

 

19 de junio de 2013 – 11:00 PM

Después de la ceremonia de graduación todos fuimos invitados a la casa del lago de los padres de Dylan. Gentilmente el padrastro de Mili nos llevó hacia el lugar donde decían que iba a hacer la fiesta del año. Mientras el paisaje cambiaba de una ciudad vibrante a un pequeño bosque colorido y sabiendo que solo estaba a 45 minutos de mi destino mi corazón empezó a hincharse de alegría.

Estaba con Mili y Leila, las mejores amigas que pude pedir y aunque eran muy diferentes de la otra y casi siempre estaban en desacuerdo el tenerlas en mi vida era algo que siempre me llenaba de una infinita felicidad. Al pensar en Dylan mi corazón dio un salto por la ansiedad de poder verlo y por los nuevos caminos que estamos a punto de tomar juntos.

-eh tía vamos, deja de saltar en las nubes- un pequeño pellizco siguió a esas palabras alegres- Mili porque hacéis eso, sabéis que mi piel se marca fácilmente- le reproche frotándome el brazo.

-¿Qué querías?, estuve diciéndote que bajaras del puñetero auto durante cinco minutos.

Por estar en mi pequeña burbuja personal me perdí todo el viaje. Perfecto, odio cuando me pasa esto. Recogiendo mi vestido color melocotón baje del auto y me despedí alegremente del señor Bruce.

Seguimos el pequeño camino de piedra hasta llegar a la cabaña llena de todos los graduados. La música estaba tan alta que el piso retumbaba y las muchas luces estroboscópicas que había dentro se reflejaba en las ventanas. Con una sonrisa plasmada en mi cara entramos a la casa. Todos estaban bailando y bebiendo. Leila desapareció con un nos vemos chicas y se metió en medio del gentío. Busque por toda la habitación a Dylan.

Cuando nuestras miradas se cruzaron espere a que se acercara a mí y me besara confiando en que no siguiera molesto por mi rechazo a su regalo. Pero solo me sonrió me guiño un ojo y lanzo un beso para después seguir bebiendo con sus amigos. Una punzada de decepción se instaló en mi pecho.

-vamos cariño, vamos a romper esa pista de baile- dijo Mili mientras me arrastraba hacia donde se encontraban todos los cuerpos danzantes. Decidí no dañar la noche y solo divertirme con mi pelirroja amiga. Mientras movía mi cuerpo al ritmo de how deep is your love sentí como rodeaban mi cintura.

-¿Te diviertes mi amor?- susurro Dylan en mi oído. El ligero olor a vodka llego a mi nariz haciéndola picar. Me gire hacia él y rodee su cuello con mis brazos. Él se alejó y me ofreció un vaso rojo - para ti preciosa- me sorprendí cuando Dylan planto la bebida frente a mí sabiendo que no bebo.

-no amor, sabéis bien que no bebo- intente alejarme pero él rodeo nuevamente mi cintura y me atrajo a su pecho – vamos bebe es la la graduación, está será la última vez que tal vez podamos beber y bailar sin pensar en que mañana debemos trabajar o hacer cosas importantes- Dylan acerco su rostro al mío y rozo nuestras narices.

-Por mi Lele- cada vez que él usaba su exclusivo diminutivo hacia que mi corazón se hiciera un charco de ternura. Rindiéndome tome el vaso.

- Está bien- antes de que si quiera mis labios tocaran el vaso Dylan fue arrastrado lejos de mí y el vaso fue arrancado de mi mano.

-No señorita usted no tomara nada esta noche- dijo Mili antes de que de un solo sorbo se bebiera el vaso- ¿Por qué?

-Confía en mí, debes mantenerte sobria y en tus cinco sentidos- dijo seriamente mientras aniquilaba mis ojos verdes con sus hermosos y vibrantes ojos ámbar. Las dos siguientes horas consistió en Dylan llevándome vasos rojos con contenido alcohólico y Mili arrancándolos de mis manos para beberlos o tirarlos en las plantas cercanas. Mis pies ya me mataban y el calor me asfixiaba.

Deje a Mili bailando con un chico muy agradable y Salí al patio trasero a coger un poco de aire. Fuera no había muchas personas salvo algunos muy acaramelados -preciosa te he estado buscando- Dylan se acercó a mí y me abrazo mientras besaba mi frente – lo siento Mili me arrastro por todos lados, prácticamente baile en cada rincón de tu sala – dije entre risas.

-Ven quiero mostrarte algo- Dylan tomo mi mano y me llevo fuera del patio hacia el pequeño bosque que quedaba detrás de su casa – ¿a dónde vamos?- pregunte insegura.

- es nuestro último día como estudiantes, me gustaría poder platicar contigo acerca de nuestro futuro de cómo seguiremos nuestro camino juntos desde ahora, además en toda la noche no he podido ni siquiera darte un beso.



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En el texto hay: romance, coreano, grupo

Editado: 15.04.2020

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