Mi corazón se ensancha y late fuerte con cada palabra que dices, es tan alucinante sentir la dopamina que me produces llenando todo mi cuerpo, hasta el último milímetro de él, tan lleno de ti, las palabras no me dan para expresar todo lo que me haces sentir cuando tus ojos me miran con tanta ternura.
Quiero que tu sonrisa sea mi motivo a seguir cada día, que tus manos me sostengan cuando ya no pueda más y que tus hombros me sostengan cuando la tristeza me consuma, quiero que seas cada segundo para mí.
Me encanta saber que te hago feliz, no hay nada que me de más placer que saber que eres feliz y más cuando es por mí, mis manos quieren sostenerte muy fuerte y nunca soltarte, quiero que sepas que cada segundo de mi vida podrás contar conmigo para lo que sea.
Eres el arcoiris en mi cielo nublado, la diosa en mi infierno, el oxigeno en el fondo de mi océano, el abrigo en mi frío invierno, tierra firme después de el naufragio, eres lo que siempre había soñado y que por más que buscaba parecía imposible de encontrar.
Las marcas en mi piel de tantas batallas y guerras perdidas contra mí mismo, por no tener a nadie que me ayude a pelearlas, las ganas de morir y de rendirme, por no tener un hombro donde llorar, ahora tiene tanto sentido el haber soportado tanto por que te encontré a ti.
Hace mucho quería expresar todas estas cosas, pero, no encontraba la persona ideal para hacerlo, gracias por hacerme tan feliz, prometo hacer todo en mis manos para que siempre estés feliz, mis ojos son como dos girasoles, que te buscan a ti tanto como ellos buscan el sol.