Mil Estrellas Por Ti

Capítulo 27

Quería dejarme ir, no luchar más pero no les daría la satisfacción de verme derrotada, escuchaba voces muchas veces o lo más posible es que en la caída haya golpeado mi cabeza, las voces parecían susurros iban y venían, escuche varios sonidos parecidos a un explosivo, ¿habré muerto? El sonido era tan horrible que no pude más y me desmaye, espero que haya justicia por mí por mi madre, que alguien nos, me rescate de este infierno.

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—Ella está bien solo tiene algunas costillas rotas y unos hematomas —dije una voz sonaba a la de un hombre mayor.

Me sentía adormecida, y tenía un zumbido en oídos un constante “pib pib pib” que parecía interminable, hice una mueca en señal de irritación y en seguida sentí el calor de una mano sobre mi mano.

—Anastasia, ¿estás bien? —dijo una voz, lamentablemente la reconocería en cualquier lugar es Stefano, aunque sentía que en cualquier momento podía dormir, sentí que estaba llorando ¿por mí? Realmente ya no le creía nada, había roto nuestra confianza y me había hecho todas esas cosas, en estos momentos no tenía cabeza para querer hablar con él ni preguntarle que hacia aquí pero no quería estar sola ¿Qué tal si Carla se aparecía? ¿Gary? O ¿Clarissa? Así que no dije nada —no me importa si no quieres hablar conmigo, estás en un hospital, yo…te salve de Carla y Gary —hizo una pausa —yo lo siento mucho cariño, no quería que esto te sucediera, Carla me amenazo con hacerte daño a ti y a tu madre, y no quería hacerte sufrir, sé que no tengo justificación, sé que pude no haber seguido su sucio juego pero no encontré alternativa, y aunque no lo creas te amo, te amo mucho y no he dejado de amarte —ambos estamos dolidos por la situación.

Me encontraba llorando a pesar de que no podía abrir los ojos, no podía justificar lo que Stefano había hecho pero lo entendía me sentía más tranquila pero con un dolor que nadie podría llenar, sí solo me hubiesen daño a mí me sentiría mucho mejor, pero mi madre fue una víctima en todo esto, algo que no puede perdonar, no por el momento.

—No te vayas —susurre al sentir que Stefano alejaba su mano de mi.

—Anastasia —susurro él llorando.

—No te atrevas a dejarme otra vez, no te lo perdonaría —dije llorando.

—Te amo, Anastasia, haré todo lo que esté en mi alcance para que me perdones y podamos estar junto —no conteste nada, tenía que aprender a sanar mis heridas y a vivir el dolor de la pérdida de mi madre —no contestes nada, yo…solo quiero estar a tu lado.

Tal vez este no era al final, nuestro final pero tendríamos tiempo para poder descubrir si podíamos seguir amándonos, dejando el pasado atrás y viviendo con el dolor de todo lo sucedido.

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Había pasado un mes desde a que Carla y Gary habían matado a mi madre, y yo me encontraba sola tanto interna como externamente, había ido a darle sepultura a mi madre, Stefano había estado allí conmigo en calidad de amigo, había tratado de hablar sobre volver a “intentarlo” pero no quería intentar nada, quería recuperarme y separarme de él era lo mejor que podía hacer…debería hacerlo, pero no podía, no quería, no podía el olvidar ese gran amor le tuve, pensarán que estoy loca, pero soy de ese tipo de personas que cuando se enamoran no olvidan no tan fácilmente, y aunque descubrí los motivos del porque Stefano había hecho lo que hizo, no podía evitar sentir miedo de lo que podría hacerme, sí volvíamos a estar juntos ¿me traicionaría? No importaba el motivo, ni que lo amenazaran, éramos una pareja y debíamos comunicarnos, pero él tomo la decisión sola, realmente estaba dolida por eso, había cargado con ese sufrimiento y yo no pude ayudarlo, pero nunca pensé que Carla pudiera llegar a esos extremos.

Hablando de ella, Stefano movió todos sus hilos para que la encerrarán junto Gary en la cárcel, su familia había quedado en desprestigio después que los medios sacaran a relucir todo lo que había pasado, empezando desde el noviazgo con Stefano hasta terminar como asesina de mi madre y su intento de homicidio por matarme.

Le agradecería eternamente a Stefano lo que había hecho, a pesar de todo me sentía en paz porque le hayan dado justicia a mi madre, ella siempre sería mi todo sin importar donde se encontrará.

Mi padre no había hecho acto de presencia, lo que pensándolo bien no me importaba, había hecho a mi mamá infeliz, y no soportaría verlo allí mientras le daban sepultura o en la iglesia, simplemente no debieron estar juntos pero el destino es así y hay que aceptarlo.



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En el texto hay: romance risa amistad amor

Editado: 23.12.2023

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