Capítulo 12

Mi último verano en Pichidangui yo estaba aterrada no quería que llegara el fin del verano o me alejarían de todo lo que conocía, me llevarían muy lejos y no quería, solo veía como pasaban los días y solo miraba a la niña que se iría antes que yo sabía que si ella se iba luego sería mi turno, mientras más pasaban los días más miedo tenía y las crisis de pánico eran más frecuentes. 

Un día me bañaron con agua helada como era de costumbre y me dijeron que me pusiera ropa que me habían dejado en el camarote y que esperará hay hasta que ellas me fueran a buscar, abracé a mi perrita de peluche no podía parar de llorar estaba demasiado nerviosa no quería que me llevarán lejos yo solo quería estar con la familia que tanto amor me habían dado, era injusto, había una maleta hecha, a mi me habían arreglado y yo también era mas rebelde por cosas que me habían pasado en el hogar me tenía que defender, así que tenia un peor carácter, era muy seria pesada y malvada, bueno de alguna forma me tenia que defender; al regreso de la señora se me acercó y me dijo:

• Comportate y callate, por fin te largará ahora solo callate y no lo arruines.

pero yo en lo único que podía era que esa mujer me había odiado los casi 3 años que estuve en ese lugar, mientras caminaba pensaba que me mandarían muy lejos, solo miraba el suelo y pensaba mil cosas, nada volvería a ser lo mismo hasta que los vi era mi madre adoptiva y su esposo, me solté de un tiron, solté la maleta y salí corriendo hacia mí madre, estaba tan feliz ese sería el primer día de mi nueva vida. 

Mi madre me abrazo, me beso en la frente y me dijo:

• Es hora de irnos a casa.