semanas antes...
Jack, cabello medianamente largo de color negro, ojos negros, tez morena, delgado pero definido gracias sus años de entrenamiento en el Parkour, y poseé una mirada misteriosa y perdida, como si nunca dejara de pensar algo inquietante.
Este joven de diecisiete años de edad se encontraba en una de las amargas escenas de su vida, su padrastro, un alcohólico agresivo y explosivo con su familia, estaba intentando golpear a su esposa, pero como siempre, Jack siempre se oponía recibiendo todo el daño y maltrato físico. Su madre, desde que nació ha sido muy sensible, en temas de salud física y Jack sabiendo eso no permite que Hanck le toque siquiera un cabello.
Y como es de esperar, el no lo toma a bien, y golpea a Jack todo el tiempo.
Lleva esta terrible escena repitiéndose desde que Jack tiene tiene diez años.
Su padre biológico falleció en un accidente automovilístico a gran escala cuando el apenas tenía dos años, desde entonces su madre lo crío sola hasta sus nueve años, de allí a unos meses Cristina, su madre, conoció a Hanck comenzando con una relación peligrosa, más que nada lo hizo para ayudar a su hijo lo máximo que podía, ya que Hanck tiene una gran manera de ganar dinero, o eso aparenta.
Al cumplir los diez comenzó su tortura, recibiendo maltrato por parte de Hanck, su madre por terror no avisó a las autoridades de lo sucedido, viviendo aterrada de que Hanck se saliera de control y los llevara... A la muerte.
En cambio Jack, siempre intentaba avisar a las autoridades, lastimosamente, en su ciudad, los policías eras mediocres y la mayoría ni caso le hacían, si, unos completos idiotas.
Jack cumplía sus diecisiete años en un día, generalmente su madre y él, lo celebraban cuando Hanck no estaba, ese día Hanck llegó inesperadamente temprano, ebrio, y malhumorado, al parecer lo despidieron.
Entrando a la cocina se encontró a su mujer y su hijastro con un pequeño pastel.
Al verlo llegar Cristina se tensó, sudando frío, en cambio Jack, al verlo siempre, automáticamente se convertía en una máquina maniaca con miles de ideas sangrientas en su cabeza, hoy, especialmente había planeado algo para el.
Hanck, enfurecido por lo que veía alzó la voz.
—¿¡Qué rayos sucede aquí!?—.
Gritó con fuerza golpeando el marco de la puerta de la cocina.
—Hoy me despidieron, ¡y ustedes festejando! ¡Son escoria y les haré pagar por esto!—.
Enfurecido golpea a Jack en el rostro, tumbandolo en el suelo.
Jack, estaba con mirada fría y perdida, pero por dentro... Su sed de sangre y venganza estanban a su máximo esplendor.
—¡Tú también!—.
El hombre se dirigía hacia Cristina con tal de golpearla, pero Jack se levanta y se coloca en medio, deteniéndolo.
El hombre cansado de siempre lo mismo, sujetó entre sus manos un cuchillo.
—¡Es hora de que dejes de estorbar maldita basura!—.
Gritó furioso abalanzado el cuchillo hacia Jack, y por primera vez en muchos años, Cristina se forzó para apartarlo, llevándose la puñalada en el pecho, traspasando su pulmón.
—Te... Te amo hijo...—.
Dijo la mujer desplomandose en el suelo haciendo un charco de sangre.
Jack, en shock se queda viendo a su madre en el suelo por unos segundos, hasta que finalmente su ira estalla y libera un estruendoso grito desgarrador y lleno de dolor.
Tomando una sartén y estampandola contra la cabeza de Hanck que estaba en shock igualmente.
Varias horas después...
Se puede ver en el sótano a Hanck inconsciente y encadenado a una silla de madera.
Y frente a él, estaba Jack con una mirada y sonrisa macabras, esperando el despertar de Hanck. A su lado habían muchas herramientas.
Luego de esperar horas Hanck finalmente despierta, encontrándose encadenado y frente a un chico con mirada de terror. Y la tenue oscuridad del sótano ambientanba el lugar. Atemorizado intenta hablar, pero estaba amordazado.
—Hola cerdo—.
Jack finalmente habla levantándose de su silla.
—Espero hayas descansado, pasarás una noche divertida—.
El tono de voz que tenía Jack era alucinantemente aterrador.
Procede a sostener entre sus manos una navaja, que anteriormente había afilado.
—¿que pasaría... Si... Accidentalmente te quitara uña por uña de tu mano preferida...? —.
La mirada que Jack le daba era una desquiciada, atemorizando más a Hanck y forcejeando envano para liberarse.
Sonriendo espeluznantemente Jack se acerca con la navaja, alarmando a Hanck.
—¿Qué pasa?—.
Pregunta Jack clavando la navaja en la mano derecha de Hanck. Y un grito ahogado se escuchó por toda la habitación.
—No te quitaré las uñas, eso es para crédulos—.
Sosteniendo un lanza clavos, herramienta de carpintería.
—¿verdad que te gusta?—.
Disparando una ráfaga de clavos a un pie de Hanck, e instantáneamente gritó fuertemente y comenzando a soltar lágrimas.
—¿Por qué lloras? Pensé que te divertía la violencia—.
Editado: 03.08.2020