Estaba en mi volverme a sentir vivo.
Te imagine, te idealice.
Tantas noches sin querer dormir solo para verla en mi memoria negarme con su mirada la cercanía de mis labios a los suyos.
Tantas noches sentado mirando al cielo vagando entre nubes porque sus ojos jamas los volví a ver, no como aquella noche.
Su perfume sereno y dulce se desvaneció en mi. Quiero volverlo a sentir y vivir, que no se vuelva a ir. Quiero tanto a su lado que me ahogo en mis ganas de quererla. Quiero dejar de negarme la felicidad. Quiero darme otra oportunidad. Quiero caer en sus risos. Quiero dejar que mi alma sonría y me diga que también soy feliz al salir de mi, de este infierno violento que devora todo mi querer cuando no me alimento de ti.
Y una noche sus ojos se encendieron como un faro para mi poseído corazón, que en egoísmo se negó a razonar y a entender que su luz no fue hecha para mi. Debo confesar que estaba dentro de mi sonreír, sonreirme lejos de ti, porque de ti estoy viviendo, y viviré en la melancolía de mi mirar, pensando en que aunque más te quiera, más me iré de ti.