Yo Creo que debemos hablar.
Tu crees que debemos callar.
Creo que no debimos soltarnos.
No dejo de creer en lo que tus ojos quieren de mi.
Sigues creyendo que es mejor olvidar.
Sigo creyendo que debemos callar con un beso y talvez ya no sea solo uno, sino el comienzo. Por ese instante deje de creer en mi, y me gusto creer en ti. Pensé en mi y bajo una luz me veías tu. Ya no estoy solo en mi, me siento cautivo de ti, de verte feliz, de verte ir y venir, de vernos a los ojos una y otra vez.
Y si nos descubrimos en un beso mas, y si nos desnudamos el alma con los ojos. No me ha gustado tu mirada baja que me esquiva cada vez que quiero en ellos revivir juntos ese beso apacible que me concediste con tanta duda y deseo. Creo que debemos dejar de pensar y apasionarnos mas. Sigues prisionera de tus dudas, de la culpa, del miedo. Te veo tan distante, no me sonríes. Yo sé la verdad, y no va cambiar el hecho de que lleguemos a querernos más de lo que me hizo sentir tu suaves manos. Mas de lo que me entregaron tus ojos. Sigo creyendo en lo acelerado que mi corazón se pone al verte un poco solo un poco cerca de mi. Y esto me pasa por tanta cobardía, y deshonestidad, por no afrontar lo que yacía dentro de mi y que ahora he decidido escribir para ti. Porque es lo mas cerca que podre estar de ti.