Mistery Folk: Oscuridades del pasado

Capítulo 3: Mistery Folk

Al despertar miré por la ventana. Un precioso amanecer entre los árboles en flor me dió los buenos días. Quedé alucinado, era todo tan paradisíaco que parecía que estaba soñando, el tiempo que he estado aquí y todavía no he visto ni oído nada malo. 
No podía detenerme tanto tiempo, no quería que el tren se me pasara. Entonces tomé mi ropa, seguido de esto fui al baño. Hoy sería un día muy prometedor.

Rato después terminé de asearme, recogí mi maleta y abandoné la habitación. Al llegar al bar vi a un hombre detrás de la barra, hoy no estaba la mujer de ayer. Me dirigí a una mesa para desayunar, el hombre se acercó en cuanto se percató de mi presencia.

- Buenos días, dígame ¿Qué le pongo?

- Buenos días, ¿Me puede poner un café con una tostada?

- Sí claro, ahora mismo.

- Gracias.

Aquí la gente era muy educada, espero que en Mistery Folk sean igual de agradables.

Mientras esperaba mi desayuno busqué por internet alguna imagen sobre el pueblo, pero no encontré ni una sola foto, que extraño. 
De un momento a otro llegó el desayuno, me asustó un poco ya que estaba metido en mis pensamientos, además, él vino en silencio no me lo esperaba.

Una vez terminé, pagué y pregunté por la estación, donde se ubicaba. Dijo que estaba a unos 15 minutos andando, bueno bastante lejos para ir con una maleta, pero así mientras caminaba iría viendo un poco de la ciudad. 
Di las gracias para así salir del establecimiento.

Cuando llegué me dirigí a comprar el billete, fui al andén donde se encontraba el tren que me llevaría.

Entre y... ¡Vaya que sorpresa! No había casi nadie. Tres personas más sin contarme, era una cosa que me esperaba, ¿Quién iba a querer ir allí donde las pesadillas se hacen realidad? Pues nadie obviamente.

En cuanto entré todos los que estaban me miraron fijamente, me intimidó bastante, eran pocos pero no paraban de mirarme. Seguí mi recorrido hasta llegar a mi asiento, me senté rápido no podía aguantar más tiempo, con sus miradas recorriendo me de la cabeza a los pies.

El viaje duraba unos 45 minutos, perfecto, tenía tiempo para aclarar mis ideas, lo primero que haría cuando llegara y de escribirle a mi madre.

El inalcanzable Luke
- Buenos días mamá, ¿Como estáis? Yo estoy bien, acabo de coger el tren para llegar a mi destino. 
 


Minutos después una luz blanca parpadeaba en mi móvil.

La Mamá
- !Buenos días Corazón¡ Estamos bien, tu tía Margarita se quedó en casa, nos contó que tu primo se había independizado, está destrozada. 
 


Vaya, no sabía que mi primo por fin se había independizado, ya era hora tiene 30 años y no hacía nada.

Mi tía es la copia de mi madre, nunca mejor dicho, son gemelas. Ella fue la causante del drama que hace mi madre.

El inalcanzable Luke
- Que bien por fin el primo va a hacer algo por si sólo. 
 


 

La Mamá
- Bueno hijo, espero que te vaya bien con tu trabajo, a la noche te llamaré cuídate, muchos besos. 
 


Ya terminada la conversación, pensé en que lo primero que tenía que hacer, era buscar un lugar donde quedarme.

Pasaron los minutos y llegué a un lugar donde no había casi nadie. Parecía desierto. Todos me miraban, normal, era unos de los pocos forasteros que venían, no estaban acostumbrados a ver caras nuevas por el pueblo.

Una vez fuera me sorprendió lo que vi. Ante mí se veía un pueblo sumido en la oscuridad, todas las casas de colores oscuros y grises, dando un toque tétrico, incluso en el ambiente se respiraba muy pesado, para colmo hacia mal tiempo. Menos mal que metí ropa de invierno.

El pueblo parecía fantasmagórico, no había nadie caminando por la calle. Miré mi reloj de mano eran las 10:20 am.

Seguí caminando hasta que me encontré con una posada llamada "Dionysus". Se veía muy tenebrosa, pero era la única hasta ahora, no pienso pasar más tiempo en la calle vagando sin rumbo. Muy probable era que alguien saliera de alguna esquina para atacarme, aunque bueno no podrán conmigo, no es por alardear pero, practico karate desde los diez años.

En su interior era igual, la luz del salón era tenue todo muy apagado. El poco mobiliario que había estaba anticuado, daba la sensación de estar en la edad media, nada que ver con la ciudad.

Vi a un señor mayor, de edad avanzada por su aspecto, pelo canoso, algo encorvado y muy arrugado. Un poco más bajo que yo, vestía de forma anticuada, como todo aquí.

Transmitía algo de miedo detrás de la barra serio, ubicada a la derecha del pequeño salón.

- Buenos días, ¿Tiene alguna habitación libre?

Obvio que si pero no quería ser maleducado.

- Buenos días, ¿Cuánto tiempo se va a quedar?

Preguntó de malas maneras. Por lo que daba a entender que no le gustaban los forasteros, pero... Era normal aquí ¿No? Digo es una posada, es lógico que vengan personas no pertenecientes del pueblo.

- Pues todavía no lo sé, soy Luke Lake. Estoy aquí para investigar lo que sucede.

Al decir aquello su cara cambió a una cara más relajada.

- Espero que usted sea el indicado para sacarnos de este calvario, en el que estamos hace más de 40 años. Han venido muchos como usted, pero todos han salido corriendo espantados por lo que han descubierto.

¿Tan espantoso es lo que han descubierto para salir de aquí? Ahora que lo pienso los investigadores que le asignaron este caso no se les ha vuelto a ver. ¡Empezamos bien! ¡Claro que sí!

- No señor, yo no me voy a ir de aquí sin haber resuelto este misterio y mucho menos salir corriendo.

- Pues en ese caso, tome la llave de su habitación. Subiendo esas escaleras que tiene detrás, la tercera puerta a la izquierda.

- Muchas gracias, voy a hacer todo lo que sea posible y más, para acabar con esto de una vez.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.