Microcuentos de terror

78

Los perros fueron comprados ese día para que cuidaran la casa.

Cuando la pareja empezó a pasearse en el corredor, empezaron a ladrar y a llorar. Se refugiaron el salón, pero el ruido no cesó.

A la semana se tuvieron que mudar. No era la primera vez que abandonaban un hogar a causa de los perros.

Por alguna razón, a los canes no les gustan los fantasmas. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.