LOS SUEÑOS

Hay una gran diferencia entre los sueños reales y los que son resultado del subconsciente. Los segundos son una combinación de lo escuchado, hablado o visto durante el día y suelen estar plagados de fantasías. Un ejemplo podría ser: ver a ese amigo que está a kilómetros de distancia pasearse felizmente en una patineta sobre la arena del desierto. Este sueño podría ser provocado por hablar o pensar en él y haber visto una película antes de dormir; el cerebro revuelve las situaciones y crea el sueño ilusorio.

En los sueños reales, el alma viaja libremente escapando del cuerpo que lo ata. El verdadero yo visita el plano que está un poco antes de donde procedemos, el cual es imposible de alcanzar estando despierto. Al estar ahí es probable encontrarse con almas cuyo cuerpo físico se conoce y otras a las que se cree nunca haber visto. Es un punto de reunión entre quienes ya regresaron con el padre y aquellos que continúan en el mundo material. Es el lugar para recibir mensajes o consuelo y también para pedir perdón. No se llega ahí a voluntad aunque un persistente y ferviente deseo puede ser el camino. Las emociones y sensaciones experimentadas, tales como amor, gozo, dolor, aliento, sonidos y olores se magnifican y suelen perdurar por horas después de despertar.


Adriloch