Capítulo 4

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Como el día anterior llegó puntual a la escuela. Abrió el salón de clases y se puso a ordenar el escritorio. Las sillas en forma de luna para dejar a la vista a todos los alumnos. Nadie se escondería atrás de nuevo. 

Cuando Lesly llegó su quijada cayó al suelo. ¿Qué diablos había hecho la maestra nueva?

— ¿Qué ha hecho? 

Preguntó desde la puerta Derek seguido de otros más. —Es un método que nos hará trabajar mejor y sin distracciones. 

Cecil les indicó que se sentarán. Y lo hicieron a regañadientes. Comenzó a escribir en la pizarra algunos problemas de química. 

—Debemos ponernos al día. La universidad esta muy cerca—fue interrumpida por Ian. Entraba desganado y moviendo sillas.

Parecía que la ignoraba y le valía tres cuartos de pepino lo que ella estaba haciendo o diciendo antes. Ian la estaba provocando. 

—Señor Malone. Para usteded tengo un lugar especial—Ian alzó la mirada en dirección al lugar que le indicaba. Era justo al frente de su escritorio. Todos rieron.

—Creo que con usteded tendré que usar métodos para niños de preescolar y como es quién peor notas tiene deberé supervisar su estudio.

—No pienso sentarme ahí.

—Entonces puede darse por reprobado. Seguro le gustará estar un año más aquí.

—No puede reprobarme.

—Claro que puedo, soy la maestra. Ahora toma asiento donde te he dicho o puedes salir del salón.

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Ian sabía que una llamada más de atención y de nuevo iría su padre a la escuela. Le quitaría el auto probablemente así que no pensaba arriesgarse por ahora. 

Le daría el gusto a la ñoña de la maestra para que sintiera que estaba ganando pero cuando menos se lo esperará él tiraría la trampa y ¡Bam! Al diablo con la querida profesora. 

Quizás se sentía triunfante por el hecho de tenerlo ahí sentado pero estaba muy equivocado si pensaba que eso se quedaría así. No sabía con quién trataba. 

Él había hecho ya que muchos otros profesores se fueran y ella no era distinta a ellos y correría la misma suerte. 

No dejaba de mirarla como si deseará devorarla y luego escupirla como si de un chicle se tratará, estaba tan molesto e irritado que ya no sabía que lo molestaba más en ese momento, si la santurrona sonrisa de ella o los fastidiosos problemas de química que no sabía hacer. 

¿Cómo rayos iba a saber eso si jamás entro a la clase de química? Aparte él no quería ser químico ni nada de eso, él jugaría fútbol nada más

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Durante las siguiententes horas hizo un repaso general que parecía un tiroteó en pleno barrio de los más bajos y oscuros. 

Cecil no comprendía como esos chicos habían llegado a tal grado. Nadie a excepción de Chacón tenían idea de nada. Pero no se daba por vencida así que después de un repaso más y unas técnicas extras logro captar la atención de muchos y al final con pequeños errores corregibles se logro trabajar en el tema, Ian por su parte seguía hecho un lío y maldecía cada segundo.