Miedos

Floripondios

Nuevamente la es escuchado la música de las trompetas en el jardín trasero de mi castillo. E igualmente mande nuevamente a los guardias a averiguar quiénes ha tocado aquel maldito instrumento, que no solo perturba mi sueño, sino también mi paciencia. Pero al igual que las otras ocasiones mis guardias no han encontrado nada.

Siento como mi cara comienza arder debido a la ferviente furia que comienza a emerger por lo inaudito de la situación. Como era posible que mis guardias y caballeros fuertemente armados fueran burlados las ultimas doce noches por un grupo de malandrines que osaban a costa mía tocar aquellas trompetas en mis dominios.

Pero me tranquilizo a sabiendas que al menos tengo la certeza que una vez que los guardias se instalaban en el jardín, el resto de la noche seria tranquilo. Así que nuevamente retorne a mi cama, con la esperanza de conciliar el sueño rápidamente. Sin embargo, el repiquetear de las trompetas nuevamente comenzó, esta vez con mayor intensidad que las noches previas.

¿Cómo esto era posible?

Me asome rápidamente a la ventana francesa que daba a la parte trasera, encontrando que mis guardias y caballeros de tuno se encontraban parados sin indicio de moverse en la dirección en la que la música se escuchase. Me enfurecí nuevamente, llamando con furia a uno de los sirvientes de tuno para que llamara nuevamente al caballero en jefe y reprimiera la insolencia de sus hombres ante lo que estaba nuevamente ocurriendo. Pero el sirviente jamás se presentó. Eso me trajo una sensación de inquietud.

Nuevamente dirigí mi atención al jardín, viendo impotente como las personas fuera no se movían mientras yo, su señor escuchaba con impotencia la musuca de aquellas trompetas incesantes.

Tome mi bata, no me quedaría más tiempo sin hacer nada. Si era necesario despediría a todos mis guardias y caballeros si los encontraba culpables de cooperar con los malandrines causantes de este escándalo.

No tomo micho tiempo cuando llegue a la entrada del jardín. Pero en el momento en que puse pie en el jardín las trompetas se detuvieron abruptamente, como si supieran de mi presencia. Dejando un inquietante silencio, porque ni los grillos o el viento se escuchaban. Sin embargo, eso no me detuvo.

Caminé al guardia más cercano y lo ale del hombro, y me arrepentí de ello. Su rostro ya no era la de una persona viva, en cambio fue remplazada por la de una carabera blanca.

Deje salir un grito ahogado, mientras sentía como la sangre de mi rostro era drenada de golpe. Trate de pedir ayuda de los otros hombres, pero estos al igual del primero tenían una apariencia espectral. Y como si se bullaran de mí, las trompetas retomaron su música con una melodía macabra. Todo a mi alrededor comenzó de a deteriorarse y pudriese. Mi magnifico castillo ahora era solo una pila de rocas cubiertas por maleza. El resto de los hombres y sirviente pasaban a ser huesos blancos, apenas cubiertos por tiras de lo que alguna vez fueron sus ropas.

Ahora solo me hallaba yo, intacto en todos los aspectos causándome de alguna manera alegría, pero esa sensación no duro mucho. Las trompetas ahora pasaron a una melodía deprimente.

Gire mi vista a todos los lados posible inclusive al cielo estrellado encontrándome solamente con arbusto de floripondios.

Ahora que lo pienso las flores de eso arbustos tienen otro singular nombre “las trompetas del juicio final”.



#3080 en Terror
#13952 en Thriller
#5736 en Suspenso

Editado: 05.05.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.