El sueño es una realidad virtual que se origina a partir de un procedimiento del subconsciente no programado ni dirigido que se basa en la reelaboración de distintos datos que se almacenan en la memoria; los recuerdos.Aquella era una noche inquietante, tormentosa y llena de relámpagos cuya luz se colaba por la ventana de mi habitación oscura, como ya era cotidiano y muy de costumbre me había despertado sobresaltado, mis manos temblorosas y empapado en un sudor frio, tratando de sobre llevar la inmensa jaqueca que siempre me agobiaba luego de estos extraños sueños.
Ya con este eran doce seres muy extraños y con una característica en común con los que había soñado...realmente y pensándolo bien a lo largo de este año había experimentado sueños más recurrentes y curiosos como aquel en el que estoy parado a la entrada de una cueva que parece profunda pues al tratar de ver en su interior solo se lograba divisar un negro de oscuridad perpetua, custodiando aquella entrada habían tres lobos de unos dos metros de altura.
En medio se encontraba uno de pie, de un color gris, como la ceniza, de apariencia joven un pelo brillante y algo musculoso, el cual me permitió calcular la altura de aquellos tres majestuosos animales que a pesar de su gran tamaño y la sensación de intimidación que provocan sus afilados colmillos, cabía resaltar que eran unos hermosos ejemplares.
A la derecha se encontraba un lobo tan blanco como la nieve con una gran y marcada cicatriz en su ojo derecho que cruzaba de arriba hacia abajo de sus parpados en forma de rayo como si fuese resultado de una ardua pelea y a pesar que estaba echado sobre el suelo se podía notar que en una de sus patas llevaba un brazalete del cual colgaba parte de una cadena y en él una extraña inscripción tallada en oro de una especie de escritura antigua…tal vez celta o nórdica.
A la izquierda con una mirada fría y penetrante, se encontraba el tercer lobo mirándome fijamente con una mirada tan intimidante que me hizo retroceder un paso, este al igual que el anterior tenía una cicatriz en la cara solo que esta se encontraba debajo de su ojo izquierdo con una forma muy parecida a un tridente, y a diferencia del segundo lobo este llevaba dos brazaletes con inscripciones que claramente estaban en griego antiguo…lo curioso es que no tengo conocimiento en lo absoluto de aquella escritura pero aun así sabía que era griego.
Intente caminar hacia la cueva pero al momento en que di los dos primeros pasos aquel lobo que estaba echado en el suelo se levantó y el gris se movió rápidamente, en ese momento pude notar un detalle que no había notado antes, este último también tenía dos brazaletes pero en las patas de atrás y en ellos tenía un escrito en egipcio, de su cuello colgaba un collar con un medallón y en él, el sello de Horus.
En mi segundo intento de entrar a la cueva los tres lobos seme acercaron y de la manera más inesperadamente tierna me alejaron de la entrada con sus hocicos, en ese momento aquella sensación intimidante provocada por sus colmillos se desvaneció, sustituida por una paz y una calma indescriptible en ese momento decidí dar marcha atrás, pues si estaban tan decididos a no dejarme pasar, no les iba a llevar la contraria pues no quería arriesgarme a hacerlos que se enojaran conmigo.
Gire hacia mi muñeca para ver la hora en mi reloj y note que eran las 3:15 ni un segundo mas ni un segundo menos, al instante un dolor insoportable en mi pecho me hizo despertar, y darme cuenta de que estaba soñando, me encontraba en mi cama envuelto por un cobertor de algodón.
Un regalo de cumpleaños de mi madre, al mirar el reloj despertador sobre la mesa de noche vi claramente como el segundero llegaba al 12 marcando exactamente las 3:15 de la mañana.
En ese instante y a pesar de que me invadía, no pude conciliar el sueño pues el dolor de cabeza era insoportable, me levanté a tomar un vaso de agua y regrese a mi cama para ver si lograba volver a dormir pues sabía que debía levantarme temprano al colegio,ignorando que aquel sueño se volvería frecuente.