Al momento de entrar a la habitación, traté de procesar todo lo nuevo que había aprendido. Por un lado, estaba agradecida de tener a alguien como 2211M dispuesto a colaborar y compartir sus recuerdos conmigo. Pero, por otro lado, sus palabras de advertencia respecto a Asher me hacían cuestionar si debía confiar en el peliblanco.
Decidí que lo mejor sería mantenerme alerta a cada movimiento que hiciera y por ahora la mejor idea era explorar los alrededores. Tal vez pudiera descubrir algo que me ayudara a entender mejor el lugar en el que me encontraba.
Realicé una respiración profunda e intenté por segunda vez hacer un esfuerzo para retomar mis recuerdos. Tenía las esperanzas de que esta vez el resultado fuera diferente, y para mi buena suerte, poco a poco comencé a recordar pequeños detalles. Momentos que me hacían sentir felicidad, ciertas conversaciones banales y algunos momentos que reflejaban tristeza. Aunque todo carecía de forma o coherencia; Pude deducir que quizás tendría alrededor de 17 años. De repente, mi memoria mostró algo importante.
Podía ver que había estado en una lucha intensa antes de morir. Tenía una sensación de ahogo y el dolor de mi cuello se hizo más presente, sabía que existía una relación y que no era una coincidencia...
Desperté de forma arrepentida y pude notar que me había quedado dormida. Aparentemente, aún existía la posibilidad de poder dormir, aunque me resultaba difícil determinar cuánto tiempo había pasado. No obstante, sentía que había descansado durante un largo período. Me incorporé lentamente y sentí una extraña mezcla de determinación y confusión. ¿Qué significaban esos recuerdos? ¿Qué tipo de lucha había enfrentado antes de estar aquí? Un escalofrío recorrió mi espalda mientras reflexionaba sobre cada una de las preguntas.
Decidida a obtener respuestas, me dirigí hacia la puerta de la habitación. Al salir, me encontré con un largo pasillo iluminado por luces tenues. De forma cautelosa, comencé a explorar, dejando que mi intuición me guiara.
A medida que caminaba por los pasillos, me di cuenta de que había algo inquietante en el ambiente. Las paredes estaban llenas de símbolos que no podía comprender.
—Me preguntó, si alguien podrá leerlo.
Continué mi exploración, encontrando puertas cerradas a mi paso. Sin embargo, una de ellas se encontraba entreabierta y llamó mi atención. No pude resistir la tentación y me adentré en aquella habitación. Un estudio secreto reveló ante mí su esplendor: Estantes colgados de libros viejos y pergaminos desgastados esparcidos por el suelo. Mi mirada se posó en uno que yacía sobre una mesa. Con manos temblorosas, lo desenrollé y comencé a leer. Al parecer estaba en la misma lengua que esos símbolos, pero tenía ciertas anotaciones a su alrededor. Se trataba de un relato antiguo sobre algo que parecía ser una batalla entre fuerzas oscuras y un grupo de guerreros. La historia contaba sobre la existencia de un ser con deseos de poseer el universo; Sin embargo, había logrado ser detenido, gracias al ingenio de alguien.
La historia sonaba demasiado intrigante y algo fantasiosa, pero había poca información. Estuve un par de minutos analizando cuando alguien me dirigió la palabra. Sentí escalofríos al pensar que podría ser una persona peligrosa; pero al voltear noté que era 2211M.
—¿Qué haces husmeando aquí? —su tono de voz mostraba cierta incomodidad—. Al parecer nadie te enseñó que es mala educación entrar a dormitorios ajenos.
—La puerta estaba abierta, y no tenía idea de que era tuyo —dije con la intención de calmar la situación—. Te prometo que no volverá a ocurrir .
—Espero que así sea, si quieres ver algo, debes pedirlo. Y bueno, podrías decirme cuál es lo que llamó tu atención —el chico señaló con un dedo el pergamino que había estado leyendo—. Parece que eso te interesa mucho.
—Lo siento, no pude evitar sentir curiosidad por lo que había aquí. Encontré esto y comencé a leerlo. Parece ser un cuento muy fascinante —respondí, tratando de explicarme.
Él frunció el ceño y se acercó a mí. Después de unos momentos de silencio, habló con una expresión seria en su rostro.
—No hay nada de fantasía en ese relato, podría parecer extraño pero sin duda es real. La vida normal que habíamos tenido, no era más que la punta de todo un mundo.
Editado: 06.08.2024