Miss. Enigma

Capitulo 4: La academia del encierro.


 

Ember Island - Umbrella
 


 

"¿Golpear los puños contra una pared o llorar desconsoladamente?"
 


Page

Cuando tenía once años le juré a Kybel que seríamos mejores amigas por siempre. En ese momento estábamos en su casita del árbol. Ella traía dos coletas y comía su helado. Note que se le cayó un poco en el overol. Me acerqué a ella y le di una servilleta. Recuerdo lo dulce que era su sonrisa y lo acogedor que era aquel sitio. Me escabullía a cada rato para jugar con nuestras muñecas. Esas tardes no tenía que escuchar los reproches de mi madre o la bulla que emitían mis seis hermanos, solo éramos ella y yo contra sus muñecas. Me recosté en el suelo mientras notaba las pegatinas, posters y manualidades en el techo.

—Page, cuando seamos grandes casémonos. —soltó Kybel de la nada. Ella estaba en el suelo también, su cabeza estaba opuesta a la mía.

—Key, yo no me quiero casar ni porque me paguen. —le dije ceñuda.

—Pero...vamos. Yo haré los deberes y tú trabajas. —dijo haciendo un puchero y cruzándose de brazos—. Anda, Page, así no tendremos que casarnos con ningún chico tonto.

—¡Decías entre nosotras! —grité y me paré del suelo de pronto.

—Sí, obvio, ¿pensabas que quería con un tonto chico? —me pregunta. Se paró del suelo para quedar frente a frente.

—¡Kybel, no me voy a casar con nadie! —le grité ceñuda.

—¿Ni siquiera porque soy yo? Pensé que me querías Page. —dijo enojada.

—¡Si obvio, eres mi bestie, pero no me voy a casar con nadie! Además, estoy chiquita, no me hables de bodas ni boberías. —le dije defendiéndose.

—Pero no haremos cosas de pareja si no quieres, solo nos casaremos y viviremos juntas. Solo es que...no quiero que te cases con un chico y ya no nos veamos nunca. —me respondió Kybel.

—Key, ni siquiera voy a tener pareja y menos dejaré de verte o hablar contigo nunca. Esto no tiene sentido, le diré a tu padre que ya no te deje ver esas novelas donde se casan y hay tanto drama.

—¡Las novelas no! —me gritó. Me tomó de los hombros mientras me agitaba.

No pude evitar reírme a carcajadas.

-
 


 

James arthur - train wreck
 


Entonces, me enfoco en el presente. Poco a poco mis ojos dejaron de sentirse tan pesados y se fueron abriendo. Mi vista se enfocó en el techo, era muy alto y había algunas ventanas de vidrio, pero el techo estaba tan alto que nadie podía llegar ahí. Levanté mi cuerpo, de inmediato me doy cuenta lo adolorida que estaba. Puse mi mano en mi espalda y me enderecé. Solté un gemido de dolor. Seguí enfocándome en mi ambiente y reconocí el lugar, era la sala de jardinería de la academia Sky. Había pequeños árboles, orquídeas, cáctus, de todo tipo de plantas e incluso había una sección en el fondo con una pequeña mini piscina para peces. Mi mano pasa por mi cabeza latente. Maldito dolor insoportable. Y de repente recordé lo que había pasado. El humo me dejó inconsciente en el salón de clases y llegué a escuchar toda la mierda que dijo la voz distorsionada por las bocinas. Ahora, estoy en una sala distinta, pero en la academia Sky y no en la Bligh. <<¿Cómo nos trasladaron? ¿cuánto llevo dormida? ¿por qué está sucediendo esto? >>

—¡Page! —me gritó Kybel. Se apresuró a correr. Abrazo mi cuerpo y casi se me tira encima. La calidez de su cuerpo junto al mío; me tranquilizó un poco. Algunas lágrimas escurridizas en sus ojos. Estaba asustada, ¿quién no?

—Key... ¿qué pasó? —le pregunté confundida por el entorno.

—Qué bueno que estés bien. —añadió mientras me abrazaba con más fuerza, después disminuyó su agarre. Pues, después del humo todos nos encontramos aquí sin ninguna explicación aparente.

Todos. Mi vista se enfocó en las personas de mi alrededor, a un lado estaban Danne, Amy, Alex, Josh, Day y otra bola de desconocidos. Parecían desorientados, asustados, perdidos y murmuraban algunas cosas entre ellos. Fruncí el ceño. De pronto entendí la situación, nos habían dormido y transportado a otra academia. ¿Quién hizo esto?

—Adivino, estamos encerrados. —supuse, y fijé mi mirada en Danne esperando una respuesta.

—Exacto. —dijo malhumorada.

La ira subió por mi cuerpo. La confusión, decepción, rabia y dolor se mezclaron haciéndome sentir de la mierda. Me puse de pie y recorrí un pasillo angosto de la misma sala, el cual estaba inundado de pinturas de Van Gogh.  En el fondo, había un espacio con un marco de una ventana, pero desde lejos se veía una pared de block. Me acerco para comprobarlo. La puta que me parió. Palpo el sitio y en definitiva la ventana había sido sellada con blocks. No aguanto la irritación y procedo a hacer lo mismo que haría un machito, así es damas y caballeros, empecé a golpear la pared llena de rabia. ¿En qué momento construyeron esto? Y... desde cuando no habíamos despertado. Me alejé un poco de la pared. Empecé a caminar en retrospección hasta llegar a mi punto de origen. Entonces, en el momento que los vi a todos hablé:

—¿Celulares? —pregunté. Un mínimo de esperanza. Me acerco hacia donde están, habían formado una ronda en el piso.

Se miraban inquietos.

—Desaparecieron. —dijo un pelinegro. Él estaba encorvado mientras abrazaba a Alex. Ella tenía su cabeza hundida en su pecho mientras soltaba algunas lágrimas.

Permanecí seria.

—¿Hace cuánto llevo dormida? —pregunté mientras me acomodaba en el suelo cerca de Danne.

—Hace cuatro días. Nosotros despertamos antes. La primera en despertar fui yo. —dijo Danne afligida. Ese día busqué en cada salón, intenté derribar todos los muros que se alzan en las ventanas sin éxito. Los siguientes en despertar fueron Day, Alex y Josh. No te imaginas lo torturante que fué.

Me quedé en shock en unos momentos intentando procesar todo. 
¿Existe realmente algo que te duerma durante tanto tiempo?




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