Capítulo 7

ACLARACIÓN: tal vez esto debi poner antes pero me olvide, lo siento. 

Letra inclinada: Escena que pasa Annabelle con Jhen.

Letra recta: Escena que pasa en el mismo tiempo que Annabelle esta con Jhen

Negra: Recuerdos del pasado. 

-Tienes que estar jodiendo-gruñó ganándose una mirada de reproche de la anciana. 

-¡Suéltame!-gritó enfurecida la pelirroja-¡suéltame!

Mas el espectro no lo hizo, por el contrario fue a su otra pierna y clavo de nuevo sus garras. Ella apretó los labios tratando de que el dolor no la consumiese pero eso parecía imposible.

-Resiste-pensó para sí misma-resiste.

Pero un eco resonó con fuerza en su cabeza. Las mismas palabras pero las decía un hombre y como si estas la embriagaran se dejó llevar hacia un lugar de recuerdos.

“-Resiste-murmuró-Por favor Jhen resiste. No me dejes”

Abrió la boca pero no pudo responder nada. Aquel hombre tenía un bigote muy particular y no pudo evitarlo sintió nostalgia. No lo entendía ¿Quién era ese señor?

Pero ese solo fue el principio de su confusión porque después de esa con cada rasguño, venia un recuerdo y con cada recuerdo, una herida que nunca había sido completamente cerrada se abría.

Gente, mucha gente. Y en todos lados. Todo era un completo desorden pero era entendible después de todo había habido un derrumbe en la mina solo que ella no lo sabía. Pero tenía la sensación de que algo no estaba bien y el miedo se empezó a apoderar de ella. Y golpear con fuerza su corazón contra su pecho.

-¿Qué está pasando?-preguntó en voz baja ante tanto rebullicio.

-Disculpe que está pasando-le preguntó a una señora.

Esta la vio un segundo antes de echarse a llorar.

-¡Oh! ¿No lo sabes?-preguntó entre lágrimas-se ha derrumbado la mina y mi marido...

-La mina-repitió y salió corriendo-¡Papá! ¡Papá! ¿Dónde está papá?-le preguntó a su nona.

Esta se lanzó a los brazos de la muchacha y con voz rota le dijo:

-No logró salir.

-No-empezó de nuevo la muchacha sobre la cama-¡No!

Cajas, miles de cajas bajaron. Y cuando la última bajaba se fue su autocontrol. 

-No...¡No! ¡No! ¡No me dejes!-gritó y se sacudió entre los brazos de su nona-¡Tú no me dejes!

Pero el ya no la oía. El ya no estaba. Se había ido como todos los que habían estado en la mina. Y ni sus gritos cambiarían las cosas, pero al menos tal vez, acariciarían un poco su adolorido corazón.

-No me dejes-gimió y una lágrima rodó por su mejilla-No me dejes.  

-Le duele, no podemos dejar que le duela-dijo el muchacho frustrado y reteniendo sus propias lágrimas-por favor has que pare.

-No puedo.

-¡Y un cuerno! Dime que hago y lo haré.

La anciana negó.

-No puedes hacer nada, solo ella puede.

-¿Lo recuerdas Jhen?-se rio-¿Recuerdas el dolor que te embriago por meses por tu padre? El murió por tu culpa.

-No...

-¡Si! Fuiste ambiciosa y quisiste un ramo. El ramo más grande. ¿Y cómo podía negarse para aquella cosa un padre que solo tiene una niña y es de sus ojos? ¡Lo mataste!

-¡No! ¡No lo hice!

-No lo mate.

-Sigue recordando Jhen que esto se pone cada vez mejor.

-No quiero. No quiero.

Pero de nada sirvió sus palabras, fue más un gasto de sus fuerzas. Otro corte, un gemido y otra línea apareció, solo que esta vez iba por todo su brazo. 

-¿Quién es el muchacho?-preguntó una chica.

-¿Es nuevo?-dijo otra.

-Es guapo-suspiro una.

-Es un idiota-interrumpió Jhen cogiendo agua, miro al joven y frunció el ceño cuando él le guiño el ojo-y un creído.

-¿Te acuerdas?-se rio-el amor a primera vista ¿lindo no? ¿Te parece si indagamos más sobre eso?

La joven negó con la cabeza con pocas fuerzas. Se sentía cada vez más cansada y por un momento pensó que estaba muriendo. Aunque no es que estuviera tan equivocada.

Físicamente su cuerpo empezó a morir. Su piel se volvió pálida, sus labios se secaron y su cuerpo poco a poco se enfriaba.

-¡Ya basta Annabelle!-gritó el joven al ver como el cuerpo moría-¡Déjala en paz! ¡Ya basta!

-Un poco más. Puede que ella logre recordarme-respondió esta con voz desesperada-Por favor.