Arabella observo como su amiga se sentaba en uno de los troncos que rodeaban la fogata, sabía que no se iba a acercar a ayudarla por lo que decidió recolectar la leña ella misma. La luz ya empezaba a ocultarse detrás de los altos arboles que rodaban el bosque, la noche comenzaba a caer sobre ellas y las tiendas ya estaban armadas.
- Está empezando a oscurecer. – comento Debbie, estaba bastante distraída observándose al espejo como para notar que Arabella dejaba caer un poco de la leña a su lado, se sacudió el polvo de su ropa y fue por más leñas a sus alrededores.
- Si, lo he notado. – comento con sarcasmo pero Debbie ignoro por completo el comentario de su compañera de campamento ya que estaba bastante acostumbrada a su particular humor. Se observo en su pequeño espejo de mano y puede ver el reflejo de atrás, podía notar que Arabella estaba un poco extraña.
Arabella volvió a dejar más leña en la pila y fue por lo último que faltaba.
- ¿Sabias? – comenzó Debbie -. En una página de internet leí la teoría que nuestro reflejo es en realidad nuestro otro yo, una versión más… siniestra.
Arabella la observo con fijeza por unos segundos y la escuchaba con atención. Algo se removía dentro de ella y le causaba un mal estar terrible, su madre le dijo que podría ser la comida de anoche. Pero el problema es que ella no se daba cuenta de lo que sucedía, lo que le sucedía a su hija.
- Si… también he leído esas teorías. Pero creo…
- ¿Qué cosa? – Debbie la observo por el espejo, notaba como su amiga se acercaba con lentitud.
- Mi reflejo a veces me pide que lo deje salir…
- ¿En verdad? – pregunto con una carcajada de por medio, cuando parpadeo extrañamente Arabella estaba aun más cerca de lo que había notado, hasta podía percibir que algo en su expresión había cambiado. - ¿Y qué te dice…? ¿Qué quiere tú vida?
Pero antes de que Debbie pueda voltearse para ver el rostro de su amiga, Arabella le estrello el tronco en su nuca, su sonrisa era realmente perversa y sus ojos se habían oscurecido casi por completo. Se agacho y corrió el cabello ensangrentado del rostro de Debbie, paso la mano por sus ojos cerrando sus parpados.
- En realidad. – dijo en un susurro para el cadáver. – Quiere que le devuelva su vida.