Míster obsesivo✓

3. Una relación complicada

No sé si reír o llorar con lo que parece una propuesta de trabajo bastante peculiar. Me he estado diciendo que tiene que ser una broma, y no lo es. El hombre realmente dijo eso. Necesita una mujer que finja ser su esposa por todo un año.

¿Eso es posible?

Reviso el sobre que me entregó sobre las condiciones y pensándolo bien me cae como anillo al dedo, solo sería algo contractual; tampoco puedo ir diciéndole a mis padres que me voy a casar de la noche a la mañana porque a pesar de que será algo de mentiras, todo debe funcionar como si fuera real.

Me encantaría consultarlo con alguien, pero no puedo. Él muy canijo advirtió que si mencionaba algo de esto a un tercero incumpliría su cláusula de respaldo, y tendría que pagar una millonaria multa o terminaría en la cárcel.

¿A qué tipo de hombre loco se le ocurre algo como esto?

Creo que de momento solo a este, y la verdad no sé qué pensar si termina escogiéndome. Suena algo sencillo, a lo mejor es demasiado complicado y yo no quiero complicarme más la vida; no obstante, es serio que necesito salir de mi bache.

―¿Cariño que te parece este color? ―mamá pregunta sobre un vestido color rosa.

―Está bien ―digo sin darle importancia.

Desde que supo que he terminado mi relación con Aaron, cree que lo mejor que puede hacer por mí es comprarme un lindo vestido cada fin de semana para alegrarme. 

―Está bien ―respondo sin darle mucha importancia. Ella frunce el entrecejo―, te dije que no quería salir.

―No seas malagradecida, sabes que todo esto lo hago por verte feliz.

―No lo soy ―me quejo―, ya sabes que es la razón por la que quiero encontrar un empleo.

―Deberías dejar esa tontería, ahora póntelo, iremos a almorzar ―ordena.

No me queda más remedio que agarrarlo e ir a ponérmelo. Al salir vestida de rosita, ella se pone muy feliz. Antes estaba contenta con todos los mimos que me daban, luego de lo que me dijo Aaron ya no quiero ser así.

Volvemos al auto y el conductor nos lleva al restaurante del club social al que es afiliada nuestra familia, y casi la mayoría de gente rica en la ciudad. Eso incluye también a la de mi ex. Él y yo nos pasábamos mucho tiempo aquí y lo último que quiero es volver. Debería decirle la verdadera razón por la que me terminó, porque no fui yo quien puso punto y final a una relación a la que ya le estaban planeando boda. Fue él, quien después de un año juntos descubrió que no soy apta para ser su compañera.

Tienes clase, pero cero ambiciones. A mi parecer solo eres una niña mimada.

Aun me duelen sus palabras y siento que fue muy duro conmigo porque no soy tan inútil como piensa.

―Mamá, ¿en serio vamos a almorzar aquí?

No me gustan sus ideas de hacerme feliz.

―¿Por qué no? A ti te encanta pasar el rato en este lugar.

Sí, cuando salía con Aaron. Ahora no tiene sentido cuando él cree que busco motivos para encontrármelo.

―Algo me dice que tienes segundas intenciones con esto ―expongo y ella se ríe para evadirme y no dar una respuesta.

Llegamos al restaurante Caravals y el empleado nos guía hasta la mesa que ya había reservado. Mi sorpresa es gigante cuando veo allí sentado a Aaron. La suya también es mayor cuando me ve, y es en el momento en que tal vez ambos nos damos cuenta que mi madre lo planeó. No dudo que ella crea que esta relación se pueda rescatar, tanto, que no reconoce el disgusto en la cara de mi ex.

Él se pone en pie, y lo cierto es que también me siento fastidiada. Solo espero que no crea que he sido yo quien lo ha planeado.

―Vamos chicos, me lo agradecerán después ―dice mi madre toda sonrisas, seguido me toma de los hombros y me lleva hasta la silla.

Largo un suspiro sentándome para que ella pueda irse.

―Antes de que digas algo hiriente, no lo planee ―hablo cuando ella ha desaparecido.

Él toma asiento también.

―Ni creas que yo tampoco, pero debí imaginar que haría algo así cuando me dijo que quería hablar conmigo.

―Solo espera cinco minutos y me largaré.

―Vaya, ahora eres quien se cree interesante.

―Vamos Aaron, odias esto, es obvio que quieres evitarme.

―¿Por qué no hacerlo? Es molesto cuando no quiero seguir relacionándome contigo.

Cielos, Aaron ya no tiene nada de tacto al expresarse. Suspiro hondo pensando que atrás quedaron las palabras dulces y amorosas.

―Crees que voy a seguir de intensa pidiéndote que vuelvas conmigo.

―Por lo que piensa tu madre, es obvio que sí.

Su respuesta afilada me hace abrir la boca, y de paso preguntarme en qué momento me volví loca por este tonto. Aaron Crawler se cree el mejor partido que hay en la sociedad de hombres solteros, y por eso se imagina que merece a alguien mejor. Una mujer que no sea solo un adorno superficial y no le avergüence.

―Hablaré con ella para que no vuelva a hacernos esta jugarreta.



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En el texto hay: humor, romance, matrimonioxcontrato

Editado: 14.10.2023

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