Solo. Así se sentía él. Durante años, no había tenido amigos, ni tampoco el apoyo de sus padres, pues su padre lo abandonó cuando tenía 10 años, y su madre murió de cáncer. No tenía más familiares cercanos, así que durante varios años estuvo en varias casas de acogida. El chico además tenía un don para la música. Un día, se le presentó la oportunidad de irse a vivir en un pequeño pueblo cerca de la montaña. En el festival de primavera de dicho pueblo, fue elegido para interpretar una canción. Llegó el día de la actuación, y el chico se subió al escenario. Durante la actuación, el público se quedó maravillado ante semejante talento. Entre los oyentes estaba un mánager, quien le propuso irse con él. El chico aceptó encantado, pues lo único que quería era encontrar su lugar en el mundo y ser feliz.