Capítulo 12:

♫Siempre vacacionar,

no vencerá a todo el mal,

y si tú,

quieres ser,

un laburante,

¡vencerás!♫

♫Con todo el esfuerzo,

llegaras a vacacionar más,

y si la plata se va,

el gaucho te guiará.♫

♫¡Milo y Kanon X!

¡luz de libertad!

porque si son tus esfuerzos como tus bolsillos,

nadie te parará♫

♫¡Milo y Kanon X!

Jóvenes inexpertos.

¡Milo y Kanon X!

Siempre arañando a fin de mes.

¡Milo y Kanon X!

Unidos por las vacaciones.

¡Milo y Kanon X!

¡Junto a Mu y Aioria!

¡Hasta el final!♫

Narrador: En el anterior capítulo de Milo y Kanon X de vacaciones… Nuestros héroes de alguna manera usaron mal las enseñanzas de Buda y esto terminó en una invocación demoniaca, pero no fue cualquier diablillo al que invocaron, ya que se trató del chico muerto: Suoh Mikoto. Luego de plantearse confusos por el hecho, los chicos vieron llegar a Munakata, quien casi olió a Suoh, y es así cómo empezaron a luchar otra vez entre ellos, cosa que aprovecharon los chicos para darse a la fuga. Apenas todos escaparon de su cruel destino, se separaron de Makubex, desligándolo de toda responsabilidad para con ellos. Es entonces que deciden ir al aeropuerto para regresar a sus vacaciones, no obstante, el viaje no era muy cómodo que digamos debido a la presencia de los furros, los cuales más adelante les salvan la vida a los protagonistas cuando deciden reproducirse como locos para amortiguar la caída del avión. Por último, y a pesar de que logran salvarse después de entrar en un remolino que los lleva a otra dimensión, los chicos al sacarse una chapa de encima, se dan cuenta con horror de que volvieron al inframundo; a ese juego tan castrante para ser más concretos. ¿Podrán nuestros héroes dejar de viajar entre dimensiones en alguna de las temporadas que restan? ¿Tendré la oportunidad de tomarme una bebida tropical cuando regresen ya que tengo la garganta seca? ¿Volveremos a ver a Mu y Aioria? Por cierto… ¿qué será de Aiolos al final? ¡Todo esto y más en este capítulo!

Las desgracias venían una tras otra como si se tratara de un país tercermundista que sólo atinaba a dar un paso adelante y cuarenta hacia atrás; un verdadero desastre, pero ellos no conocían la rendición, es por esto, que Milo y Kanon siguieron adelante.

—Parece que nuestra única opción ahora es encontrar esos dulces —dijo con una sombra en el rostro Milo y con un aspecto misterioso.

—-w- ¿Enserio esa es a la conclusión a la que has llegado después doce episodios? Qué diga once, porque este está en proceso, pues el lector lo está leyendo —le consultó su allegado, quien se encontraba sentado en una roca, en donde ésta, curiosamente empezó a moverse con lentitud mientras el ex-patriarca se encontraba encima—. ¿o.o?

—… —el escorpiano observó un momento el raro fenómeno, y aunque su retraso mental podría considerárselo como algo significativo, lo cierto es que, no pasó más de 10 minutos antes de que se diera cuenta de que la dichosa roca en la que se encontraba sentado su amigo, era una tortuga; al comienzo la había juzgado mal debido a su color musgoso—. ¡Un molusco! —la señaló erradamente, como cuando la mente traiciona a su dueño.

—¿-w-? —el Gemelo miró lo que tenía debajo de él para asegurarse de lo que estaba hablando su contrario, y luego de cerciorarse, le respondió—. ¿Qué te fumaste? —consultó mientras era arrastrado con lentitud por ese extraño ser, siendo alejado así cada vez más de Milo.

—¡No! ¡Te está llevando a un lugar lejano! —se puso melodramático el de la uña larga, quien se arrodillo con pesar, para entonces ponerse a llorar en lo que Kanon lo miraba con cierta expresión de diversión.

—Deja de decir tonteras, ¿cómo va a llevarme a un lugar lejano esta cosa tan lenta? -w- —le mencionó, y de repente: la tortuga se puso unos lentes, le colocó un cinturón de seguridad al caballero de Geminis, para luego arrancar con todas a la velocidad de la luz.

En un instante, nuestro prota desaparece y claro, también es arrastrado Milo sin la necesidad de tener que usar aquel objeto que le garantizaría su bienestar en el viaje, sin embargo, ese hecho le costó un aterrizaje en el suelo en donde se raspó toda la jeta; eso fue realmente doloroso.

—¡Auch! ¿QUÉ ES LO QUE TIENEN CONTRA MI HERMOSO ROSTRO? —preguntó frustrado.

Es así cómo el afectado por el golpe, se acarició fervientemente éste sacándose incluso los raspones de forma mágica, de ahí Kanon se quitó el cinturón, y se levantó de arriba de la tortuga para evitar otro viaje inesperado.

—Eso fue re flashero -w- —aseguró el que había salido ileso. No obstante, cuando echan una mirada a su nuevo destino, notan que estaban en una especie de granja en donde crecían zanahorias doradas—. ¿Qué es esto? ¿El paraíso de los veganos? —consultó.

—¡No! —de repente, su compañero ya estaba poniendo esa mirada seria de nuevo, creando de ese modo un ambiente lleno de suspenso—. Este lugar… ¡es el lugar de los mejores dulces infernales! —advirtió el otro poniéndose en posición de pelea sólo porque sí a pesar de que no hubiera ningún enemigo a la vista.