El hoyo se volvía más profundo, estaba funcionando. Sin embargo, el polvillo se alzaba por los aires haciendo que la visión de Blue Velvet e redujera, se imaginaba que Andron estaría peor. Ella entrecerró los ojos y con lo que alcanzó a ver logró notar las ventanas del lugar. Eran altas y pequeñas.
Ella extendió sus manos y sus rayos se esparcieron por el lugar, cada rayo logró impactar contra un ventanal haciendo que rompiera en pedazos. Una lluvia de cristales cayó al suelo. Sin embargo no era suficiente para despejar la zona. Necesitaba algo más grande, otro hoyo. Pero la electricidad no podía romper paredes.
Quebró las puertas de cristal de igual forma, nada.
Tosía mientras cubría su boca con el dorso de la mano. Le costaba respirar. Andron. Debería estar igual o peor, sin embargo su motivación era tal que o iba a detenerse por nada.
Salió del banco y a diferencia era descomunal a la tormenta de arena que había dentro. Vio como el sol continuaba su alzamiento pero algo más acaparó su atención. Los guardias. Los hombres armados y con uniformes señalaron su dirección y Blue Velvet cerró los ojos.
—No puede ser —pensó.
Sabía que pasaría esto pero no ahora. Podía haber sido antes pero no ahora.
Abrió los ojos. Había un camión en la entrada, un camión blindado. Era normal este tipo de camiones, transportaban efectivo o cosas valiosas. Blue Velvet corrió hasta ellos y ellos continuaron el paso. Una vez que colisionaron, Blue Velvet tomó a uno de un brazo y lo hizo girar haciéndolo caer al suelo mientras que el otro extendió su arma apuntándole. No le dio tiempo de disparar cuando ella ya estaba cara a cara con él.
Golpeó su antebrazo desviando el arma de su cuerpo, Giró y le propinó una patada en su cráneo. Estaba aturdido. El primer hombre se puso en pie y ella se agachó esquivando sus golpes, con un puño le atinó a su estómago y este se revolcó.
Otros dos hombres se acercaron a ella y esta vez ella permaneció inmóvil. Los oficiales extrajeron sus armas pero esto le dio placer a Blue Velvet. Una sonrisa llena de malicia se asomó en su sonrisa y los hombres dispararon. Eran tasers, un arma de electrochoque. Los cables la rodearon y enviaron choques eléctricos a su cuerpo.
Ella no sufría, no agonizaba. Los hombres fruncieron el ceño. Estaban confundidos. Parecía que tenía un ¿Orgasmo? Ella tomó los hilos y los apartó. Estaba un poco más cargada de energía pero no estaba llena. Corrió hasta ellos y saltó propinando una patada al hombre del medio, tomó el puño de uno de los hombres y pateó su estómago dejándole sin aire. El tercero lanzaba puños al aire mientras que ella los evadía fácilmente con movimientos de hombros. Parecía bailar con él.
No podía hacerle daño, solo estaba haciendo su trabajo. Tomó su puño y dejó que unas chispitas brotaran de su cuerpo hasta el de él. Esas chispitas llegaron a su sistema nervioso haciendo que se “apagara” como una máquina. El hombre cayó al suelo y vio sobre sus hombros como los oficiales se levantaban del suelo. No podía hacerles más daño así que corrió.
Si tenía posibilidades de no usar sus habilidades los iba a tomar. Siempre se recordaba que el uso de sus rayos era solamente para emergencias, o para joder a los demás. Corrió en sus tacones y se adentró al coche siendo un rayo atravesando las ventanas y las pequeñas aperturas. Se sentó en el asiento del piloto tomó e volante entre sus dos manitas. El auto era más grande que ella, apenas y podía tocar los pedales.
Mas chispas brotaron de sus manos hasta el volante para luego adentrarse a la computadora del coche, prendió la batería y logró arrancar el coche. Pisó el pedal de aceleración y se adentró al banco. Atravesó la entrada y logró colisionar contrala puerta. Salió del coche antes de que se estrellara contra el banco.
Admiró como la pared comenzó a caer dejando que el polvillo se esparciera por el aire. Extendió sus manos nuevamente y manipuló el coche desde afuera haciendo que diera en retroceso sin necesidad de estar dentro.
De nuevo, usaba sus habilidades solo cuando le viniera en gana. A veces le gustaba juguetear.
La pared de la entrada estaba derrumbada. Había más aire. Escuchaba a los oficiales a sus espaldas reportando algo en su comunicado. No les dio importancia y saltó por encima de los escombros viendo como lo estaba pasando Andron.
No le faltaba mucho, el hoyo estaba hecho. Era más grande que él y eso daba mucho que decir.
—¿Todo bien allá abajo? —Preguntó Blue acercándose a su amigo
No logró escuchar nada. Su velocidad debe de impedirle hablar. En sí, cada vez que hablaba le era difícil seguir el paso.
—Tomaré eso como un si —Blue Velvet vio fuera del banco y no había nadie.
Por sus experiencias era peor que no hubiera nada o nadie a que hubiera personas. Suspiró.
—No quiero apresurarte amigo —gritó Blue Velvet—, pero creo que…
El sonido de unas piedras cayendo la hizo callar. Había encontrado el cuadrilátero donde se encontraban sus amigos. El suelo comenzaba a partirse poco a poco hasta que las piedras cayeron y un aro se reveló en el suelo.
Andron cayó hecho un ovillo y alzó la mirada. Aún continuaba el bombillo encendido. No era nada comparado a la luz de la superficie.
#31552 en Otros
#4509 en Acción
#22761 en Fantasía
#9095 en Personajes sobrenaturales
Editado: 19.11.2024