~Les voy a contar la historia de dos muchachos que en su juventud solían llevar serenata al mismo chico...El tiempo los separó y fue también el tiempo el que se encargó de reunirlos otra vez... Y esto fue lo que sucedió al reencuentro...~
— No puedo creer que me hayas hecho esto. —Negó con la cabeza mientras sus nudillos formaban puños que hacían resultar sus venas provocando que su piel se pusiera blanca. — Yo... Confíe en ti ciegamente...
— Porfavor, tan solo déjame explicarte, las cosas no son como tú crees... Yo... —Ligeros golpecitos en su pecho interrumpieron sus palabras, el chico levantó la vista encontrándose con la cara cubierta en lágrimas de quien lo golpeaba con delicadeza para que se alejara.
— Vete... Vete lejos y no vuelvas... Yo-... Quiero el divorcio.
Las manos del chico cayeron sin fuerzas, todo su cuerpo se tensó y sintió como si un tarro de lava ardiente cayera encima de él. Quería seguir hablando, pero sabía que ya todo sería caso perdido, por más que le costará aceptarlo, las últimas palabras salidas de la boca de su esposo estaban llenas de convicción, ni siquiera un titubeo que le permitiera dudar. Lo único que pudo hacer fue asentir débilmente mientras por dentro todo su ser se rompía.
[...]
Ha estado caminando por más de unos meses, mirando al rededor, preguntando, viendo todo, solitario en todas partes... Siquiera se detuvo una vez para recuperar ese amor que tanta falta le hacía, "¿Como estaba el? ¿Se sentiría bien? ¿Lo extrañaría? ¿De quien se acompañaría?" Eran las preguntas que constantemente inundaban su mente. No existe tal día en el que no dejó de pensar en cómo recuperar su matrimonio, ahora que ambos eran divorciados, eran solo extraños, viejos conocidos del pasado.
Jungkook bajo de aquella camioneta con pocos ánimos de seguir en pie, quería llegar a su departamento y tirarse en la cama para dormir todas las horas que restaban de aquel día. Para colmo el trabajo en la oficina se duplicó y su jefe como era tan bueno decidió por el que se quedaría una hora extra hasta terminar su trabajo. En conclusión: Jeon estaba frustrado.
Sacó su celular para revisar su agenda del día siguiente y ver si era prudente dormir un poco o no. La nostalgia invadió su pecho tan pronto vio su fondo de pantalla: la foto de su boda.
— ¿Qué es lo que desea, Señor? —Preguntó la mujer tras el mostrador.
— Una copa. —Contestó al instante, la mujer le sonrió mientras le tendia una copa de tequila. Jungkook asintió llevando el cristal hacia arriba y después se alejó para tomar asiento en una de las mesas.
Un hombre ingresó en el bar meneando un poco sus pies simulando un pequeño baile, a Jeon no le interesaba mucho pero ese chico irradiaba felicidad. — XuanYu, XuanYu... —Saludó a la chica de la barra en un tono romántico—. ¿Qué haces aquí?
— Trabajo aquí Hoseok... ¿Lo olvidas?
«¿Hoseok?» pensó Jeon y finalmente alzó la vista para encontrarse con un hombre adulto vestido con sacó café. «¿El Hoseok que yo conozco?». Jungkook dejó sacar un "mhn" de manera casi nula, con un pequeña sonrisa alzó su mano captando la atención del hombre.
— ¿Hoseok?
— ¿Jungkook?
Las preguntas salieron al mismo tiempo una vez estuvieron frente a frente.
— Amigo, ven te invito una copa... —Ofreció el pelo azabache llamando a la chica de la barra.
— Ya no tomó, Gracias. —Hoseok sonrió con dulzura tomando asiento frente a el. ¡Su amigo si que había cambiado! Bueno, era más alto y lucía bien, a excepción de su expresión triste y desvanecida.
— ¿No tomas? Bien... Te invito un café... —XuanYu se acercó a los dos—. Otro tequila y un café para mi Hyung.
— Solo nos llevamos por unos meses Jeon...
— Hablando de edad... ¿Te acuerdas de nuestros tiempos? Quiero recordar la época loca, de ayer cuando teníamos 16... —Por unos minutos, Jungkook olvidó los sucesos recientes en su propia vida, estaba feliz de encontrarse con una cara familiar justo ahora. Las últimas personas con las que habló fueron los padres de su esposo, y eso solo fue para que le echarán en cara lo imbécil y poco hombre que era. Por eso creía que era bueno ver a su mejor amigo después de tantos años.
— Bien, dime... ¿Qué ha pasado con tu esposo?
— Mhn. —Sostuvo sus palabras por un momento, pero después su sonrisa se borró. —Nos divorciamos...
— Seguro te dejó por ser infiel... —¡¿Cómo brotas sal sobre una herida así?! Jeon conocía a Hoseok, estaba seguro de que solo bromeaba, pero eso había sido demasiado cruel—. ¿Recuerdas que yo le mandaba rosas? Pero lo conquistó más tu Clavel...
— Así es. —Confirmó con una pequeña sonrisa. —Llevamos juntos serenata, juntos hasta el balcón aquel...
— El 15 nosotros 16...
Un momento de silencio se coló en su conversación, Jungkook bebió su copa de tequila de un golpe como recordando algo que lo hería mucho, Hoseok le dió un pequeño sorbo a su café y observó a su amigo con el ceño fruncido. Algo iba mal.
— Solo por ser mi amigo te confieso...
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Editado: 06.03.2022