EL SECRETO DE LA VIDA
Muchas veces me pregunto ¿por qué la gente pelea? ¿Realmente importará quién está en lo correcto o quién estará equivocado? Me pregunto…
¿No están simplemente satisfaciendo su ego mientras discuten con sus llamados “enemigos”?
Me pregunto, si la vida es tan larga, ¿no será el poder del amor más fuerte?
Muchas veces, me pregunto… ¿cómo pueden cosas tan tontas como el ego dominar al amor? ¿Dónde está el mensajero de paz, la hermosa paloma?
Me pregunto, me pregunto… La gente encuentra excusas para arruinar sus propias vidas, resulta tan extraño que aún el amor puede convertirse en razón para sacar cuchillos, celos, odios, diplomacia. ¿Son éstas las palabras que enloquecen al hombre? O… ¿será el hambre de obtener más?
¿No seremos nada mejor que acumuladores de cosas?
Realmente, me pregunto…
Esto hace que mi corazón duela, cuando las nubes de la guerra traen vidas que se extinguen. La única necesidad del día es amor.
Lo que necesitamos es amor. Lo que queremos extender es amor. Lo que queremos recoger es amor. El amor… ¡el secreto de la vida!
El amor, una palabra pequeña pero con un significado muy grande.
El amor es el secreto de la vida. Todos tenemos hambre de amor, aunque algunos lo oculten.
Desde siempre, durante todos los tiempo, hombres y mujeres hemos necesitado del amor, esa palabra secreta y mágica que rige nuestra vida, esa necesidad imperiosa de amar y ser amados, tratamos de encontrarle sentido a todo lo que nos rodea, poniendo el amor en primera fila.
Tal parece que ante cualquier duda, inquietud o necesidad buscamos una explicación y encontramos la respuesta en el amor, ¿pero realmente encontramos la respuesta? ¿Sabemos realmente qué es el amor y dónde habita?
Independientemente de la clase social, nivel económico, religión, raza o edad, el ser humano no está preparado para vivir sin amor, no fuimos hechos para tolerar el vacío que podría producirnos la usencia de amor.
Si hay algo noble a lo que el ser humano nunca podrá renunciar es el amor; la fuerza que mueve al mundo. El amor ha inspirado a poetas de todos los tiempos, se ha tratado de darle vida en las notas de incontables canciones, los filósofos lo interpretan a su manera, y hasta ha sido objeto de estudios científicos.
Cuando una pareja rompe su relación, suele escucharse decir “mi vida sin amor no tiene sentido”, “siento que nunca voy a encontrar el amor de nuevo”,… Si nos detenemos a pensar por un momento podríamos darnos cuenta de que el amor no se limita a una persona, el amor lo vemos, lo sentimos, lo tocamos, está en todas partes: en nuestra familia, nuestros hijos, en las personas que se nos cruzan día a día, está en ti, en mí, en una flor que adorna los campos, en la tierra cuando se siembra, en el canto de los pájaros que le cantan a la mañana, en el sol que nos anuncia que llegó un nuevo día, en el árbol que nos da su sombra, en el río que se serpentea alegremente y nos brinda sus aguas con amor, en el cielo que nos brinda las estrellas cada noche y se inclina reverente ante el majestuoso y profundo mar, el cual brinda el sustento a los pescadores que provee a sus familias con amor.
No importa cuánto digan, cuánto escriban, cuánto investiguen, cuánto busquen, el amor está en nosotros, está en el corazón noble del ser humano. No importa cuán duro o agresivo parezca, el amor no es un privilegio para ricos o pobres, es el idioma universal, no se tiene amor porque las cosas sean bellas, son bellas porque tienen en sí mismas el amor.
Nos afanamos y enfocamos el significado del amor en una sola persona, nos olvidamos de las cosas simples que también encierran el amor puro y desinteresado, nos olvidamos del amor más sincero y sin falsedades, el que nos damos a nosotros mismos, porque si nos amamos a nosotros mismos es mucho más fácil descubrir el amor en todo lo que vemos y sentimos.
El amor no se busca, el amor no se pide, no se pelea, el amor nos saluda cada mañana al despertar, el amor habita en ti.
Así en silencio mi mente viaja entre los recuerdos, entre palabras perdidas, pensamientos encontrados y nunca dichos. Aquí entre los brazos de Isco todo comienza a cambiar, mi vida vuelve a cambiar. Sin poder evitarlo, sin poder remediarlo, cambia.