Anteriormente...
Gritó furioso abalanzado el cuchillo hacia Jack, y por primera vez en muchos años, Cristina se forzó para apartarlo, llevándose la puñalada en el pecho, traspasando su pulmón.
—Te... Te amo hijo...—.
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Riendo más, agarra un bate de hierro y sin esperar rápidamente lo abanica con fuerza, lo que se escuchó fue el grito más desgarrador hasta el momento, lleno de sufrimiento, mientras que aún Jack se reía sin parar.
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Jack, al día siguiente estaba fuera de su casa con una mochila, y en sus manos tenía una cerilla encendida.
—deberías arder en un lugar peor...—.
Y acto seguido lanza la cerilla a la entrada de su casa donde había una gran cantidad de combustible, al igual que por cada rincón de la casa, que ahora estaba en llamas. Y nuestro joven protagonista comienza a alejarse del lugar, llendo a una parada de autobús medianamente cercana.
Cabe decir que Jack, llevaba una chaqueta negra con capucha y debajo una camiseta blanca, con las manos en los bolsillos de la misma, también llevaba unos jeans ajustados de color azul marino y un par de zapatos deportivos negros. Se podría decir que lo bueno de ese sujeto es que guardaba una buena cantidad de dinero, por eso Jack podría empezar a sobrevivir por su propia cuenta.
Mientras esperaba el autobús tenía una mirada perdida viendo continuamente el cielo, que poco a poco fue nublandose.
—Madre... Te extraño...—. Aún viendo el cielo que ahora gotas de lluvia empezaban a descender, una lágrima se despilizo por su mejilla.
Luego de unos minutos llegó el autobús y apretando los dientes y cambiando su mirada se levanta limpiando las lágrimas. Entró y pagó su asiento llendose al final del autobús apoyándose en una ventana.
El autobús avanzó y desde la ventana un camión de bomberos pasó rápidamente con la cirena de emergencia puesta.
—¿Tan rápido?—. Jack mirando por la ventana trasera logra ver una nube de humo negro saliendo hacia arriba en la dirección de su casa.
Vuelve a la posición en que estaba y mira a través de la ventana con un semblante serio, recordando a su madre con una sonrisa. Pero también lo recordó a él y su mirada se convirtió en una furiosa.
En el mundo siempre hay algo y está su controrio, como un antónimo, no hay paz sin guerra, no hay oscuridad sin luz y no hay odio sin amor. Y esto nos pasa, cada vez que amamos algo con tanta fuerza solo alimenta al odio que sentiremos si lo perdemos.
Como Jack, tanto era su amor por su madre, que al perderla, automáticamente ese amor se convirtió en odio, odio hacia la persona que se la llevó. Hay quienes deciden no dejarse llevar por ese odio y perdonar, avanzar. Pero entre más amor, más odio y es difícil controlarlo.
El autobús se detuvo en otra parada y una chica entró, parecía muy alegre por su linda sonrisa, siguió caminando por el pasillo del autobús y se sentó en la ventana contraria a la de Jack. Este no prestó atención a su alrededor hundiendo en sus pensamientos.
—Mírame... Mírame desde allá madre—. Colocó la mano en su pecho y susurró viendo por la ventana, intentando que esas palabras llegasen a su madre donde sea que esté.
La chica lo miró por sobre su hombro detenidamente, parecía que quería comprobar quien era por su mirada, su sonrisa desapareció y estaba seria. En su mente pensó [es él] y lentamente comenzó a acercarse.
Jack lo notó y volteó la mirada para ver a esa chica de cabello castaño, ojos marrón oscuro, traía puesta una blusa y un delgado suéter por encima con unos jeans azules y unas zapatillas Adidas blancas.
—¿Qué quieres?—. Preguntó Jack a la defensiva y mirandola seriamente frunciendo levemente el ceño.
—¿Eres Jack cierto? El hijo de Cristina—. El se sorprende por eso y la mira atentamente.
—¿Quién eres?—. Afila su mirada diciéndolo con un tono frío.
—Tranquilo, no haré nada, pero tienes que saber que ahora actuaste y eso traerá consecuencias—. Sonríe mirando hacia el frente.
[¿acaso ella sabe de eso?] frunce el ceño y se tensa —¿a qué te refieres?—.
Ella lo mira a los ojos con esa sonrisa —sé lo que hiciste—.
[no puede ser... Podría delatarme, pero... ¿Por qué me lo dice? ¿Debería... Matarla?] Jack se tensó más pensando que hacer.
—No soy tu enemiga, como verás no te he delatado, estuve buscándote—. Ella cambia su sonrisa a se mantiene seria sin apartar su mirada.
—¿Para qué?—. Cuestiona Jack enseguida con su tono frío.
—Cierta persona me envió para cuidarte, porque comenzarán a buscarte por lo que hiciste—.
—¿Cierta persona? ¿de quién hablas?—. Jack mira rápidamente por la ventana viendo la siguiente parada y regresa mirada a ella.
—Eso no puedo decírtelo, no por ahora, ven conmigo—. Gira la mirada nuevamente hacia el frente.
—No puedo confiar en ti—. Responde el sin perder su tono.
—No puedes hacer nada tu solo, no tienes experiencia en huir de la ley—. Ella sonríe levemente y se levanta de su asiento— ven conmigo —. Extiende su mano.
[No tengo opción... Tiene razón] Jack suspira y aparta su mano levantándose— pero no confío en ti, si haces algo voy a matarte—.
Editado: 03.08.2020