Microcuentos de terror

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Papá murió de forma horrenda en los límites de la finca. Le faltaba la mitad de la garganta y marcas de zarpas adornaban su cuerpo. Una fiera, dijeron, un león seguramente. Fue la versión que se mantuvo. Pero ahora sé la verdad.

Recién me desperté a causa de unos terribles aullidos. Escuché ruidos y fuertes pisadas en el interior de la casa. Entreabrí la puerta de mi habitación y vi al ser semi-humano que acabó con mi padre. Saber que los licántropos existen fue toda una revelación. Sin embargo, lo que me dejó en shock fue ver a la criatura vestida con restos del pijama de mi madre.    




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