Dos años después de que se separaran por el hecho de que no podían estar juntos, se encontraron. Él la vio en una fiesta de Halloween cuando volvió al pueblo con su hermano, pero por estar disfrazados, ella no le reconoció. Sin embargo, él la observó entre las sombras durante un rato. Se veía preciosa, el pelo le caía por encima de la cintura, e iba vestida con un vestido ajustado de color negro con una diadema con cuernos que se asemejaban a los del Diablo, pero aun así, decidió que todavía no era el momento adecuado. En cambio, cuando se disponía a salir del bar donde se celebraba la fiesta, una voz a sus espaldas lo llamó. Él se dio la vuelta sorprendido. Ella se encontraba de espaldas a él. Aunque se encontraban de pie sin saber qué decirse el uno al otro, estaban bastante cerca, tanto que podían sentir su respiración. Finalmente, ella, sin poder contenerse, lo estrechó en sus brazos y estuvieron así durante un buen rato y él le prometió que ya se había curado de sus demonios internos y que se podía quedar con ella para siempre.