El día del estreno de “Hamlet” estaba aquí, y yo estaba aún más nervioso que Jeremy quien era quien se subiría en un media hora a ese escenario a deleitar a las personas con su actuación.
Alguna vez han visto a esas personas que parece que han nacido para algo en especial? Que pareciera como si trajeran consigo ese talento desde que nacieron?
Jeremy pertenecía a esa clase de personas. Y lo sabía, por supuesto que lo hacía.
Aún recuerdo las horas que me hizo pasar , sentada en su sillón , mirando las grabaciones y fotos de cada una de las obras en las que participó desde que estaba en jardín de infantes.
Por supuesto, al igual que a Raven , a él le daban los mejores papeles, porque quien no querría a un niño tan tierno como ese frente al escenario, captando no solo las luces de los reflectores,si no que también las miradas del público?
Me sorprendió sin embargo, una vez que me contó que había participado en un casting para ser modelo de una reconocida ropa para niños, ropa que yo nunca pude usar claramente porque no venía de mi talle, y a él lo habían rechazado.
-Fue el PEOR día de mi vida- exclamó con su mejor aire telenovesco.
Si yo tuviese que enumerar la cantidad de “peores días” que había tenido a lo largo de estos años, creo que pasaría una semana entera hablando de ellos.
Y todos tenían en común a dos personas, que resultaban ser ni más ni menos que Raven y Ken. El dúo dinámico.
Caminé hasta el camerino de mi amigo y di tres golpes secos en la puerta.
-Se puede?- pregunté mientras entreabría la puerta.
-Estoy decente-respondió.
Pero no lo estaba. Por lo menos no de la cintura para arriba. No me malinterpreten, no era la primera vez que lo veía de aquella forma, habíamos ido juntos a la piscina y eso, pero esto era totalmente diferente.
-A esto le llamas estar decente?-inquirí.
-Podría estar usando nada de la cintura para abajo-rió.
-Y tu quieres traumatizarme de por vida,no?
-Por qué lo haría? Eres mi novia, tarde o temprano, me verás de esa manera.
Estaba segura de que mi mandíbula rozaba el piso luego de escucharlo decir aquello.
No podía creer que tuviese el descaro de decirlo.
Ahora tendría esas imágenes en mi cabeza por horas.
A veces realmente odiaba a mi imaginación.
-Sabes una cosa?-pregunté.
-Qué?
-Hay algo que me traumatizará más que esa imagen que pusiste en mi cerebro y es la de imaginarte usando mallas.
-Por qué dices eso?
- Demasiado detalle.
-Quieres decir que no estás lista para ver todo esto?-giró dándome una muestra de su trasero.
-No, no lo estoy y tampoco estaba lista para aquello.Gracias.
-No hay de que.Ahora necesito que te vayas , salvo que quieras ayudarme a meter todo esto en esas ajustadas mallas.
-Paso, me voy de aquí.
-Puritana-exclamó-Te reservé un lugar en la primera fila , junto a mis padres.
-Oww , eres tan dulce.
-Lo mejor para mi chica.
-Rómpete una pierna- dije antes de salir por la puerta.
Mientras caminaba por el pasillo, podía notar en la atmósfera ese olor tan particular que solo en los teatros se dan.
El glitter, el olor del vestuario, la pintura aún fresca en los decorados, y oía la música también.
Música que para algunos era de mal gusto, pero para mí era algo tan gratificante que no podía decir lo mismo.
Un sentimiento de nostalgia me inundó al recordar que luego de este día, entraríamos en vacaciones.
Cuando llegué a los asientos, los padres de Jeremy ya se encontraban allí, luciendo orgullosos de su pequeño, que debutaría en el papel del joven Hamlet.
Estaba segura de que lo haría de maravilla, siempre lo hacía, no había nada que Jeremy hiciera mal.
Me senté junto a su madre, Marlene y la saludé junto a su padre, John.El director hizo su aparición y tomó el micrófono para invitarnos a disfrutar según él de “espectáculo escolar de esta temporada”.
Comentario que no les había caído muy bien a los chicos del equipo de beisbol y menos a los de futbol americano.No eran personas que disfrutaran de compartir la atención con el resto del mundo. Menos aún con el grupo de teatro.
Las luces se apagaron y la música comenzó ,dando comienzo a la obra.
La gente alrededor reía y lloraba , y se asombraba con las actuaciones de los chicos , que se lucieron en ese escenario. Mi momento favorito fue cuando Jeremy dijo la célebre frase de la obra y se robó el aplauso de todo el público que estaba allí. Yo incluída ,por supuesto.
Nuestro director volvió a subirse al escenario para anunciar que era momento de entregar las flores al elenco de la obra. Y un nudo se formó en mi garganta al pensar en ello.
Mi mayor preocupación era como actuaría Jeremy en aquel momento.
Me abrazaría?
Me besaría en la mejilla?
O peor…me besaría en la boca?
Estaba lista yo para sentir sus labios sobre los míos? Y que todo el mundo viera aquello?
Supongo que lo descubriría dentro de poco. Las chicas del comité de bienvenida se acercaron hacia mí con un gran ramo de flores y me paré en el mismo momento en el que lo colocaron en mis manos.
-Ya regreso-mascullé en voz baja a los padres de Jeremy.
Mientras subía los escalones que me separaban del piso, me recordaba a mi misma que tenía que respirar, lo último que necesitaba era desmayarme en ese lugar, frente a toda la escuela. No quería darle más material a Raven o Ken para que se rieran de mí.
Al llegar al lado de Jeremy me dí cuenta de que tenía demasiada suerte de que el micrófono estaba lejos de donde yo me encontraba, de otra forma , estaba segura de que mis latidos se escucharían en todo el auditorio.
-Ahora se les entregará a este maravilloso elenco un detalle por su maravillosa interpretación de esta noche-dijo el director mientras uno por uno les dábamos el obsequio a los geniales actores y nos colocamos a su lado.