—Soy su novio.
¿MI QUÉ?
—¿¡Su que!? —gritaron todos a la ves, o bueno casi todos, Luke no lo hizo, ni siquiera parpadeo era como si todo estuviera normal.
¡Nada estaba normal! La madre de sus hijo y el amor de su vida esta con otro frente a sus ojos, ¿Cómo puede actuar así? Ver su indiferencia dolía, dolía desde lo más profundo de mi pecho y mientras más lo observaba con su cara sin expresión alguna frente a toda la situación seguía doliendo. Sólo él a echo que este tipo de dolores estén en mi, o no. Él no lo ha hecho, lo he hecho yo misma amando a alguien que no me ama, yo soy la culpable de todo este dolor que he sentido durante tantos años. No tengo que culparlo él, no ha hecho nada y es eso lo que más me duele.
Él no ha hecho nada.
Al parecer Diana se dio cuenta de donde estaba mi mirada y para evitarme más humillación de la que estaba pasando se acercó a mi rápidamente.
—Cali te ves horrible vamos a tu habitación —espeto mi hermana lo suficientemente alto para que todos escucharán, claro yo sabia que detrás de esas palabras estaban otras que decían; “vamos a tu habitación para que sufras en silencio” o eso era lo que quería creer.
—¡Oh tu no te vas sin antes explicarme lo que este acaba de decir! —hablo mi padre demasiado fuerte para darme cuenta que estaba muy enojado.
¿Cuándo lo va aceptar?, tengo 19 no 15 años, pero bueno así son los padres siempre sobre protectores. Ahora tendría que tratar de calmarlo y explicarle la relación falsa que tenia con Corian, él lo amenazaría de muerte o le harían alguna insinuación que era un asesino profesional o cosas así que los padres inventa para proteger a sus hijas de sufrir por un idiota. Si tan sólo supiera que sufro cada día por quién considera un hijo.
No estaba de humor para inventar cosas, quería acostarme escuchar un dosis de Dúa lipa y Ariana grandes, sentirme perra y poderosa y al final quedarme dormida hasta el otro día lista para fingir que esto no paso ¿era tanto pedir?
Antes de poder responderle a mi padre, mamá lo hizo: —James es mejor que Calipso este un poco mas decente para que hablen—. Y salvada, las madres son las mejores.
—Mientras lo hace tú puedes hablar con el muchacho—. Y lo arruinó en menos de tres segundos.
Desde que Corian dijo aquello no lo había mirado hasta a hora. Sus mirada demostrada confusión y miedo, mucho miedo, me sentía culpable por todo, claro que lo era pero ¿Qué podría hacer para ayudarlo? Decir que en realidad él era un chico que apenas se su nombre pero que pasamos una noche juntos, no, no podía, sería peor o bueno peor para mi porque él se liberaría de todo este rollo.
Simplemente no podía quedar como irresponsable frente a mi familia y como una cualquiera frente a Luke, aunque para todos ya soy una cualquiera, sinceramente es algo que ya no me importa.
Desvíe la mirada de Corian a mis padres unas cuantas veces hasta que el pelirrojo le resto importancia al asunto encogiéndose de hombre y articulando un “tranquila” con lo labios. Deje escapar un suspiro aliviada y subí con mi hermana a mi habitación mientras que Corian se dirigía al despacho de mi padre a “hablar” seguro y lo amenaza al punto que Corian diga que todo es mentira y salga huyendo.
No estoy exagerando cuando digo que mi padre puede ser muy intimidante si se lo propone.
Al llegar a mi habitación lo primero que hice fue tirarme ruidosamente en la cama. No quería saber nada mas del mundo. No quería saber si Corian viviría, no quería saber el regaño que recibiría. No quería saber nada de nadie; No quería saber nada del mundo, sólo quería encender la música a todo volumen y que esta ayudará a no pensar en nada más, sólo quería estar en estado de pausa con mis sentimientos. En ese momento no quería sentir nada.
—¿¡CUÁNDO PIENSAS MADURAR!? —reclamo de inmediato Diana al entrar en la habitación.
Esta mas que claro que eso no pasará, gracias a Diana. Ella siguió reprochándome por mi irresponsabilidad y yo puse mi almohada encima de mi cabeza para no escucharla, funcionó… por unos segundos gracias a que ella se encargó que quitármela para seguir pelando.
A veces podía ser un dolor de cabeza, otras veces parecía más una madre y me daban ganas de mandarla a la mierda, sin embargo no lo hacía, tomaba tres respiraciones seguía tarareaba Crying in the club y le sonreía recordando que hacía todo esto porque se preocupa por mí y porque me quería demasiado.
—Diana, ya se todo eso, me lo has dicho miles de veces ahora ¿me puedes dejar con mi miseria un rato? Después bajo y finjo perfección y felicidad ¿si? —masculle con odio mirándola directo a los ojos. Sus facciones que antes estaban tensas se relajaron y hasta pude ver lástima en su mirada.
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Editado: 03.02.2022