Milagro antes de las doce

Milagro antes de las doce final

—¿Qué sucede aquí?— pregunto Arturo al ver el bulto en su puerta tenía miedo de tocar a la persona que yacía en el suelo, pero el frío le calaba los huesos así que decido darle vuelta y su corazón dio un salto al ver aquel rostro que recordaba de la única noche que se sintió amado, a pesar de no saber por qué llego a su casa o si fue ella que lo abandonó jamás olvido su hermoso rostro el que estaba morado de tantos golpes e hinchado termino de darle vuelta y vio como en su regazo sostenido a dos infantes uno de unos 2 o 3 años y otro era un bebe o un ¿juguete? Era tan pequeño que no estaba seguro, la movió, pero nada ocurrió, miro su reloj de mano, eran las 11:59, sonrió internamente por el recuerdo del parque, la tomo en brazos aun con los infantes en su regazo y con mucho cuidado la deposito en el sofá se sorprendió al verla sangran y eso lo asusto así que rápidamente tomo su teléfono haciendo una llamada.

Llamada telefónica

— ¿Paso algo Arturo, estás bien?— pregunto Harold desde la otra línea, no era habitual en él, llamar y menos a esas horas y en plena navidad.

—Tengo un problema en casa, luego te explico, necesito un médico urgentemente bueno y también un pediatra pueden tener hipotermia— dijo angustiado.

—Estoy con varios de ellos en 20 minutos, estamos haya— respondió y luego colgó la llamada.

Fin de la llamada.

Arturo con delicadeza le saco los niños, primero a la bebe regordeta y la coloco en otro sillón en forma de L puso algunos cojines como muralla protectora, luego tomo el bebe que era tan pequeño, le recordó a alguien, pero no sabía quién lo acostó en el sillón individual.

Arturo suspiró mirando la chica de bellos ojos marrones, le saco el abrigo gigantesco y miro que sangraba desde su femineidad, así que solo eran dos opciones o tenía la regla o... Mejor no quiso pensar otra posibilidad.

Como prometió 20 minutos después estaba Harold en la casa con dos caballeros y una joven, los dos doctores miraron las personas y procedieron a revisarlo, la joven miro a la pequeña diciendo que estaba bien, el moreno revisó al bebe diciendo que apenas tenía horas de nacido y eso confirmo lo que observaba el doctor mayor la chica no recibió la asistencia necesaria en el parto y por eso la hemorragia.

Una hora después todos estaban en una clínica privada de uno de ellos, Beatriz fue atendida y estaba en una habitación, Arturo calculo las fechas y había una mínima posibilidad de que ese bebe fuera suyo si fue el caso que llego a tomarla, ya que solo recordaba los besos y un hotel después todo era algo borroso.

Decidió salir de la duda pidiendo una prueba de ADN, esperaba que Beatriz no se molestara por eso, pero no había vuelta atrás.

...

Beatriz despertó aturdida, no recordaba nada, solo haber estado sentada en una cafetería y una niña entregarle un trébol de cuatro hojas, miro que en un sofá estaba un hombre acostado y a su lado su hermana, en una cunita su bebe suspiro confundida mirando todo, de cierta manera su deseo se cumplió miro la hora y eran casi la 06:00 de la mañana.

— ¿Despertaste?— dijo Arturo restregando su rostro con sus manos, ella lo miro sorprendida, era Arturo el padre de su bebe, pensó estar soñando "si eso debía ser estoy soñando" se dijo así misma.

— No es un sueño, soy real, te encontré en mi puerta antes de las doce— dijo el mayor mirándola a los ojos, ella bajo su rostro avergonzada sin saber qué hacer.

—Tenemos mucho que hablar de esa noche, ya que recuerdo muy poco, pero deseo hacerte unas preguntas y deseo seas honesta conmigo, desde ya te digo que odio las mentiras, así que para que esto funcione debe haber sinceridad ante todo ¿de acuerdo?— pregunto levantando su mentón ella respiró agitada no sabía que él estuviera tan cerca.

— Bien — fue lo unico que dijo Bea.

— Lo primero es ¿quién te hizo eso?— pregunto señalando su rostro, brazos y espalda, ella lo miro y suspiro.

— Fue mi padre escape, pues al saber que tuve un bebe que oculte de todos por ocho meses intento abusar de mí acusándome de zorra y sabes que es lo chistoso— dijo mirándolo— Solo estuve una vez con alguien y fue contigo y bum Arturth hace su aparición— dijo con la mirada perdida, Arturo apretó los dientes ese hombre no podía ser llamado padre querer abusar de su hija es cosa de un bastardo desgraciado.

— Ya contéstate una de mis preguntas, ahora seré sincero recuerdo muy poco de esa noche, recuerdo los besos y que entramos a un hotel, después de allí desperté en mi cama y ni idea como llegue te busque, fui al bar y jamás te vi— dijo de sopetón haciendo que ella lo mirara raro, pero sintiendo cosquillas en su panza.

— Yo te busqué, pero hay demasiados Arturos en esta ciudad y tu apellido no lo sabía— dijo ella ahora sonriendo un poco.

—¿Cómo llegaste a mi casa?— le pregunto, ella se encogió de hombros.

— Estaba en una cafetería cuando una hermosa niña me dio un trébol de cuatro hojas y me dijo deseo cumplido, después de eso no sé más hasta ahora— contesto ella con confusión, Arturo sonrió bríndale una sonrisa cálida.

—¿Cuál fue tu deseo?— pregunto emocionado, pensando que aquello definitivamente era mágico.

— Bueno, pedí dormir en una cama caliente y que nosotros estuviéramos bien con alguien que nos cuide y nos ame— dijo confundida.

— Yo me encontró con esa niña en el parque y ella me dio un trébol, pero me dijo que pidiera un deseo, yo dije tener una familia biológica, que me ame, lo dije porque era imposible que en un día encontrara a una mujer que me amara y un hijo de mi sangre— dijo avergonzado, ella asintió comprensiva y sonrió, ella sentía cosas por él y si era cierto entonces él los amaría y los protegería.

— Ustedes son mi "milagro antes de las doce"

 

 




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