Mis Jefes intergalácticos +18

33

Un mes después.

Una pequeña sonrisa aparece en sus labios, sus ojos azules brillan con un poco de emoción, en estos momentos acaba de salir de una pequeña reunión con sus sobrinos Emperadores.

La idea de Arlet sea sido aceptada por ellos, la integración de los humano al planeta Gherm ¿será interesante? ¿Cómo serán algunas humanas?.

Mira a través de la ventana del coche, observa cómo las personas van caminando, haciendo su día a día aunque se pregunta ¿cómo nuestra especie tomará esa noticia? Especialmente las mujeres.

Estamos de acuerdo que nosotros mismo hicimos que perdiera su independencia sin imaginar que nosotros perdiéramos el deseo de estar con ellas, las cosas llegaron a un punto que ningún guerrero quería tener un matrimonio, por eso los padres estaban acostumbrado a buscar la pareja para sus hijos tratando de ayudarlos sin que ellos supieran que solo hacían que la mayoría se sintiera infelices.

Por eso los hombres comenzaron a ser guerreros tratando de huir una vida que no quieren, sentirse prisioneros, cumplir con los caprichos de alguien que nunca valoró los esfuerzos hechos.

Ellos mismo fueron uno de los tantos que vivieron un matrimonio infeliz y esa mujer nunca vio las cosas que hacían por ella.

Por eso algunas mujeres que tienen los mismos pensamientos que los hombres se alistaron tratando de sentirse libres, felices. Al principio cuando las primeras mujeres se alistaron los hombres pensaron que ella buscaba una forma de unirse en matrimonio pero no era así, se dieron cuenta que ellas también huyen de lo mismo que ellos.

Solo querían ser independientes y valerse por ella misma.

Sin embargo todo cambió cuando la ley de separación fue aprobada, causando una red masiva de separaciones nunca antes vista.

Causando que las mujeres se sintieran en crisis ya que todo lo que ella consideraron que era suyo lo perdieron, algunas comenzaron a comprender las cosas, otra no aceptaron así tratando de apelar contra la nueva ley cosa que no funcionó ya que más de la mitad de los habitantes la apoyaron.

Parejas que tenían años juntos que eran ancianos hasta se divorciaron por qué solo querían disfrutar los últimos años de vida.

En ocasiones se pregunta si ¿hubieran pensado de otra formas, tanto hombres como mujeres fueran felices? ¿Sus hijos fueran diferentes?

Ya que era raro que alguien se casara con amor, las niñas solo tendrían amor maternal y los niños solo tendrían amor paternal cosas tan estúpidas que para dar cariño no hay que dividirlos.

Por esa división los niños sufrían más que las niñas, ya que querían también el cariño de las madres cosas que era casi imposible que pasara.

Siempre él y su hermano se sentirán culpables, querían darle más a sus hijos pero no podían… sólo pueden agradecer a Dios por poner a esa humana en el camino de sus hijos.

Sale de sus pensamientos al detenerse el coche sale y camina directo hacia su casa, una de la sirvienta lo saluda.

—¿Dónde está Alexis? —pregunta quitándose la chaqueta.

La sirvienta la toma —En su despacho Sr.

—Gracias.

Camina directo hacia el despacho, entra sin tocar y encuentra a su hermano menor comiendo —Arlet mandó comida ¿Verdad? —se ríe un  poco al ver como tiene su cara un poco sucia con comida.

Alexis sonríe —Ven Alex, mando mucha comida.

Alex se sienta junto a él y comienza a comer, Alexis lo mira —¿Cómo te fue?

—Bien, realmente bien solo hay que comunicarle a Arlet… además ellos quieren conocerla.

Alexis se detiene —La quieren conocer…

—Um —Alex dijo con la boca llena —, ¡esto es muy rico! —alegó comiendo —, en fin ellos quieren conocerla… me dijeron que desde hace un tiempo han querido hacer algo por el pueblo femenino, expresaron que se sentían culpables por las decisiones de sus antepasados.

—Ellos no tienen la culpa, ellos y los anteriores han hecho mucho por el pueblo —argumentó Alexis.

—Verdad, pero ellos no lo ven así —ambos terminan de comer. Alex mira a su hermano —, voy a llamar a Arlet.

Alexis solo confirma, se pone al lado de su hermano para saludar a sus hijos y nuera.

A los segundos la pantalla es encendida y por ella aparece Eros —Hijo.

—Padre, papá ¿cómo están?

—Estamos bien —confirmaron ambos padres, el siguiente en hablar fue Alex —, ¿está por ahí nuestra Nuera?

—Si, cariño ven nuestro padres quieren hablar contigo.

Los mayores miran la sonrisa de su hijo mayor, no pueden evitar también sonreír. A los pocos segundos aparece una muy sonriente Arlet aunque un poco pálida.

—Hola, ¿cómo están?

—dinos papa y padre —regañan los gemelos mayores.

Las mejillas de Arlet se encienden —Papa, padre.

—Ahora sí, —los cuatro se ríen —, y Éber ¿dónde estás?

—Está acostado, últimamente ha estado vomitando —respondió Eros.

—¿No lo han llevado al médico? — preguntó Alexis preocupado.

—No quiere ir, al igual que esta señorita —regañó Eros.

—También estas mal Arlet, si le duelen tienes que ir al médico —regañó Alex.

—Si sigo así iré, solo creo que fue alguna comida que nos cayó mal.

—Aún así debieron ir —alegó Alexis.

Arlet bajó la cabeza con pena —Si seguimos así iremos padre.

—Perfecto —expresó ambos mayores, Alex sonrió un poco —, te tengo una pequeña noticia Pequeña.

—¿Cuál?

—Tu idea ha sido aprobada por los Emperadores, además quieren conocerte.

—¿Qué? —exclamó con sorpresa Arlet.

Los mayores ven como Arlet queda en shock por la noticia, así que Alex continuó —Ellos citaron una reunión contigo para mañana tiene que ir con los chicos.

—Pero, pero son de la realeza no sé cómo comportarme.

—Lo harás bien pequeña —aseguró Eros besando la mejilla de ella.

—Es verdad, además acuérdate que somo de la realeza también y nos has tratas muy bien —halaga Alex, Alexis se había alejado un poco, no entiendo lo que está haciendo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.