Misaki, Distrito A, zona de hoteles, cerca del límite hacia el Distrito C.
Una joven sentada observaba el cielo a varios metros de altura en una terraza.
Era una buena vista. Una taza de té humeaba, su cabello ondeaba, se encontraba pensativa.
Sarah escuchó ruidos en la habitación.
Rápido ella recuperó la conciencia.
—Hemos vuelto —dijeron dos mujeres.
Tama y Karin se sentaron cada una en una silla alrededor de la mesa.
—Es bueno ver que estás motivada —comentó Karin.
Ella había notado un sobre abierto.
Papeles se encontraban regados en la mesa, apenas sostenidos por unas libretas.
Tama revisó los documentos entrecerrando la mirada.
—Hay mucho que deseo saber, pero con esto basta para tener un objetivo en mente. Ahora, hablemos sobre la información que cada una obtuvo. Empieza tú, Karin —habló Sarah tomando su taza de té y bebiendo un trago.
Tama salió del lugar buscando algo en la cocina.
—Con respecto a la información sobre las reliquias. He confirmado lo que se sabe de la Reliquia de la tierra. Su portador está vinculado con una banda criminal y parece estar en conflicto con otra en la ciudad. Aunque pude obtener algunas ideas sobre el cómo han sido los enfrentamientos, no pude conseguir la ubicación del portador ni hallar información sobre las reliquias desaparecidas. Apenas obtuve el nombre de su organización con algunas de sus prácticas. Aquí se encuentran los detalles —dijo Karin pasando un cuaderno que llevaba a Sarah.
La joven le dio un vistazo.
Tama regresó con dos tazas de café. Le pasó una a su amiga, quien le agradeció sonriendo.
Sarah dejó de leer tomando una hoja que tenía en la mesa y comparándola con lo escrito en el cuaderno.
—¿Algo interesante? —preguntó Karin sonriendo.
El olor al café y el sabor en su boca eran placenteros. Mataría por una taza de café si se viera obligada. Nada era mejor que eso.
Tama se limitaba a beber sumida en sus pensamientos. De vez en cuando su ceño se fruncía con asco.
—Nada importante. Es una idea que se me vino a la mente cuando leí esta parte:
"El último enfrentamiento de la banda criminal del portador de la reliquia de la tierra fue hace una semana. Debido a eso, fueron desplazados a la zona C después de perder efectivos".
—Luego, con lo que dice la otra hoja:
"Algunos hombres armados de una banda peligrosa tienen contacto con la Iglesia de los Santos. Hay pruebas de que trabajaron juntos en algún momento. Esto sucedió pocos días antes del secuestro".
—Si ambas informaciones son ciertas, hay una probabilidad de que el incidente de mi hermano tenga conexión con las bandas criminales. Sin embargo, no tengo nada que lo confirme. Ignórenlo por ahora — dijo la joven en tono serio.
Tama y Karin asintieron a sus palabras.
Era turno de Tama de hablar.
—Investigue sobre la situación política y económica de Misaki. Un cierto sector de empresas está monopolizando el mercado. Con lo poco que reunimos de la ciudad antes de llegar y lo que vi aquí, es seguro decir que se está eliminando la intervención extranjera de un país. Mira, esto —dijo Tama sacando un periódico doblado de su bolsillo y pasándoselo a Sarah.
La joven revisó los titulares frunciendo el ceño.
—Ahí leerás sobre la inversión de las empresas de la República China en Misaki, además de los problemas de derechos de los trabajadores en las empresas de América. Si lo piensas, la República China parece interesada en obtener mayores sucursales. Ha estado contratando a mucha gente además de dar mejores salarios. En cambio, las empresas de América están despidiendo a sus trabajadores. Es lo mismo que Yumida había dicho —concluyó Tama con una mirada aguda.
Sarah entendía la gravedad del asunto.
—Las empresas de América están sufriendo problemas en Misaki. Eso explica la poca influencia de los Guardianes y por qué la mayoría de los inversores son de la República China. Es como si trataran de cerrar la circulación de información filtrada que pueda recibir América. Después de todo, la Central de los Guardianes y Maestros se encuentra en ese país. Si alguien está detrás de esto tiene bien controlado los medios de información. Lo que sea que se esté tramando esta vez debe ser grave si involucra un plan tan elaborado —explicó Sarah con la mirada pensativa.
Sus palabras no eran un juego. Si uno era perspicaz, notaria ciertas pistas.
Monopolio comercial = Evitar la filtración de información.
El rechazo de América = mayor poder político en la ciudad y menor control de los Guardianes.
Toda esa información se sentía mal.
Como si algo terrible estuviera por suceder.
Sarah recordó a su tía y el sobre que le había dado con la información de su hermano.
Un mal presentimiento se alojó en su corazón.
—Tengo la ligera sospecha de que todo esto podría provocar un ataque a la sede de Guardianes y Maestros en la ciudad. Es claro que sus objetivos son tener mayor control de Misaki. Mientras exista la organización de guardianes y maestros aquí, no podrán hacer lo que quieran. Habría ganancia en eliminarnos. Por ahora, enfoquémonos en nuestra misión. Mañana, cuando regrese a la sede de la ciudad, hablaré con la jefa. Tal vez tenga más detalles sobre esto. Ustedes continúen investigando. Necesitamos contactar con alguna de las reliquias. Es necesario para tener un plan B por si las cosas empeoran —terminó de hablar Sarah con una expresión solemne en su rostro.
Su discurso no desánimo a las mujeres.
Ellas sabían lo peligroso que era meterse en Misaki.
Ahora que tenían algunas cosas claras, debían enfocarse en su misión de rescate.
—¿Qué encontraste sobre tu hermano?—preguntó Tama.
Sarah entrecerró su mirada levantando una de las hojas y pasándola a la mujer.
—De lo que se logró descubrir sobre el secuestro. Se sabe que la Iglesia de los Santos tiene algunos tratos ilícitos de trata de personas en esta ciudad. Hay testigos que observaron a mi hermano ser llevado por ellos. Tengo pensado confirmar por mi cuenta la información cuando complete una misión mañana. Mientras hago la misión, necesito que se trasladen temprano al distrito C. Es seguro que mis acciones traerán muchos problemas a este lugar durante unos días —ordenó Sarah con voz firme.