Sangre original, y la cabaña del terror.
Luego de lo sucedido en la mañana decidimos venir a la biblioteca del pueblo y revisar algunos libros que quizás podrían ayudarnos a Klaus y a mí con nuestra confusa situación.
─Encontré algo ─anunció en voz baja mostrándonos el libro y haciendo un gesto para que nos acercáramos.
─Que encontraste ─pregunté sentándome a su lado.
Habían pasado un buen par de horas desde que llegamos y esperaba que esto nos dijera algo interesante o informativo sobre lo que nos estaba sucediendo a ambos.
Aro tomó asiento a mi lado y Klaus comenzó la lectura.
─Es la historia de este pueblo ─anunció, no era sobre nosotros, pero serviría saber un poco sobre el pueblo para las clases de historia─. Dice que este pueblo fue fundado en 1810 por William Shakes Duquenmbirg, un vampiro original, el pueblo se llamaba Midnight Sun, se dice que aquí vivía toda clase de seres sobrenaturales de las que aún se desconoce su procedencia.
Este pueblo era toda una joyita entonces, me había venido a meter al corazón de todo lo que yo he tratado de ignorar desde siempre. Magia y sobrenatural son dos cosas que abarcan y resumen lo que detesto, lo que para muchos solo eran historias de fantasía o cuentos de terror, para mí, era real, mi vida real.
Sacudí mi cabeza para ignorar esos pensamientos y concentrarme en el relato.
─Era un pueblo que reinaba con la magia hasta que un grupo de cazadores invadió el pueblo y acabó con casi todo, puesto que se llevaron algunos para investigar su naturaleza y comportamientos, y otros escaparon a tiempo, luego de eso este pueblo paso a ser llamado Fillestom en nombre del cazador que mató a el vampiro fundador, luego se establecieron aquí sin problemas ─finalizó la lectura pero no despegó su mirada del libro titulado "Historias de nuestro magnifico y dulce hogar", era el titulo más largo que había leído en mi vida, además de ser el más estúpido e irónico─. Supongo que las pocas especies sobrenaturales no tuvieron fuerza o valor por luchar por lo que era suyo. Llevan años sin "reaparecer", piensan que se extinguieron.
Pero aquí estamos vivitos y coleando, por desgracia para mí.
─Y todo eso que tiene que ver con lo que les pasa a ambos ─refutó el pelinegro.
Yo también tenía esa pequeña gran duda, que tenía que ver la historia del pueblo con mis sueños y visiones. Dudaba de hecho que algo de eso fuera cierto, sonaba demasiado fantasioso y diferente a lo que realmente es.
─Hay más ─añadió mi primo aún sin apartar la mirada del libro─ solo las especies de la cadena original y los que tengan mezcla con los magos y brujas tienen dones o poderes.
─Osea que... ─dejé mi frase al aire, esto ya era demasiado para mi, cada vez la situación se agravaba, al menos para mí.
─Que podríamos llegar a ser descendientes de la cadena de vampiros originales─ escupió con total satisfacción en su rostro, como si eso para él fuera un hecho y no una suposición.
Eso no podía ser así de simple, yo no podía ser una vampira con sangre original, según decía en el libro casi todos murieron hace muchos años, es imposible que la raza se mantuviera totalmente pura, yo no podía, no quería tanto poder, nunca lo quise.
─Eso o que se andan metiendo en brujería ─soltó mi hermano tratando de no reír y borrando la satisfacción de mi primo con un bofetón imaginario.
─De eso nada señor, tenemos clase ─dijo recalcando la última palabra ─que te crees que somos, nosotros no andamos en nada de eso loco.
Rodé los ojos, en este momento carecía de paciencia, no aguantaría sus idioteces.
─Ya paren con su guerra infantil, tenemos mejores cosas que hacer ─recordé lo sucedido en la mañana─ debemos impedir que nos descubran con ese maldito altavoz del infierno, si eso llega a suceder estamos muy jodidos, literalmente.
─Es cierto, pero como lo haremos ─preguntó rascándose la nuca.
Nos quedamos en silencio durante un rato. Debíamos pensar en una forma de burlar el sistema, destruirlo o robarlo sería en vano, según lo que escuché en la mañana, ese no era el único y podría atraer sospechas o hacer que colocaran más y reforzaran su idea de nuestra existencia.
─Creo que sé como─ comentó Aro luego de unos minutos─. Vamos muevan sus vampi-culos.
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─Llevo más de una hora, una bendita hora te digo─ se quejó─ caminando sin rumbo en este puto bosque, el cuál te aseguro que si fuera un mortal ya estaría cagándome de miedo, estoy cansado de caminar y tengo hambre y sabes cómo me pongo cuando estoy jodidamente hambriento y...
Aunque él aseguraba que había pasado una hora, yo juraba que habían pasado como tres y no parecía que avanzáramos ni un poco, todo era igual, arboles aquí y arboles allá. Y por más que le preguntara a Aro a donde nos dirigíamos el no contestaba, solo nos apresuraba.
Y mi querido primo no hacía la trayectoria más amena, por el contrario, solo nos estresaba y agotaba más aún.
Juro que podría agarrarlo y meterlo de un golpe por el útero de su madre para adentro y sellar con ajo la salida, joder.
─Cállate, cállate que me desesperas joder ─gracias hermano ahora sé que eres un Lioncourt digno de llevar mi sangre y mi apellido─ te has pasado todo el condenado camino quejándote te juro por Drácula que...