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— ¡EunJi! —Escuchó la chica a un costado de su oído y ahí se encontraba Hella, la chica más bonita que podrías ver en todo el instituto, al menos para ella—. ¿Me has puesto atención con lo que te he dicho?

— Solamente escuché hasta "Hoy en la mañana..." —Confesó con pocos ánimos redoblando la camisa del uniforme.

— De verdad que en estos últimos meses has estado demasiado despistada. —Formó un pequeño puchero y fue a su lugar al ver ingresar al profesor junto a un chico.

— Buenos días. —Saludó el mayor con una sonrisa y de inmediato todo el salón le respondió con el eterno saludo de: "Bueeenos días"—. Como se los llevo comentado desde hace algunos días, hoy tenemos un nuevo compañero... Por favor Min, preséntate ante la clase.

— Hola, mi nombre es Min YoonGi, soy de Daegu, Gracias. —Como acto seguido dirigió su mirada hacia el profesor.

— Bien, ¿Alguien tiene un lugar libre a su lado? —Nadie parecía querer contestar a tal pregunta—. EunJi.

Las piernas de la chica reaccionaron de inmediato ante tal llamado poniéndose de pie dispuesta a obedecer la petición de su profesor de psicología.

— Porfavor, ¿Puedes cederle el lugar a tu lado a Min?

— Pero... Yo no... —Se escuchó decir al rubio.

— Claro, no hay problema. —La chica mostró una débil sonrisa al momento que con las manos lo invitaba a tomar asiento a su lado.

El muchacho no tuvo otra opción más que ir a su lado, colocó su mochila color negro sobre la silla para después tomar asiento y clavar su mirada en el pizarrón, sin despegarlo para nada. Una gran curiosidad invadió el pecho de la chica de pelos azabaches a su lado, ¿Qué hacía un chico como el en Seúl? Escuchó una vez que la universidad de Daegu había cerrado debido al poco mantenimiento de las aulas, ¿Era esa la razón por la que estaba aquí? ¿Era nuevo en la ciudad?  Aunque no acostumbraba hacer pláticas, por primera vez en su vida decidió hacerlo.

— ¿Eres nuevo Min YoonGi? —El muchacho frunció levemente el ceño al escuchar tales palabras, y respondió sin despegar la vista del frente.

— 3 Días. —Fue la respuesta.

— Oh, debe ser difícil mudarse a la capital, alguna vez lo hice. —Mostró una sonrisa.

— No sé.

— Vamos, deberías soltarte un poco más, talvez te haga bien tener algunos amigos. —Se encogió de hombros restándole importancia.

— Quizá.

— Muy bien chicos, en tres días tendremos una invitación especial al canal de televisión de Seúl, así que porfavor si tienen planes para ese día porfavor, hagan todo lo posible por cancelarlos o agendarlos para otro día.

Sonidos de lamentos inundaron todo el salón, mientras otros guardaban sus cosas y comenzaban a retirarse para el almuerzo.

— ¿Tengo que recordarles que la participación en TV cuánta como 2 puntos? Además, deben hacerlo en parejas. ¿Alguno de ustedes quiere llevarse a Min con ustedes?

— Puedo hacerlo solo. —Se apresuró a responder el muchacho saliendo del aula con la mochila al hombro.

— Tu amigo es extraño EunJi... —Bromearon algunos de los chicos.

— ¡No somos amigos, idiota! —Le devolvió ella con asco al momento que salía seguido de Hella.

Aunque en el fondo también sentía curiosidad por la distancia que mantenía. «Quizas lo hace por ser nuevo» pensó ella.

— ¿Tienes listo el borrador? —La interrumpió Hella con una sonrisa tomándola del brazo para ir a la cafetería de la universidad.

— Me desvelaré esta noche, aún faltan algunos detalles. —Le comunicó.

Hella asintió mientras iban por su comida, a una buena distancia, en la fila se encontraba YoonGi, con el gorro de la sudadera puesta y con la mochila en la espalda aguardando su turno para pasar, su mirada reflejaba desesperación y ira, como si tanto esperar lo pusiera de malas, pero muy contrario a su mirada, sus ojos eran tristes y apagados, una combinación extraña que solo conseguía aumentar más la curiosidad de EunJi.

— Ve y háblale. —Bromeó Hella dándole un codazo en las costillas.

— Estás loca.

— Lo llevas observando desde que llegó... ¿Sabes que? Mejor yo me voy a formar mientras tú entablas una conversación y te le declaras... —Bromeó ella.

— No... Hella, El no me gusta... Es solo que, no sé, siento que lo conozco de algún otro lugar. —Volvió su vista a la fila.

— Por ahí se empieza...

— Deja de decir tonterías y vallamos por unas bebidas... ¿Quieres?

[...]

— ¡Porfavor deja de temblar! Me pones nerviosa. —Gruñó Hella a su lado. Finalmente era el día de la exposición en TV y ambas morían de los nervios—. Para colmo el maldito despertador no sonó y perdimos el bus. Espero que más mala suerte no haya.

— Solamente camina rápido y guarda silencio. —Terminó EunJi quien caminaba con una carpeta en manos seguramente con todo el material requerido.

— Hermosa solucion querida amiga.

Las dos universitarias apresuraron el paso entre risas para llegar rápidamente a la empresa en la que tan dichoso programa estudiantil se grabaría. EunJi se sentía algo incómoda, durante los tres días anteriores aquel misterioso chico se había robado toda la atención de su mente como si fuera un imán y ella un metal... Así de atraídos estaban aunque ella no quería admitirlo. Por su parte, el famoso Min YoonGi se mantenía ageno a ella, varias veces lo veía rondando cerca de ella como si la protegiera, talvez solo era una alucinación suya, quizá se estaba volviendo loca con tanto estrés.

— ¿Tú eres EunJi, no es así? —Un hombre demasiado alto se plantó frente a ellas impidiendo que siguieran andando.

— ¿Quién la busca? —Intervino Hella.

— No creo que te importe niña... Vine aquí en busca de ella, ¿Quién es?

— Yo soy EunJi. —Una sonrisa casi demoníaca se apoderó del rostro de aquel hombre quien sin ninguna muestra de humanidad impactó lo que parecía ser un arma sobre la cabeza de Hella quien calló al suelo.

— ¡No! ¡Hella, despierta! —Gritaba ella con lágrimas en los ojos.