A la mañana siguiente me levanté con un gran dolor de cabeza, traté de levantarme pero caí. Mara entró a mi cuarto en un abrir y cerrar de ojos, realmente no me sentia con demasiadas fuerzas para ir a trabajar hoy. Pensaba que aunque mi suegra me había dejado en claro que yo ya no era parte de la vida de Jimmy, no iba a rendirme hasta ver quien era la tipa que estaba con ahora mi ex prometido, incluso decir eso me habia costado, pero no creo que Jimmy pudiera conseguirse a alguien mejor,ya que yo siempre le había dado todo lo mejor en el gran aspecto del amor. Tomé todas mis fuerzas y me levanté junto con mi orgullo no dejaría que nada me derribara, nada lo haría porque yo era la gran Kaela. Mara solo me miro confundida.
— ¿Estas bien?
La voz de Mara me hace voltear a mirarla. Asiento con la cabeza.
—Debo ir a trabajar. Iré a prepararme, ahora te pido que salgas de mi habitación si no es mucho pedir.
Ella se levanta de donde estaba en cunclillas. Me lanza una mirada de confusión, es lo último que hace antes de darme la espalda y salir totalmente de mi habitación. Corro a cerrar la puerta. Comienzo a hacer lo mío, esta vez he decidido que no voy a perder contra nadie, incluso si estoy enferma eso no va a permitir que alguien se sienta mucho mejor que yo, porque soy Kaela, la reina de las perras. La gente debe conocer su lugar. Al llegar a mi trabajo me dirijo a mi oficina, me siento en mi escritorio. Comienzo a revisar el caso del señor Smith pues pronto será el juicio para determinar si el conserva su empresa o la pierde totalmente, encuentro detalles a mi favor pero no es suficiente, tiene que haber una prueba determinante,me quedo pensando unos momentos, ¿será que podré ganar este caso? —Claro que sí. Me lo repito una vez más nadie puede contra mí incluso si ahora estoy moribunda.
Reviso una y otra vez los mismos papeles, tratando de encontrar el factor determinante, algo que me aseguré que voy a ganar. Después de un rato de revisar más de miles de veces los papeles no encuentro eso que es tan determinante para el caso. Tomaré un descanso ya que siento que el aire comienza a faltarme, y en ese momento una gota de sangre que proviene de mi nariz cae sobre un papel y como milagro del cielo logró leer el título del documento,era lo que hacía falta.
Me quedó más tranquila después de eso. Miro la ventana que está a mi lado mientras me limpió la nariz, hay vida allá afuera me pregunto que estaría haciendo ahora mismo si yo no estuviese enferma, por qué esto no le paso a alguien como Mara ella se lo merece más, es una mujer que se nota que miente y que vive a costa de otros, eso no me interesa, pero lo que me molesta es que ahora se quiere hacer la mustia para vivir a costa de mi, esta idiota si cree que yo voy a mantener a alguien como ella, muy pronto cuando tenga la oportunidad ella se irá de mi casa. Todo sería mejor si la que viviera conmigo fuera mi mejor amiga Kris, ella no me haría nada malo, incluso si se besó con Jimmy no significa que tengan algo serio, puedo perdonarla, además me llevará a un restaurante de clase como yo me lo merezco porque es obvio que yo me lo he ganado, Mara podría hacer eso siendo tan sencillo? de seguro ni siquiera tiene dinero para comprarse ropa interior de calidad, debe de ser de esas personas que regatean los precios en los puestos ambulantes, es tan horrible convivir con alguien como ella, que no merece ni siquiera poner un pie dentro de mi casa, ella no nació para ser siquiera mi conocida o colega. Algo se me tenía que ocurrir para que ella se largará de mi casa, tenia que hacerla sentir no bienvenida en mi palacio.
Volví a pensar en el caso del señor Smith, la verdad es que lo más factible sería solucionar las cosas afuera de la corte y con el papel que habia encontrado eso sería pan comido ya que no le beneficiaria a la parte contraria que ese dato se de a conocer, sonreí mientras pensaba en como era tan genial e increible para solucionar un caso, definitivamente nadie podría igualarse conmigo. No debería juntarme con personas que no estaban a mi nivel, así que dejaria de salir con ese trío de idiotas que solo se la pasan perdiendo el tiempo. Si ganaba el caso, entonces el señor Smith pagaría mi deuda y el dinero de esa miserable de Mara sería devuelto y ya no me sentiría en deuda con ella.
El día en la oficina, finalizó y lo mejor había sido que no tuve que esforzarme tanto, la verdad estar enferma me beneficiaba mucho pues ahora podía venir e ir cuando quisiera al menos tenía una ventaja después de todo, caminé y vi un pequeño restaurante decidí que ahi cenaría ya que no me apetecía comer la comida de alguien tan miserable como Mara. Después de ver el menú, me dispuse a ordenar y tras eso me quede mirando a mi alrededor, vi a una pareja realmente se veían bastantes contentos, se amaban demasiado eso se veía por la forma en la que se miraban, pero el amor no podía durar tanto, aunque me casaría con Jimmy sabía que yo estaba dispuesta a casarme con él, más que nada por el prestigio que ser parte de su familia me iba a dar, oh Kaela de Smith, sonaba tan bien, como un cuento de hadas, una señora bien adinerada y con clase portando con orgullo un anillo de matrimonio con un diamante inmenso. De pronto, la mesera interrumpió mis pensamientos poniendo el plato en mi mesa.
—Buen provecho, señorita.
Dijo antes de retirarse.
Comencé a comer. La pareja de enamorados había terminado se tomaron de la mano y se fueron por su camino, el amor no es tan primordial para mí, yo amaba a Jimmy si pero, habia algo que me llamaba más la atención de él, su dinero y el prestigio que le daría a mi imagen su apellido. Tenía que volver a toda costa con él, no importaba si lo dejaba viudo dentro de unos meses al menos lo poco que yo viviera sería siendo la señora de Smith, alguien importante como mis papás querian que yo fuera. Y la manera de tener a un hombre comiendo de la palma de tu mano, era terminando en su cama. Una sonrisa involuntaria apareció en mi rostro, claro ahí estaba la respuesta, tenía que volver a acostarme con Jimmy para poder obtener lo mio. Me sentía mejor que nunca puesto que habia encontrado solución a dos de mis problemas y pronto podría sacar de mi casa a Mara ya que no la necesitaría ni a ella ni a su miserable compañía.