La bienvenida
En la baja frecuencia a la cual ate mi existencia las cosas son bastante distintas de lo que yo conozco aún cuando prácticamente desde que tengo uso de razón soy una viajera astral, este lugar estaba fuera de mis rutas de viaje.
Durante toda mi vida e visitado el mundo espiritual; cuando era una niña creía que era solo un tipo de sueño repetitivo, pero al paso de los años descubrí la inminente verdad, este otro mundo a pesar de ser absolutamente negado para la humanidad y contra toda creencia, ¡existe! y no solo eso sino que rige e interfiere en nuestras vidas de manera muy concreta y tramada, sin embargo ya les explicare esto más adelante, créanme querrán entenderlo.
Mi llegada aquí parece ser algo cotidiano mientras a mí me desborda la incertidumbre, todo parece ser natural para los demás habitantes de esta prisión, mientras camino detrás de un enorme minotauro de aproximadamente tres metros de alto aparentemente echo de algún material desconocido, su cuerpo parecía ser una mezcla de rocas y huesos por describirles algo, luego de echar un vistazo a mi alrededor el temor se apodera de mí, jamás vi un sitio más perturbador que este, con tanto sufrimiento en los rostros de quienes aquí existen, esas armas llenas de sangre, los gritos de desesperación, por último y no menos importante los monstruos , apenas he dado algunos pasos y encuentro un tipo de cartel donde dice que esta es la frontera norte de la frecuencia baja del universo once.
-¿universo once? Me pregunte estupefacta.
Siempre supe que había otros mundos o lugares, pero jamás tuve del todo la certeza. Es extraño como aun en este momento viene a mi mente el recuerdo de mi amado, quiero saber de él, dé cual habrá sido su reacción al saber lo sucedido, pero no puedo distraerme mucho con mis pensamientos, este lugar te mantiene alerta.
Después de una caminata llego a mi habitación o celda, aquí me deja mí ahora amo me pide que cambie mi ropa y me prepare para mi primera misión.
Ya instalada en mi celda recorro el lugar admirada de su composición tan austera de comodidad pero extensa en armas y trajes de batalla en mi pared veo un espejo colgando de una cadena. Con gran asombro logro ver mi apariencia, mi cabello es morado muy intenso y mis ojos ¡dios mío! Mis ojos son rojos, no cabía de asombro y me pregunte ¿por qué? Será que tiene que ver con las misiones que llevare a cabo y de ser así ¿Qué clase de misiones serian? Mientras me desvestía subí a una silla o lo que parecía una silla para poder ver por una ventana pequeña en la parte superior de mi celda, el paisaje fue inexplicable parecía la boca de algún monstruo y varias partes despedían una especia de ácido que protegía un tipo de frontera, simplemente no lo descifre.
Con mi apariencia nueva y ya enfundada en mi uniforme de batalla soy llamada a formar filas en una especie de campo de guerra, para mi sorpresa todos los ahí presentes tienen cabello de colores extraños, entonces aparece el minotauro guardián ante nosotros un grupo de marginados esclavos de nuestras decisiones. El ahora amo de todos nosotros nos asigna nombres de batalla, dejando muy claro que nuestros antiguos nombres ya no nos pertenecen, de a uno por uno nos dan algo extraño de beber soy la última en la fila y parece ser algo muy doloroso tengo mucho miedo algunos se retuercen en el suelo mientras otros aparentan no sentir mucho dolor.
-este brebaje les otorgara sus nuevas habilidades, después de beberlo serán enviados al plano terrestre a cumplir con sus misiones.
Al escuchar eso mi corazón se aceleró, sentí tanta emoción al pensar que podría ver una vez más a mis seres queridos, sin embargo no hice ningún gesto de asombro para mantener un perfil bajo, me pareció lo más adecuado.
Finalmente es mi turno de beber, armada de valor tomo de un solo trago el contenido, es tan negro y espeso que me cuesta trabajo mantenerlo en mi boca aun así lo trago, el dolor es fácil de explicar es como si cientos de hilos metálicos apretaran mi cuerpo sin piedad, es sofocante sentir como además de todo lo mencionado el líquido quema mi interior, quedo sin fuerzas para seguir de pie, de un solo golpe caigo al suelo, siento como recorre mi ser y vienen a mi mente mis hermanos mis padres y el, siempre vienes a mi mente él.
Entre estoy en plano terrestre en mi mente tengo clara mi misión, es como si me hubieran solo sembrado esa información, de pronto me percato que no recuerdo nada, no sé qué año es, quien fui aquí, o mi antiguo nombre siquiera.