Minova

Capítulo 8

 

—¿Podrías pasarme esa caja que está al lado tuyo?

—Seguro. Acabo de limpiarla con un trapo así que no es necesario que lo hagas otra vez, solo acomódalo por ahí.

—Vaya, eres muy eficiente. ¿Estás seguro que esta es tu primera vez? Lo has hecho muy bien.

—¿De que estas hablando? Cualquiera podría hacer algo como esto. No creo que sea la gran cosa.

Estaba junto a Axel en un cuarto que estaba en el sótano, acomodando algunos libros y archivadores que pertenecen a la empresa.

Si podría compararlo con una habitación donde se ponen los utensilios de limpieza como escobas, trapeadores o aspiradoras, no habría mucha diferencia en ese pequeño espacio en donde estábamos.

Habían estanterías en cada lado pero no eran suficientes para rellenarlos por la gran cantidad de archivadores y libros, por lo cual los estamos poniendo en una caja y colocándolos en el piso.

Al parecer contenían algunos contratos y negocios con algunos lugares o incluso con otras empresas.

Pegados a los libros, como también muy bien colocados dentro de los archivadores.

A pesar de que la mayoría son de hace diez años, por algún motivo ellos quieren mantenerlo guardados por si hay una revisión general.

No era de sorprenderse si la entidad encargada los llamara para una revisión, pero era muy poco probable teniendo en cuenta que no ha habido uno en más de treinta años.

—Oh vamos, no seas tímido. De seguro mi hermana te felicitara por haber hecho un buen trabajo... ¡Ah! ¡Ten cuidado, no pises ninguna caja!

—Oh. Caíste, solo era una broma.

Axel deja escapar una risa después de haber puesto mi pie apropósito a unos centímetros de la caja.

El ambiente era muy alegre. Se escuchaban risas y elogios por toda la habitación.

De repente, se escuchan unos pasos acercándose a la habitación.

—Oh, disculpen. ¿Ustedes pidieron cajas para guardar algo?

Dijo un hombre calvo de treinta años. Era el encargado de limpieza que nos había traído más cajas para guardar los libros y archivadores.

—Ah, sí. Muchas gracias. Déjelos en el suelo, nosotros nos encargaremos del resto. Buen trabajo.

Dije eso mientras ponía la caja que sostenía debajo de una estantería. El hombre asiente camina hacia el elevador que estaba a dos metros de donde estábamos, prácticamente estaba frente a nosotros.

Después de que el señor se fuera por el elevador, Axel y yo tomamos las dos cajas que nos habían traído y las pusimos cerca de la puerta para evitar que alguien se tropezara.

—Bien. Solo queda un poco más y todo acabara.

Dijo Axel con un tono de voz como si lo estuviera disfrutando.

Agarre una caja y sonreí al igual que él.

Cualquiera que se cruzara por ahí, pensaría que Axel y yo somos muy buenos amigos, o al menos así parecía.

Después de traer los archivadores y libros afuera, comenzamos a ponerlos en orden cronológico en las cajas.

—Fiuu… sí que estas cosas pesan.

Dije dejando unos libros en el suelo.

Así era el método.

Sacábamos los libros afuera y luego los acomodábamos en la caja para tener más espacio para movernos dentro, y poder acomodarlos de una manera que sea fácil de sacar.

—¿Verdad? Creí que era el único que lo pensaba.

Ambos reímos al unísono mientras nos tomábamos de un hombro.

Y así me sumergí de lleno en el campo laboral. Con una sonrisa junto a mi nuevo compañero de trabajo, como dos jóvenes animados por su primera día de trabajo.

Nada parecía estar mal, era un buen día, en un ambiente alegre para trabajar.

—No… espera un minuto.

O al menos, eso parecía.

 

Parte 1

Cuando habíamos entrado a la oficina del gerente, nos presentamos cada uno como es debido.

Era un hombre que nunca había visto antes cuando trabaje en este lugar. Elsa le dijo que estábamos a cargo del “trabajo”, el hombre asintió sin preguntar nada, supongo que no hacía falta decir nada más ya que aparentemente seriamos los únicos que iban a tomar ese proyecto.

Hablamos un poco sobre la compañía y lo que íbamos a hacer a partir de ahora.

Luego de unos breves minutos de charla, la recepcionista, María, llegó cuando estábamos saliendo de la oficina.  Elsa hablo con ella, y luego nos indicó que María nos llevaría al lugar del trabajo, mientras que ella se ocuparía de lo demás.

Por la conversación que había tenido con el gerente, se supone que la constructora se encargara de la construcción de un nuevo almacén cerca de aquí.

Se iban a necesitar planos, y un inventario sobre las cosas que tendríamos que trasladar.

Estaba entusiasmado de que tarea se me iba a dejar.

No podría decir si Elsa parecía estar emocionada, ya que la expresión de su rostro parecía estar lejos de estarlo, aunque por otra parte, aparentemente ella era así.

En cuanto a Axel, él parecía estar emocionado al igual que yo.

Sea lo que sea que tenía que hacer, definitivamente iba a dar el 100% de mi capacidad.

Pero aun así, aun así…

—¡¿Qué demonios significa esto?!

—¿Qué sucede? ¿Olvidaste ir al baño? A decir verdad, me he estado aguantando las ganas pero no sabía a donde ir.

Axel estaba moviendo sus piernas como si estuviera a punto de estallar algo dentro de él.




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