Todo está oscuro, no sé dónde estoy. El callejón está plenamente oscuro, simplemente alumbrado por la luz de la luna. Como llegue a parar en este lugar, es totalmente incierto para mí.
A lo lejos, unos pocos pasos de distancia, una silueta camina deprisa, como si escapara o escondiera de algo o alguien. La miro con detenimiento, es una chica. Mis pies en sincronía se mueven por si solos siguiendo a esa figura y cuando estoy solo a unos pasos la puedo ver mejor, con la poca visibilidad que me dan mis vías oculares.
Cabello castaño, casi negro, vestida con una ropa muy diminuta. Mis ojos casi salen de su órbita al reconocerla. Maldita cría, que hace sola en medio de la noche, en un lugar que puede considerarse peligroso.
Estoy por acercarme, pero me quedo en blanco al oír unas voces a mi espalda. Me escondí cerca de unos contenedores.
Agudizo mi oído para poder escuchar mejor las voces, intentos identificarlas, pero no sé a quién pertenecen.
Te lo juro Jade. Te. Voy. A. Matar.
Una cría de dieciocho años sola en media de la noche, ohhh si... Lo voy a ser lentamente y lo voy a disfrutar querida primita.
Escucho como pasos, fuertes se acercan con velocidad.
Son hombres.
Dos para ser exactos.
-La vi meterse por aquí, no debe de estar lejos-Quedaron frente a mí en unos pocos segundos. Los suficientes para escanearlos desde donde estoy.
Van por Jade.
No, no, no, no.
No lo puedo permitir.
No lo voy a permitir.
Salgo de mi lugar y camino a paso acelerado por donde se fueron los rufianes. Todavía los escucho a la perfección.
-Sabes la cantidad de cosas que podríamos hacer con ella. El dinero será bueno-Hablo el barbudo.
Eso me desespero por dentro.
Y no sé porque alce mi mano como para agarrar algo.
Un clic sonó en mi cabeza.
Y un grito desgarrador se oyó.
Despierto con un grito ahogado, las sábanas están húmeda y mi cuerpo repleto de sudor.
Me levanto sin pensarlo y corro a la habitación donde se encuentra mi familia, lo hago con cuidado esquivando los obstáculos de cuerpos que estaban en mi habitación.
Abro la puerta de la habitación donde esta una parte de mi familia.
Di un suspiro de satisfacción al ver la cama, con una muy mala forma de dormir a mi primita. Me lleve las manos a la cara para tranquilizarme, pero las retiro al sentir algo viscoso en ella.
Me limpio la mano en el camisón que tengo puesto y me dirijo al baño para poder mojarme el rostro.
Joder, que sueño más horrible, lo sentí tan real, que tan solo imaginarme que le pudiera pasar algo Tori… no voy a poder dormir después de eso.
Pero mierda, era toda tan ¡real! Las voces, lo que vi. No, no, no, no dramatices, fue solo un sueño, un simple sueño, solo eso. Nada más.
Prendí las luces y me vi en el espejo. Tan rápido como mis ojos vieron mi reflejo me quedé paralizada, quise gritar, pero la voz no me salió. Me sentí tan desesperada que comencé a temblar de la preocupación. Rojo, por todos lados, mi cara, mi ropa mis manos y no es mía, lo sé porque me inspección yo misma, si mía, no lo es.
¡Pero de donde proviene!
Si esto es una broma, es una de muy mal gusto.
(...)
-No sé de qué hablas babe, pero te lo aseguró, nosotras no tuvimos nada que ver-Intento justificar Zarah por todas, mientras caminábamos por el campus.
Después de ese horrible momento tomé una ducha, helada cabe recalcar, no volví pegar el ojo todo lo que quedaba de la noche.
Mi familia ya se ha ido, ¡buenas noticias! A excepción claro de mis rubios y castaños favoritos, y Jade, que cursara que su primer año en la universidad.
Si, somos muchos para un solo departamento, pero ya lo arreglaremos.
Al pensar en ella, mi mente viaja a esos dos sucesos que me tienen pcicociada con respecto a mi prima. No sé qué me está pasando, pero estoy detestando mucho más que las personas me toquen. Cada vez más esos flashes me están atormentando.
Todo lo que vi fueron pequeños fragmentos tan solo con que me toqué alguien o yo al hacerlo, me pasa esto. En este caso, ayer por la noche cuando tome la mano de Jade, volvió a ocurrir. Pequeñas escenas que se conectaban y poco entendibles, la vi arreglándose, después escaparse por la ventana de la cocina y, por último, como gritaba en un lugar oscuro pidiendo ayuda.
Para colmo tuve ese estúpido sueño y eso me tiene atormentada peor.
- ¿Qué piensas? -Un brazo tatuado me rodeo.