Miedo a la verdad

Capítulo 15

Isabella llegó a la comisaría, entró, se ponía tensa cuando entraba allí, y era revisada por

La policía femenina, pero la ilusionaba ver a Andy, hacerlo sentir un poco más reconforta-

do.

Si pudiera le quitaría ese dolor por la muerte injusta de Carla y por la impotencia de no ser

creido, encerrado y acusado de ser su asesino, pero, sólo podía tratar de mostrarse se-

gura y confiada, para que él también lo creyera, aunque por dentro se estuviera muriendo

de miedo.

La llevaron a la salita, que ella ya conocía, donde debía esperar a Andy, al cabo de unos

minutos vino el policía acompañando a su hermano, se abrazaron y se dieron un beso,

Andrés dibujó su mejor sonrisa, quería Isabella  siguiera sufriendo por él.

_ como estás hermanito, sé que es una pregunta tonta, pero desearía que te sientas lo

mejor posible

_ estoy bien chiquita, no lo vez en mi cara, me tratan bien, tengo un compañero de celda

con el que puedo hablar cualquier tema y con quien muchas veces, no necesitamos de-

cirnos nada, respetamos nuestros silencios

_ ah, bueno –rio Isabella- estás bárbaro y yo preocupada por vos

_ contáme, que novedades tenés, decime algo de lo que pasa en el mundo, te llamaron

de la agencia

_ muchas preguntas juntas, te voy a contar todo con lujo de detalles, pero, a mi tiempo,

por empezar, voy muy bien con mis cursos en la facu, en el colegio, estoy muy con-

tenta, tengo unos alumnos un poco ruidosos, pero cuando se entusiasman con la clase

no vuela ni una mosca

_ estoy seguro que mi hermanita, logra sacar todo su temperamento y no permite que na-

die la contradiga

_ ah no!, esa es tu opinión de mí, me considerás una déspota, pero, te equivocás, mis cla-

ses son muy democráticas, escucho todas las opiniones, aunque no coincida siempre con

ellas, todos nos respetamos

_ claro que sí, seguro que aceptás todas las opiniones, que todos digan lo que piensan,

pero, después llega la venganza en el examen y en las notas

_ sos insoportable, no puedo hablar en serio con vos

_ pero, si estoy hablando con la verdad, es que acaso la pequeña tirana, cambió tanto,

que yo recuerde, cuando no se hacía tu voluntad, me castigabas con la indiferencia y no

me hablabas por varios días

_ en serio, estás hablando de mí? De tu hermanita menor que siempre te defendió, aún

cuando eras culpable

_ claro, que sí, me defendías y luego te cobrabas el favor de alguna forma

_ bueno, pero, ahora, que soy adulta, revisé mis acciones y me di cuenta que debo ser

más comprensiva, sobre todo con mis alumnos

_ está bien, dejemos eso, sabés que te adoro y que sos la persona que más amo en este

mundo, pero, contame viste o hablaste con Manu

_ sí, me llamó y me rogó que viniera a verte, dijo que andabas llorando por los rincones

porque me extrañabas

_ si te dijo eso, que no lo creo, te mintió, yo estoy bien, me gusta que hayas venido a ver-

me, pero, tenés que seguir con tu vida y no preocuparte por mí

_ Andy, como no voy a preocuparme por vos, aunque, quizás, no debería, porque veo que

estás bárbaro y seguís siendo tan antipático y soberbio como siempre

_ aquí me estoy perfeccionando, hermanita, no creas que porque estoy en esta celda, voy

a permitir que hagas tonterías con tu vida, aunque no estemos en contacto directo, me

mantengo informado, le debés respeto a tu hermano mayor

_ ja, estoy independizada, y sabés que no hago tonterías, es que acaso, Manuel te vino

con algún chisme

_ hermanita, me estás ocultando algo?

Isabella se sintió incómoda por esconderle cosas a Manu, pero, todo era por su propio

bienestar.

_ no, estás desconfiando de mí?, sé que tu amigo, siempre se está metiendo en lo que no

le importa, que te dijo ahora?

_ no me dijo nada y sos injusta con Manu, sabés el cariño que siente por nosotros y  si al-

guna vez te dijo algo que no te gustó, no fue por entrometido, sino, porque quiere prote-

gerte al igual que yo

_ les agradezco a los dos, pero, ya puedo cuidarme sola y no necesito otro hermano ma-

yor, con uno me alcanza

_ claro, y te sobra también no?

_ te quiero Andy, lo sabés bien, reconozco todo lo que siempre hiciste por mí, cuando

era pequeña e íbamos juntos al colegio, yo me sentía segura a tu lado

_ sí y también recuerdo las veces que te peleabas con tus compañeras, y venías llorando

pidiendo mi ayuda, yo iba a enfrentarlas, hasta que descubrí que vos eras la que empe-

zabas los líos

_ pero, te das cuenta que nunca podemos ponernos de acuerdo, yo te agradezco con to-

 da mi sinceridad tus cuidados, te abro mi corazón y vos me tirás tus reproches

_ te juro que no son reproches, sólo quería hacerte rabiar un poco, además no quiero

ponerme melancólico, me emociona que te sintieras a salvo a mi lado

_ hablás en serio, Andy o te estás burlando de mi?

_ no, chiquita, sos mi hermanita querida, mi pequeña pendenciera – rien los dos

_ Andy, hablé con mi profesor

_ ah sí, y que te dijo que no le interesa mi caso, o que sus honorarios son muy elevados

para mi presupuesto

_ pero, por favor, como se te ocurre, cuando tu hermana se propone algo, lo consigue, el

doctor Ocampo aceptó defenderte

_ en serio, Isabella no te puedo creer, así que tu profesor aceptó hacerse cargo de mi

caso

_ así es, me dijo que vendría a verte y te iba a asesorar sobre tu declaración en Tribuna-

les

_ gracias, me estas dando una gran noticia, pero, que hay con los gastos, cómo le vamos

a pagar, yo no estoy trabajando y tampoco tengo demasiados ahorros, no puedo pedir un



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En el texto hay: intriga y romance, suspenso

Editado: 19.03.2022

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