Milo y Kanon Xx

Capítulo 11

Opening:

♫ Una botella turuturu turu turu

♫ Una botella turuturuuu Una botella turuturuturuuu Una botella ♫

♫ Botellazo Tururururu Botellazo tutututututrruruuuuu Botellazo tururu Botellazo♫

♫ Milo y Kanon turutururu se van de joda tururu se van de joda turururu y se van de joda♫

A la verga todos tururururu a la verga turururu a la verga tutururururu a la verga♫

Si ves dos Milo y Kanon, por favor, no los violes.

Narrador: En el anterior capítulo de Milo y Kanon XX… Nuestros héroes nuevamente han logrado superar las dificultades que los aquejaban, es decir, pasaron por arriba de Camus chupándoles todo un huevo, y ahora van a festejar el cambio en la economía en su casa. Básicamente pudimos ver cómo Mu repartía tarjetitas, cómo Kanon le tomaba el pelo a Aioria, y lo más importante, a Milo comprando chocolates llenos de licor para luego hacer una mezcolanza alucinante. ¿Podrán nuestros caballeros superar la reseca que se les avecina? ¿Tendrán estómago para soportar lo que van a ingerir? ¿Qué clase de subnormalidad preparará Milo? ¡Todo esto y más en el capítulo de hoy!

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Al entrar a la casa de Acuario se empezaba a escuchar una música muy animosa, la cual tenía algo que ver con una pantalla donde se veía a unos cuantos chavones reunidos para jugar al… ¿Geometry Dash?

—¡Dame a mí Aioria, es mi turno! —gritaba el enano que era discípulo de Mu.

—¡Espera, ya casi termino! —mientras el León jugaba vídeos juegos con Kiki, Mu estaba hablando con Kanon, quien se estaba ocupando del asado, además, el del pelo violáceo miraba de reojo a Milo que preparaba la bebida.

—Oye, Kanon. ¿Realmente hemos hecho bien al dejarle esa tarea a Milo? —le preguntó al gemelo, quien andaba con un sombrero de cocinero en la cabeza y un delantal blanco. El caballero de Géminis, le dio unas vueltitas a los chorizos y le respondió.

—No te preocupes, aunque no lo parezca, Milo es un excelente barrendero ♦ —aseguró Kanon con un brillito al lado de su rostro.

—¿No querrás decir Barman? —levantó una ceja Mu.

—¡Sí, eso quería decir! ¡Este maldito autocorrector! —se quejó Kanon.

De repente, escucharon un gruñido venir de la dirección de Milo, por lo que ambos voltearon a ver qué pasaba, fue entonces cuando notaron cómo el caballero de Escorpio intentaba meter un cocodrilo vivo dentro del tazón donde pondrían la bebida.

—¡¿Eso es un cocodrilo?! —dijo exaltado el Ariano.

—¡Yo no he visto nada! —se hizo el desentendido el Geminiano, pero esto duro hasta que llegó inesperadamente Seiya.

—¡Hey, chicos! —saludó a la pandilla de bobalicones que lo tenían como esclavo.

—¿Todo bien? —preguntó Kanon dejando de asar un rato.

—Sí, vine a avisarles que ya terminamos de decorar —mencionó—. ¿Quieren ir a ver?

—Claro —aseguró Mu, quien deseaba alejarse lo más pronto posible de las loqueras de Milo.

Los tres caballeros se deslizaron hacia la parte más profunda de la casa, y una vez allí, divisaron la maravilla que habían construido los chicos. Al parecer, formaron un pequeño bar con cartones, e incluso las mesas y las sillas estaban hechas con el mismo material reciclable.

—¿Por qué usaron cartón para hacer todo esto? —preguntó Mu—. Aunque no me quejo, le hace re bien al medio ambiente.

—Como Kanon dijo que le mangiaramos a Aioria para lo demás, fuimos con él, pero viendo que él lo había dejado seco, entonces agarramos y le pedimos al kiosquero que siempre nos fía que nos diera todos los cartones que tuviera, de ahí que hayamos hecho esto —explicó el caballero de bronce.

—Uh, podes volverte ambientalista o decorador de interiores, o las dos juntas —mencionó Kanon sonriendo.

Mientras tanto, con Milo…

—¡Uff! —se limpió el sudor de la frente—. ¡Listo, con esto ya está la bebida! —anunció a todo pulmón el Escorpiano mientras reía con fuerza. Por alguna extraña razón, se veía muy normal el contenido del tazón de cristal, es decir, tenía un brillante color amarillo parecido a la cerveza.

—¡Hey, Milo! ¿Ya terminaste? —preguntó alguien desde la lejanía, y el que venía era Shun con Ikki.

—Sí, ya terminé —al girarse hacia sus compañeros, vio cómo Ikki estaba con el físico pelado, y bien maquillado como si fuera una mina—. ¿¡Pero qué te pasó!? —gritó impresionado Milo.

—¿Qué, me veo mal? —dijo Ikki.

—No, hermano, te queda genial —luego agregó—. Es para el acto de stripers, alguien tiene que hacerlo —le notificó Shun.

—¿De qué hablas? —dijo Milo con un gesto de asco.

Mientras los caballeros aún boludeaban, la hora de la fiesta ya estaba cayendo sobre ellos, y con eso, la gente. Sin embargo, no hablamos de cualquier tipo de ciudadanos, sino que de aquellos que venían de los barrios más decadentes de Grecia, y estos eran: “Los caballeros de la negrada”, así se hacían llamar estos tipos.

—¡He guacho, venimoh a escabearnos todo, así que déjanoh pasar, gil! —uno de los caballeros negros se dirigió a Aldebarán.

—¿Qué decís? —le preguntó el caballero de Tauro en lo que estaba cruzado de brazos.

—¡Sí, guacho, mira que si no te rompemos todo! —respondió el calco del caballero de Pegaso.

—¡No pueden pasar! —estiró su brazo frente a ellos.

—Pero tenemos invitaciones —aseguró el caballero negro del Dragón.

—Ah, entonces denle nomas —así fue cómo el tarado de huesos grandes dejó pasar a los negros.



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En el texto hay: humor, los caballeros del zodiaco, temporada 2

Editado: 11.02.2019

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