Dormía en paz cuando escuché un tremendo grito, me desperté sumamente asustado, luego la puerta principal de la casa fue cerrada con violencia, observé mi enorme reloj de pared y eran las cinco, la familia andaba de compras, por eso me preocupaba quien pudo haber entrado, dejé a un lado el cansancio, así que me llené de valentía y decidí averiguar que pasaba, me levanté bastante despacio de la cama, pues padezco de un dolor en mi costilla izquierda, tomé el bastón negro y me puse los viejos lentes, recordé que debía tomar mis píldoras contra la osteoporosis, después de haberlas ingerido, comencé la tediosa caminata hacia la sala, después de abrir la puerta de mi habitación, bajé despacio y con cuidando cada uno de los muchos escalones, para hacerlo el barandal y el bastón me ayudaron.
Cuando por fin llegué a la parte baja de la casa, vi a mi joven nieta sentada en el sillón, su cara lucia pálida y nerviosa, yo temblaba de miedo al imaginar que algo malo le había sucedido, le pregunté que le había pasado; pero ella no quería contestarme, ¡por ende mi preocupación creció! la veía respirar muy rápido, era como si había visto un fantasma, de tanto insistirle me contestó y dijo lo siguiente:-la verdad abue. Es que ando mala suerte, iba a la tienda a buscar saldo para mi celular, justo cuando salía de aquí… ¿qué crees? ¡Mi crush pasó al frente de la casa en su carro! Imagina la vergüenza que hubiera pasado si me hubiera visto con esta ropa, por eso me regresé a toda prisa.
En ese momento me hirvió toda la sangre, y estuve a punto de mandarla al carajo con sus tonterías.