Se dice por allí, de boca en boca, que en la antigüedad, cuando los humanos se regían por las dictaduras de las potencias mayores, había una maldición.
Esa maldición. ¡Maldita maldición!
Que te hacía pecar.
Esa maldición. ¡Maldita maldición!
Que te hacía errar.
Esa maldición. ¡Maldita maldición!
Que te hacía amar.
En esos tiempos las formas de gobierno eran muy estrictas. Todos debían seguir las normas de la tiranía gobernante por un mismo deseo, el de robar al pueblo. Quien no lo hacía estaba condenado a la muerte y si lo hacías estabas condenándote a una vida de sufrimiento y esclavitud. Todo era una paradoja, no había ni bien ni mal, por qué todos tenían su propio sentido de la justicia. Y de allí nace la pregunta, ¿Que es la justicia?. Sabemos que la justicia es solo una palabra, nadie es justo y todos perseguimos nuestros intereses propios. Así que no nos queda bien decir que sabemos ser justos, por qué todo es una gran mentira. Cómo la vida propia.
Se dice que la maldición, alcanzaba a los más débiles de corazón y voluntad, a hombres y mujeres, contaminando su alma y marchitando su corazón de tizón.
Todos peleaban entre sí, ya no sabían diferenciar entre lo bueno y lo malo, ahora todos combatían por su propio bien, para poder sobrevivir en su vida de miserias.
Desde lo alto, los grandes poderíos del mundo, miraban todo por sobre sus mansiones de oro, asqueados por la infección que produjo el descontrol del pueblo, manejando todo con sus hilos de plata, sin saber que ellos fueron los principales portadores de esta anatema.
Esa maldición. ¡Maldita maldición!
Que te hacía matar.
Esa maldición. ¡Maldita maldición!
Que te hacía codiciar.
Esa maldición. ¡Maldita maldición!
Que te hacía enloquecer.
Nadie sabe el nombre de la maldición. Nadie sabe de adonde nació, se debatían entre preguntas y cuestiones. ¿Será esta execración un trozo de la oscuridad que salió de la caja de Pandora?, ¿O es acaso un castigo divino por todos nuestros pecados?, O también puede ser una pandemia, ¿una enfermedad silenciosa que te hacía cometer todas estas barbaridades?. Nadie tiene ni tendrá nunca una réplica...
... Aunque esté más que clara la respuesta...
... Y todo nace del corazón humano...
... Donde todos guardamos nuestros más oscuros secretos... Y contaminamos nuestras venas...
Por qué esta maldición. Nace del fruto de la oscuridad de nuestras almas. Castigo divino para redimir nuestros pecados.
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