—¿Mi... Amigo? —soltó dubitativo Jack.
Esa palabra le provocaba fuertes sensaciones a su pecho: entre incertidumbre, a una alegría que puede llegar a la euforia.
Nunca le habían propuesto ser amigo de nadie, así que no sabía muy bien qué responder. Por supuesto que quiere ser amigo de alguien, pero tampoco estaba muy seguro si debía confiar en el pequeño, teniendo en cuenta que hace escasos minutos, había atacado, indirectamente, la amistad entre Mochi y él.
Pero, tras soltar un suspiro, asintió con un leve movimiento de cabeza a la pregunta de Christian.
—¿Qué puedo perder? —Estiró la mano hacia el rubio—. Podemos ser amigos.
Chris, al escuchar la respuesta, no pudo evitar sonreír de oreja a oreja, agarrando frenéticamente la mano del mayor. Sinceramente no se esperaba esa respuesta. Se encontraba realmente contento.
—¡Perfecto! —Y sin previo aviso, empezó a mover el brazo de Jungkook como si su vida dependiera de ello. —¡Amigos!
Jack, al ver al chico delante suya, se sintió acogido. Christian tenía los mofletes sonrosados y, aunque estuviera muy alegre, también se podía notar su nerviosismo. Un acto que le pareció tierno al pelirrojo.
No pudo evitar reír.
—Anda no seas tonto, y déjame trabajar. —Tras decir eso, siguió trabajando atendiendo a las jirafas y a los elefantes del Zoo, ante la atenta mirada del menor, mientras hacía alguna foto.
~*~
En otra parte de la ciudad, se encontraba un joven chico de cabellos azabaches mirando tiendas de ropa y escaparates de cualquier tipo de joyería. No sabía que hacer en su tiempo libre, mientras se encontraba de vacaciones en su trabajo.
—¡Agh! —Murmuró al ver que no había nada de su interés y por si fuera poco solo tenía 200 wons en la cartera. —¿Y ahora que puedo hacer?
Siguió viendo escaparates, hasta que vio en la televisión un anuncio de que habia nacido una cría de delfín en el Zoo, así que impresionando, fue allí a ver esa criatura tan hermosa.
—Waaa, es preciosa. —Hacía varias fotos mientras observaba aquel animal, haciendo acrobacias. —¡Sigue así!
Tras ver el espectaculo de los delfines, decidió comprarse un helado y ya de paso ver el resto del Zoo, hasta que se percató de otro pequeño animalito.
—Ey, ¿cómo te llamas? —Tocó la trompa de nuestro querido Mochi como si el destino también lo hubiera atraído.
—¿Tú quien eres? —Habló Jungkook dudoso al ver que era un hombre extraño quien había animado a su Mochi y no Christian.
—Hola, me llamo Tomás Kim, un placer.
—El placere es mío...
Desde ese instante, supo Jack que algo iba a suceder, pero no sabía muy bien qué podría ser. Pero sentía que su vida iba a cambiar mucho. Christian y Tomás iban a ser muy importantes en su vida.
Mientras pensaba ensimismado en aquello, a lo lejos escucho una voz que lo tranquilizaba, haciendo que volviera a la realidad.
—Jack, ¿quién es él?
—Soy Tomás Kim, he venido a ver a los delfines, y cuando estaba dando una vuelta me encontré con él. —Señaló a Mochi que en ese mimo momento estaba bebiendo agua.
—Entiendo... —Dijo Chris, mirando de reojo a Jack, que no dejaba de mirar a Tomás.
Y la primera vez sintió miedo de perder a una persona. Sintió celos.
Él no dijo nada más y se fue con Jack a su lado. Sentía que debía proteger lo que era suyo. Pero ni siquiera era de él, no siquiera habían comenzado a ser amigos. ¿Cómo podía tener un pensamiento tan posesivo?
—Bueno chicos, ha sido un placer, otro día nos veremos. —Tomás, al sentir la incomodidad que se había creado, decidió irse.
—Hasta luego, Tomás. —Dijo Christian, mientras acariciaba a Mochi que había vuelto de beber agua, haciendo énfasis en su nombre.
Mientras tanto, el silencio entre los dos jóvenes se había hecho presente, y Jack no sabía muy bien como romper el hielo.
—No sé quién era. No lo había visto nunca.
—Ya veo. Bueno, da igual. —Christian dejó de acariciar al elefantito y miró al mayor. —¿O no da lo mismo?
—Sí...da igual.